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Madrid, 27 de octubre de 2015




Simosaurus, el reptil que vivió en Teruel antes que los dinosaurios

Investigadores de la UNED y de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis publican en la revista científica internacional Geobios un estudio sobre la fauna del Triásico en la Península Ibérica



El Simosaurus, un reptil marítimo depredador de peces, de hasta tres metros de longitud, apareció hace unos 230 millones años, en el periodo Triásico. Poco antes se había producido la primera gran extinción de la vida en la Tierra, a finales del Pérmico, cuando desparecieron más del 90 por ciento de los organismos existentes. El Simosaurus vivía en el antiguo Mar de Tethys, un gran mar abierto que la evolución geológica convirtió en el actual Mediterráneo. En Alemania, Francia, Holanda y China se han encontrado y datado ricos yacimientos. En la Península Ibérica el Simosaurus vivía en Manzanera, provincia de Teruel.


El Simosaurus de Manzanera acaba de ser presentado a la comunidad científica en la revista internacional Geobios. Forma parte de la tesis doctoral de Carlos de Miguel Chaves, investigador del Grupo de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNED, que lo estudia en compañía de Adán Pérez-García y Francisco Ortega, codirectores de su tesis en la UNED y Alberto Cobos, Rafael Royo-Torres y Luis Alcalá, miembros de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, todos ellos coautores del artículo A diverse Late Triassic tetrapod fauna from Manzanera (Teruel, Spain).

Simosaurios

Simosaurios, recreación de Carlos de Miguel Chaves.

“Estos restos son muy importantes porque suponen la descripción por primera vez de la especie de un reptil marino que hasta ahora no se había encontrado en la Península Ibérica. Suponen el registro más moderno y más joven a nivel mundial, lo que implica que han sobrevivido más de lo que se suponía”, explica Carlos de Miguel Chaves.


Salvo una primera investigación y algunas notas parciales en los años 80 y 90, sobre notosaurios, esta es la primera tesis que incluye al Simosaurus de Manzanera. “Lo bueno es que ahora podemos retomar la investigación incorporando todos los avances de estos últimos 25 años. Podremos poner en contexto el registro español e integrarlo en el registro mundial. Supone, además, acceder a mucha más información sobre estos animales y otros similares que nos servirá para para ubicar los nuevos restos que estamos excavando y estudiando en el yacimiento”.



Conquistadores de la diversidad biológica


Chaves explica cómo el Triásico, para el público en general, es mucho menos conocido que el Jurásico y el Cretácico, periodos posteriores, cuando los dinosaurios dominaban el mundo, hasta su extinción hace unos 66 millones de años. “La extinción previa al Triásico, que puso fin al Pérnico, es la mayor de la historia de la vida en La Tierra, Desparecieron un 90 por ciento de animales y organismos, muchos linajes de reptiles que no llegan a la actualidad, anfibios prehistóricos, muchísimos invertebrados. La causa no está clara, no se sabe si fue un cambio de temperatura, actividad volcánica, liberación de gases…”


Carlos de Miguel Chaves y Adán Pérez-García, investigadores de la UNED

Tras la extinción del Pérnico, en el Triásico, la vida se reinventa. ”Es un periodo muy importante, aunque se conozca poco. Tras la catástrofe biológica la naturaleza empieza a recuperarse: surgen un montón de grupos nuevos de animales y muchísimas plantas buscando aprovechar todos esos huecos ecológicos que han quedado vacíos. Entre otros aparecen los protomamíferos, los dinosaurios y este grupo de reptiles al que pertenece el simosaurius y sus afines, que colonizan los mares”.

La evolución, sin embargo, no ha permitido que los descendientes del Simosaurus ni de muchos de sus congéneres se conserven hasta hoy. Su linaje no llega a nuestros días ni se puede rastrear una genealogía entre nuestros animales contemporáneos, ni siquiera entre los dinosaurios jurásicos a los que precedieron en el tiempo.

Francisco Ortega

Francisco Ortega, profesor de la UNED





Compañeros triásicos en Teruel



Entre los fósiles custodiados por la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y estudiados por los dos equipos de paleontólogos, el de la UNED y el de la propia Fundación, se hallan otros muchos fósiles de alto interés para el grupo científico, como varios elementos del caparazón de placodontos ciamodontoideos. Estos organismos marinos eran extraños reptiles que proliferaban en los mares del Triásico y eran parecidos a las tortugas, que apenas empezaban su andadura por la historia de la vida.

Los placodontos tenían un modo de vida muy especializado, pues se alimentaban de moluscos y otros organismos con concha gracias a unos dientes planos muy modificados. Estos reptiles eran muy abundantes en los mares costeros de Europa, Oriente Próximo y China, pero sus restos son escasos y poco conocidos en España. Los elementos del caparazón de los ejemplares turolenses tienen morfologías muy variadas, lo que podría indicar la presencia de varias especies de estos enigmáticos animales.

También se han descrito elementos vertebrales de ictiosaurios, que son reptiles marinos habitantes de aguas abiertas (plenamente adaptados a la vida acuática) y tenían un aspecto similar al de los actuales delfines. Los fósiles se cuentan entre los más antiguos de este grupo en la Península Ibérica. Por último, se han hallado unos restos fragmentarios, pero muy informativos, que permiten reconocer material craneal de temnospóndilos (unos extintos anfibios depredadores de varios metros de longitud, habitantes de aguas dulces).

Todos estos fósiles muestran la presencia de una gran diversidad de vertebrados acuáticos, apenas reconocida anteriormente en el Triásico de la Península Ibérica debido su escaso registro fósil en este periodo geológico.

Vértebra

Vértebra de Simosaurus


Resumen del artículo publicado en la revista Geobios:




"Se han localizado varios afloramientos con restos de vertebrados tetrápodos en niveles del Keuper (Carniense, Triásico Superior) del término municipal de Manzanera (Provincia de Teruel). Los restos de Manzanera incluyen costillas y vértebras de del sauropterigio notosauroide Simosaurus, osteodermos aislados de placodontos ciamodontoideos, centros vertebrales parciales de ictiosaurios, y huesos dérmicos fragmentarios de temnospóndilos. Por lo tanto, se reconoce una diversidad relativamente alta en el Triásico Superior de esta región. La identificación de los restos de Simosaurus suponen la única presencia de este género en la Península Iberica; es uno de los más modernos de este género en el registro fósil. Se han identificado varios morfotipos distintos de osteodermos de placodontos ciamodontoideos. Los elementos de ictiosaurios de Manzanera representan el primer registro de este clado en el Keuper ibérico, constituyendo la la segunda referencia de este grupo en el triásico ibérico, después de otros restos encontrados en el Ladiniense de Cataluña."


Carlos de Miguel Chaves



Geobios: A diverse Late Triassic tetrapod fauna from Manzanera (Teruel, Spain)


Aída Fernández

Edición web: Elena Lobato

Comunicación UNED