Nombrada coordinadora de ambos, vio languidecer al primero a golpe de cambios de gobiernos y prioridades en las distintas comunidades autónomas implicadas, como Navarra, Rioja, Aragón, Cataluña, Galicia, Andalucía, las dos Castillas… “Durante un tiempo se aparcó el proyecto y ahora lo han retomado, pero cada denominación quiso establecer sus propias reglas y algunas siguen adelante por su cuenta. Se, por ejemplo, que en la Rioja Alavesa preparan un expediente de Paisajes Cultures del Vino, que además de la cultura etnológica milenaria, abarca su historia, sus espacios naturales, su fisonomía rural, las tradiciones. Si sale adelante será una experiencia muy enriquecedora”, señala Josué.
Lo que si llevó adelante la directora de la UNED de Navarra fue el Itinerario de Francisco Javier. Durante un año fue casa por casa y edificio por edificio, comprobando si el Camino mantenía las estructuras y las funcionalidades que se requería en un bien del Patrimonio Cultural de la Humanidad. En general, los gobiernos dan fondos, o adjudican los ajenos, para que los vecinos puedan hacer las obras necesarias para conservar el entorno del área declarada patrimonio. “Lamentablemente resulta dificilísimo hacer un seguimiento de los presupuestos y las inversiones adjudicados en distintos periodos, así que hay que conformarse con los que recuerdan o dicen los adjudicatarios de esos recursos. Lo que si tenemos muy claro, como expertos de ICOMOS, es lo que debe exigir a los receptores de las ayudas y a qué hay que dedicarlas”.
El trabajo de Jusué duro más de un año. “Iba en mi coche, parándome y presentándome a cada familia. Unos me recibían bien, me invitan a pasar y ver todo; otros no tenían paciencia o ganas de atender a una desconocida. Me cansaba, claro, porque invertía cada hora de cada fin de semana. Pero el resultado fue magnífico y el informe final, favorable”.
El cariño con que recuerda este trabajo dista bastante del dolor que le provocó otra experiencia posterior. Fue durante las preexcavaciones del yacimiento urbano en la Plaza del Castillo de Pamplona. Allí se superponían las termas romanas, un cementerio islámico, las murallas medievales, barrios y escombreras de distintas dataciones. Y tenían que competir con un aparcamiento subterráneo. “Íbamos sacando materiales durante varios años, de ápocas en que apenas teníamos documentación. Se hizo el desmontaje pausadamente, pero se generó un conflicto social que resultó muy doloroso. Muchas cosas se llevaron por delante”.
Al final el consenso llegó con la decisión de mantener la mitad de la plaza del Castillo sin excavar, “los vestigios eran difícil de mantener y si no cuidas una excavación como se debe, acaban siendo ruinas arruinadas”.
Carmen Josué, tras su nombramiento como vocal, sigue al servicio de ICOMOS y dispuesta a colaborar en el proyecto que le soliciten. Le llena el ojo retomar el Paisaje Cultural de Vino, pero apostará por cualquier otro para el que la reclamen. Además de directora de la UNED en Pamplona, es miembro del Consejo Navarro de Cultura, presidenta de la Comisión de Patrimonio y miembro del consejo social de Política del Territorio y de Fomento y Obras Públicas, así que se declara segura de sus futuras aportaciones: “siempre que se prepare una autovía o se planee un rascacielos, se necesitará un seguimiento arqueológico, un informe paisajítico, artístico, histórico… Y ahí estaremos, claro, defendiendo nuestro patrimonio y el de toda la Humanidad”.