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Madrid, 31 de agosto de 2015




¿Son necesarios grandes caudales para erosionar espectaculares cañones en roca?

Una investigación de la UNED cuestiona la percepción actual de las grandes erosiones fluviales. El trabajo, encabezado por la profesora Loreto Antón y que ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, determina que la tasa de erosión no depende tanto del caudal como del patrón estructural del macizo rocoso.


Un estudio realizado por la UNED junto a la Universidad de Plymouth y la Universidad Complutense de Madrid pone en cuestión las teorías actuales acerca del comportamiento de las grandes erosiones. Gracias a un ejemplo de erosión fluvial ocurrido en los años 30 en el aliviadero de la presa de Ricobayo (Zamora) y a la documentación conservada sobre el mismo en el archivo histórico de Iberdrola, se ha podido reconstruir el proceso erosivo completo que llevó a la formación de un cañón encajado en roca, obteniendo unos resultados finales que revelan unas tasas de erosión extremadamente altas (>100m./año), probablemente las mayores documentadas en el planeta, asociadas además a caudales de agua relativamente pequeños (~100–1,500m3s−1).


Todo ello vendría a cuestionar las teorías actuales que asumen que las grandes erosiones deben estar necesariamente asociadas a grandes caudales, y demuestra que, en respuesta a modificaciones diversas en el sistema –ya sean naturales, como un proceso de captura fluvial o el desbordamiento de un lago glaciar, o antrópicas, como el desmantelamiento de una presa–, la erosión en roca puede ser mucho más rápida de lo que habitualmente se piensa, y el patrón estructural del macizo rocoso se revela como un elemento esencial que condiciona tanto la velocidad de erosión como la morfología del valle resultante.



El estudio, liderado por la profesora de la Facultad de Ciencias de la UNED Loreto Antón, ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista Nature Communications. Iniciado en el marco del Proyecto TopoIberia (Programa Consolider Ingenio 2006), el trabajo ha permitido reconstruir documentalmente y analizar los procesos y mecanismos que dieron lugar a la formación de un valle fluvial encajado en roca en el aliviadero de la presa zamorana de Ricobayo. El cañón, que se formó en menos de 6 años, tiene más de 270m de longitud, ~100m de profundidad y una cabecera en forma de anfiteatro de 160m de anchura. Este tipo de morfología es muy común en la naturaleza y también se ha identificado en Marte, siendo actualmente objeto de numerosos estudios científicos. Algunos ejemplos de estas formas geológicas son las Cataratas Victoria (en la frontera entre Zambia y Zimbabue), las cataratas del Niágara (Canadá) o los propios Arribes del Duero (Zamora, Salamanca). Sin embargo, es la primera vez que un proceso de estas características puede reconstruirse documentalmente, ya que la mayor parte de los procesos geológicos se producen en intervalos de tiempo muy superiores al de la escala de observación humana.

Loreto Antón López

Loreto Antón junto a los otros autores del trabajo en la zona de campo


Imágenes de erosiones

Erosión en el aliviadero de la presa. 1934 (izquierda); 1935 (derecha). Fuente: Iberdrola.

Análogo natural excepcional y ejemplo único


Basándose en la documentación conservada en el archivo histórico de Iberdrola, el trabajo reconstruye las diferentes etapas erosivas que dieron lugar a la formación del cañón, y analiza los mecanismos que pudieron participar en este proceso. El aliviadero de Ricobayo constituye un análogo natural excepcional en el que los elementos involucrados en la erosión del cañón - topografía original, caudales (clima), tipo de roca (resistencia, grado de alteración), patrón estructural (tectónica)- son conocidos.


Ricobayo

MDT del cañón formado en el aliviadero de la presa entre 1934 y 1940.
Fuente: L. Antón.


Además de las conclusiones mencionadas, el estudio pone de manifiesto el carácter discontinuo de los procesos erosivos, lo que cuestiona la utilidad de las tasas de incisión fluvial medias para establecer la cronología de otros procesos geológicos (tectónicos y/o climáticos) asociados.



Desde el punto de vista de la Geología y la Ingeniería, el aliviadero de la presa de Ricobayo es un ejemplo único que permite reconstruir fotográficamente la formación de un cañón en roca y visualizar cómo evolucionan este tipo de morfologías, proporciona importante información para la percepción que se tiene de los procesos de erosión fluvial y numerosos datos de campo de utilidad a la hora de ajustar modelos numéricos. Finalmente, los datos también pueden ser de utilidad para el diseño de obras hidráulicas y para el análisis de seguridad de presas y embalses.

Referencia:


L. Anton, A.E. Mather, M. Stokes, A. Muñoz-Martin & G. De Vicente (2015). Exceptional river gorge formation from unexceptional floods. Nat. Commun. 6:7963 doi: 10.1038/ncomms8963.


English version
Perfil de Loreto Antón en Research Gate


Itziar Romera

Edición web: Elena Lobato

Comunicación UNED