La logística del almacén se basa en un modelo automatizado de colocación y recogida de materiales debidamente señalizado. Los libreros pueden, de esta forma, gestionar hasta ocho pedidos a la vez, pues el sistema les imprime una hoja de ruta con las coordenadas para encontrar los libros dentro del almacén optimizando el orden de recorrido y organizándolo de tal manera que al meter en el carro los libros ya quedan conformados los paquetes con la mayor carga al final de cada recorrido. Así, el personal del almacén optimiza los desplazamientos, el tiempo y la carga a desplazar
De regreso con los libros necesarios, en la estación de empaquetado se comprueba cada remesa mediante el código de barras de la hoja de pedido y de cada ejemplar. El sistema cuenta con un sistema de aviso y, si falta algún libro en el pedido o si alguno está equivocado, lo notifica. Una vez que está todo comprobado se procede al embalaje de los libros, a su etiquetado y envío por mensajería. Con la orden de pedido no sólo se genera la factura correspondiente, sino que, además y de forma automática, queda modificado el control de inventario, por lo que en cada todo momento se conoce el stock exacto del almacén.