Madrid, 2 de abril de 2014

Alejandro Tiana inició y cerró el acto aludiendo a la exposición El retrato americano de la sociedad española, recién inaugurada en el vestíbulo de la facultad y que podrá verse hasta el próximo 8 de abril. “Estas imágenes nos sirven para reflexionar sobre dónde estábamos, dónde estamos y dónde queremos estar. Para felicitar a estos estudiantes, el primer Grado y el primer Master de Investigación en Economía ha sido necesario que muchas personas trabajasen intensamente, que tomasen decisiones rápidas en plazos cortos para poner todo en marcha. Salíamos de tiempos complejos y afrontamos de nuevo tiempos complejos. Es hora de reflexionar, de abordar todas las mejoras que sin duda tenemos que hacer. Y será con la colaboración de todos, no sólo como docentes, autoridades del Ministerio, estudiantes, personal de administración y servicios, también como personas. Porque en un momento en que tantas personas lo están pasando tan mal, hemos de poner de nuestra parte el trabajo y lo que no es sólo trabajo, el sentimiento”.

La Decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Amelia Pérez, se congratuló de ver la sala llena de los protagonista de la vida universitaria: los primeros graduados en Economía, los nuevos master, los profesores que se jubilan, los familiares de quienes nos dejaron el año pasado, los delegados de estudiantes, los docentes y los que trabajan en la gestión diaria. “Recuerdo una conversación con José María Labeaga, director de la Escuela de Doctorado. Él siempre decía que en una fábrica de caramelos todo el mundo, desde el más alto ejecutivo hasta el último aprendiz, sabía qué producto estaban fabricando: caramelos. Como en esa fábrica, aquí en la UNED, aunque sea a distancia, todos juntos colaboramos para hacer lo que mejor sabemos hacer: docencia e investigación. Por eso hoy hemos querido traerlos a todos ustedes aquí, para festejar lo que entre todos estamos haciendo”.

José Antonio Martínez, director general del Instituto de Estudios Fiscales y profesor de la Facultad, celebraba encontrarse “entre amigos, un bien escaso y que por tanto hay que mimar. Los profesores de economía son seres muy afortunados: enseñan a pensar y a buscar soluciones, a afrontar retos difíciles y a articular medidas que combatan la desigualdad, la pobreza y la crisis. Es importante que España vuelva a ostentar un papel relevante en la escena internacional y para eso hay que tomar decisiones imprescindibles como la reforma fiscal que se avecina o la rebaja de la prima de riesgo que se ha logrado en gran medida. Ahora toca priorizar todas las políticas para acabar con el paro, el principal problema que padecemos”.

El director general de Política Universitaria, ex alumno de la UNED, Jorge Sainz coincidió con Martínez en el gran salto que ha dado la sociedad española con la imagen rotunda “de aquella España de hace 40 años, en la que había unos cuantos miles de estudiantes universitarios, mientras que hoy día son millones”. Un salto cuantitativo que puede extrapolarse al número de estudiantes de Economía, Administración y Dirección de Empresa y Turismo, las titulaciones que conviven en la Facultad de Económicas y Empresariales.

Dos intervenciones cortas, pero intensas, completaron los turnos de palabras del acto de inauguración de la Fiesta del Patrón. El delegado de estudiantes, Fernando Pérez, agradeció al Rector y a la decana el reconocimiento “de un trabajo altruista, a menudo molesto y no siempre fácil, como es la conexión de los equipos docentes y la institución con los estudiantes. Y del que lamento no poder ocuparme el curso que viene porque ya he acabado mis estudios”.

Jesús Rodríguez, profesor que accede anticipadamente a la jubilación, recordó con añoranza que a principios de los años 80, en un pueblo de montaña perdido y aislado, en los Pirineos, donde sólo había un teléfono público, se encontró, pintado en una pared de la plaza, el número de la centralita de la UNED. “Desde ese momento, la universidad fue para mi, no un centro de trabajo, sino un servicio público. Y en mis 35 años de actividad docente, siempre he actuado movido por tres principios: transmitir conocimiento a mis alumnos; educarlos en el pensamiento crítico; y enseñarles a utilizar los conocimientos adquiridos para trabajar por un mundo mejor y más justo”.