Madrid, 26 de enero de 2016

Ana Luaces, directora del Congreso y profesora de Derecho Procesal de la UNED ejerció como moderadora de la mesa y agradeció “la implicación y apoyo del Vicerrectorado de Investigación de la UNED por facilitar la realización de un proyecto multidisciplinar, como el que hoy se presenta, y al INAP por haber hecho esta convocatoria de proyectos de investigación”.

Destacó la relevancia de esta investigación por su finalidad, “buscábamos un proyecto del que se consiguiera sacar algo útil que aportar, entre todos y para todos. Considero importantísimo que las administraciones públicas y las universidades vayan de la mano, para potenciar y poner en común el conocimiento”.

Sabina Lobato, directora de Empleo, Formación y Proyectos de la Fundación ONCE, abogó por “una sociedad basada en derechos iguales para todos y en todos los ámbitos de la vida” y definió a la ONCE, “como una organización implicada en la empleabilidad de las personas con distintas capacidades, porque el empleo es la principal vía de inclusión social, algo que no es muy fácil conseguir para las personas con discapacidad, y un 4,4% de la población tiene distintas capacidades. Esto equivale a 1,6 millones de personas, de las cuales, solo el 25,7% está empleada”.

Sabina Lobato, consideró la formación como un pilar básico “en las personas con discapacidad con estudios superiores, la tasa de empleabilidad sube al 47%. Pero los salarios, son sensiblemente más bajos -un 15%- por eso debemos, es fundamental, potenciar programas y acciones políticas encaminadas a superar estos retos. Unos retos sobre los que cada vez se toma más conciencia y hemos conseguido que la contratación se haya incrementado en un 18% más que el año anterior. Hay mucha más sensibilización en los distintos agentes implicados y en la aportación económica de los distintos colaboradores con la ONCE: Fondo Social Europeo, las empresas que abanderan y hacen visibles nuestros programas y la Administración Pública, como el INAP”.

Ricardo Mairal, en este acto como vicerrector de Investigación y Transferencia de la UNED, habló con rotundidad sobre “la unión de las instituciones, como factor fundamental para poder emprender acciones de envergadura. La ciencia, es el motor del desarrollo social. La especialización dio lugar a grandes avances, pero ahora, se está abriendo paso el saber integrativo que trasciende la propia especialización y se interrelaciona. La interacción hombre-máquina, es uno de los grandes desafíos actuales y está presente en el programa de este congreso. Debemos buscar aperturismo, comunicación entre materias y especialidades. La proyección social es fundamental, la transferencia del conocimiento, indispensable. Debemos pensar “a lo grande”, como afirmaba Ortega. Y en la UNED, esta transferencia de conocimientos es fundamental, en ciencias y en humanidades, porque hay que proporcionar respuestas a los desafíos sociales. La Universidad no puede, como ha podido ocurrir en otros tiempos, vivir de espaldas a los grandes desafíos de la sociedad y la UNED apuesta por la ilusión -un universitario, no puede olvidar la ilusión-, por la transferencia, por la multidisciplinariedad y por la investigación. Celebrar la ciencia es apostar por el desarrollo”.

Luis Alonso Calzada, gerente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), aseguró que “una de nuestras máximas aspiraciones, es que la discapacidad esté en “la agenda política”, que deje de ser algo residual. Se ha avanzado, pero queda mucho trabajo por hacer. Falta visibilidad, inclusión y bienestar. Estos son tres ejes fundamentales. El CERMI ha hecho 37 propuestas a la Administración Pública y se han llegado a interesantes acuerdos. Actualmente hay una iniciativa popular contra el pago confiscatorio para el que se han conseguido 735 mil firmas de apoyo, que está debatiéndose en el Congreso y en el que se han implicado muchas entidades. Y gracias a Congresos como este que celebramos, se plantearán nuevas cuestiones sobre las que se buscaran nuevas soluciones”.

Manuel Arenilla director del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) sentó las bases de su intervención afirmando que “un Gobierno debe ser representativo de la sociedad. Si tiene sentido lo que hacemos, es porque mejoramos la vida de las personas, esto es acción pública. En el INAP, lo hemos entendido y hemos descubierto que al intercambiar conocimientos con otras instituciones, con universidades, con otras administraciones, se enriquece el conocimiento, y nosotros lo venimos practicando desde 2012. Esa es nuestra experiencia; el intercambio de conocimiento genera más conocimiento y genera más innovación. En el INAP somos conscientes de las dificultades que las personas con discapacidad tienen para acceder a la función pública, por eso hicimos un “libro blanco” centrado en el acceso a las distintas administraciones. Nos hemos preguntado: ¿cuánto talento estamos dispuestos a desaprovechar en la sociedad? Las personas con distintas capacidades requieren atención especializada para facilitar su acceso a la formación y a la educación. Esta es una tarea incansable de la Administración, debemos adaptarnos a los tiempos porque existe un cambio en las relaciones Estado-Sociedad, hay que abrirse a estos cambios porque solo se puede crecer en equipo; ayúdennos a mejorar”.

Ignacio Tremiño, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad y director del Real Patronato sobre Discapacidad, comenzó su turno de palabra, agradeciendo “el interés por la discapacidad. Algo en lo que quizá reparamos menos de lo que debiéramos, a no ser que contemos con algún caso cercano”.

Alabó la labor del INAP “quiero darle las gracias, por su gran implicación desde el año 2012, porque esta labor quedará para siempre. La Administración en España tiene un modelo de colaboración con las entidades, brillante. Yo, soy un convencido de avanzar juntos y de la mano con las entidades sociales. La realidad de la discapacidad en España es más positiva que en otros países. En 2013 España recibió el Premio Franklin D. Roosevelt, la mayor distinción internacional en el ámbito de las políticas de discapacidad. En educación, somos pioneros y representamos el país con más tasa de normalización, porque el 80% de personas con discapacidad está en colegios normalizados. Del total de alumnos universitarios con discapacidad-cerca de 19 mil- el 1,3% asiste a la enseñanza pública, el 1,9% a la privada. El 0,9% utiliza el sistema presencial y, gracias a la UNED, el 3,1% estudia a distancia. Y la formación es un elemento indispensable para una mejor inserción laboral. En este aspecto, en empleo, hemos crecido un 15% año tras año y hay más de 680 mil contratos”.