Biomarcadores en saliva
Este trabajo no es el único relacionado con el deterioro cognitivo en el que trabaja la universidad. César Venero avanza que en el Grupo CINCO de la UNED (Centro de Investigación de la Neuropsicobiología de la Cognición), compuesto por profesores e investigadores de varios departamentos -Herminia Peraíta, Carmen Díaz, Azucena Valencia, Sara García y Raquel Rodríguez- “estamos buscando biomarcadores en saliva que puedan ayudar a detectar de forma precoz qué personas pueden acabar desarrollando un deterioro cognitivo leve que pueda derivar en Alzheimer”.
Los estudios se centran de momento en el cortisol, “una hormona relacionada con los procesos de estrés y que se altera en las personas que tienen algunos de los subtipos de deterioro cognitivo leve, como por ejemplo el multidominio. Estos individuos, que tienen tanto la memoria como las funciones ejecutivas alteradas, presentan unos niveles de cortisol por las mañanas más elevados que las personas con un nivel cognitivo normal”. El profesor explica que “ya tenemos una publicación al respecto y ahora estamos ampliando la muestra: viendo diferencias de género, buscando otros biomarcadores, etc.”