Claudine Iwana vicepresidenta de la Asociación Familia Bethesda, una asociación que se define como "algo más que una organización. Es una visión cristiana, donde desarrollar una auténtica relación espiritual".
Claudine, cree profundamente en la enseñanza como vehículo fundamental para alcanzar la igualdad en todos los países, pero fundamentalmente en uno, el suyo, África "me gusta mucho aprender, estoy contenta de ser voluntaria, de ayudar a los jóvenes. Aquí la familia, la juventud son muy distintas a mi país. Las costumbres son otras. No queremos que nuestros hijos aprendan más en la calle que en casa. Son nuestro principal objetivo, por eso les enseñamos para que sean buenos y respetuosos. Que aprendan a obedecer a sus padres, porque ningún padre educa a su hijo para que sea malo, o haga el mal. En esta estructura, la mujer es un pilar básico. Ella debe cuidarse para poder cuidar a los demás. En África, no hay igualdad entre el hombre y la mujer. Trabajamos con familias que tienen problemas de todo tipo, hay problemas hasta para comer. Luchamos contra las costumbres, porque allí, la mujer lo hace todo en la casa, con los hijos, en el campo, pero no está nada valorada, es tratada casi como una criada. El hombre se considera superior, y al llegar a Europa, se trae sus costumbres. Por eso, debemos enseñarle igualdad. En África hay que enseñarlo casi todo".