Madrid, 21 de enero de 2016

El sociólogo Salvador Giner San Julián ha sido investido doctor honoris causa por la UNED. El profesor Ramón Cotarelo, su padrino, colega y amigo, lo describió en sulaudatio como “ejemplo de cosmopolitismo, intelectual con fuertes raíces culturales locales, con cuya obra generaciones enteras de estudiantes se han familiarizado con los conceptos y controversias más actuales de la sociología”, haciendo de un su obra “un clásico contemporáneo”. Su enfoque teórico, añadió Cotarelo, “contrapone una visión del mundo basada en el encantamiento y el fideísmo con la lógica de la acción colectiva”.

“En todo sociólogo hay un politólogo”, aseguró Cotarelo, “y a la inversa”, Y destacó que Giner fue “de los primeros en atribuir al predominio de los medios de comunicación el hecho de que vivamos en una sociedad del espectáculo, de forma que la nueva clase dominante, que ha venido a sustituir a la burocracia y, en cierto modo, la tecnocracia, es la mediocracia”. Frente a esta preeminencia, cita Cotarelo “comunidad, libertad, participación, ciudadanía, son las piezas fundamentales con las que Giner construye su teoría de la comunidad cívica democrática”.

En su discurso de agradecimiento y lección de aceptación, titulado “La sociología del mal”, Salvador Giner de San Julián definió la Sociología como la explicación de “la estructura y avatares de las sociedades humanas, sujetas siempre a la doble tensión que imponen las fuerzas que las llevan a la integración, pero también las de sus contrarias, que son las del conflicto. Es éste fruto de las tensiones que genera la desigualdad social, la porfía para apoderarnos de recursos escasos o el afán que nos empuja a lograr más poder o privilegios”.

Y “dadas las circunstancias en que se encuentra hoy nuestro mundo he querido adentrarme en nuestras más convincentes explicaciones de la maldad en el seno de nuestras sociedades, presuntamente avanzadas”. Aludió el doctor Giner a los atentados de Madrid, París y otras ciudades, golpeadas por el terrorismo “un mal ejercido sin justificación posible contra las gentes más inocentes y los ciudadanos menos culpables. En su recuerdo y honor vayan estas palabras y esta lección”.

“El odio desplaza el mal de los culpables y lo descarga sobre los inocentes”, apunta el sociólogo, “La gente a menudo atribuye este odio a cusas impersonales - el partido totalitario, la fe irracional en fuerzas sobrenaturales, la existencia del mal o del pecado compartido por razas, linajes, naciones o comunidades de creyentes-, pero también suele culpar a personas. Decimos que SE desencadena una guerra porque el agresor es un tirano fanático; una crisis económica porque hay desalmados financieros que así lo han deseado o conspirado para ello; me abandona mi novia porque ha encontrado un mejor partido que yo, aunque sea menos apuesto, inteligente y simpático; fulano ha ganado una oposición a funcionario porque tenía padrinos o supo sobornar a los jueces… Pero en realidad ¿quién tiene la culpa?”

Jorge Sainz González, secretario general de Universidades, felicitó al nuevo doctor honoris causa por la UNED, Salvador Giner de San Julián y a toda la comunidad universitaria, destacando del nuevo doctor que “su obra constituye un pilar básico para el estudio de la sociología, y nos ayuda a comprender con más claridad la vertiginosidad de los cambios sociales. Su incorporación a la UNED, es así mismo un reconocimiento explícito a una materia tan importante como la Sociología”.

También el secretario general de Universidades felicitó a los nuevos doctores de la UNED investidos en este acto, resaltando que “los que hemos estudiado en la UNED y hemos realizado el doctorado, sabemos el esfuerzo especial que esto supone. Un tiempo de estudio duro y sacrificado que hoy ven recompensado”.

Se refirió asímismo, a los nuevos retos a los que se enfrenta la educación “es esencial mejorar la calidad del sistema universitario, potenciar el conocimiento, la investigación, la excelencia, la competitividad. El 90% de las ofertas laborales que se den en Europa en un futuro cercano, requerirán personal cualificado, y la universidad siempre ha sabido y sabrá estar a la altura de lo que la sociedad demanda. En los años 60 había en España el mismo número de alumnos que hoy tiene la UNED, unos 200.000. En la actualidad hay 1.500.000. La sociedad demanda personal cualificado y talento universitario”.

El rector aprovechó su discurso para anunciar los próximos cambios que tendrán lugar en su equipo de Gobierno, movimientos que justificó por la necesidad de acomodar su composición a las necesidades futuras de la UNED. “La posibilidad que se ha abierto recientemente de dotar nuevas plazas de personal docente e investigador, la conveniencia de repensar nuestra oferta actual de títulos de Grado y Máster, poniéndolos en conexión con los procesos de acreditación que se están llevando a cabo, y la necesidad de impulsar la internacionalización de la UNED, han aconsejado cambios”, indicó Tiana. “Por estos motivos, la estructura del equipo de Gobierno se reordena en tres vicerrectorados, manteniendo el mismo número que existe en este momento”.

El rector añadió que “algunos de los actuales titulares han expresado su voluntad de dar paso a otros compañeros para dedicar una mayor parte de su tiempo a las tareas académicas e investigadoras. Ante todo, quiero agradecer públicamente su dedicación, lealtad, compromiso y buen hacer a quienes ahora van a comenzar otra etapa profesional o a retomar la que venían desarrollando con anterioridad. Han tenido que trabajar en tiempos muy difíciles, como son los actuales, y lo han hecho con entrega total, ilusión y voluntad de servicio. Todos ellos -Miguel Ángel, Joaquín, Rosario [en referencia a los vicerrectores salientes Miguel Ángel Sebastián, Joaquín Aranda y Rosario Domingo]- han sido colaboradores imprescindibles para traducir en acciones el programa con el que me presenté al rectorado. Así pues, gracias de corazón”.

Finalmente, Tiana señaló que los próximos pasos que deberá dar la universidad se centrarán en “trasladar al nuevo Gobierno la necesidad de establecer un contrato marco, mejorar nuestra posición internacional y seguir avanzando en nuestra metodología de enseñanza, en los procesos de calidad y en el impulso de la investigación”.

El acto concluyó con la interpretación del Gaudeamus Igitur por parte del Coro de la UNED, dirigido por Luis Antonio Muñoz que amenizó con diversas obras toda la ceremonia.

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