Compañeros triásicos en Teruel
Entre los fósiles custodiados por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y estudiados por los dos equipos de paleontólogos, el de la UNED y el de la propia Fundación, se hallan otros muchos fósiles de alto interés para el grupo científico, como varios elementos del caparazón de placodontos ciamodontoideos. Estos organismos marinos eran extraños reptiles que proliferaban en los mares del Triásico y eran parecidos a las tortugas, que apenas empezaban su andadura por la historia de la vida.
Los placodontos tenían un modo de vida muy especializado, pues se alimentaban de moluscos y otros organismos con concha gracias a unos dientes planos muy modificados. Estos reptiles eran muy abundantes en los mares costeros de Europa, Oriente Próximo y China, pero sus restos son escasos y poco conocidos en España. Los elementos del caparazón de los ejemplares turolenses tienen morfologías muy variadas, lo que podría indicar la presencia de varias especies de estos enigmáticos animales.
También se han descrito elementos vertebrales de ictiosaurios, que son reptiles marinos habitantes de aguas abiertas (plenamente adaptados a la vida acuática) y tenían un aspecto similar al de los actuales delfines. Los fósiles se cuentan entre los más antiguos de este grupo en la Península Ibérica. Por último, se han hallado unos restos fragmentarios, pero muy informativos, que permiten reconocer material craneal de temnospóndilos (unos extintos anfibios depredadores de varios metros de longitud, habitantes de aguas dulces).
Todos estos fósiles muestran la presencia de una gran diversidad de vertebrados acuáticos, apenas reconocida anteriormente en el Triásico de la Península Ibérica debido su escaso registro fósil en este periodo geológico.