"Los conocimientos no son nada si no se transmiten"
A pesar de todo ello, la tarea no es fácil. Al curso que acaba de comenzar llegan finalmente sólo dos alumnas. Nadiya, de Ucrania, y Rouba, de Siria. Ésta última no habla nada de español, sólo árabe y unas pocas palabras en inglés, pero los profesores enseguida se entienden con ella. Enrique Corrales García, tutor de Lengua, habla inglés y francés y tiene conocimientos de árabe y ruso. Escribe en la pizarra los nombres de los profesores con grafía árabe y Rouba sonríe abiertamente cuando pronuncia “Yolanda” y “Carmen”. Enrique también forma parte del proyecto desde el primer año y relata que se sumó por pura “inquietud filantrópica” y porque “los conocimientos que uno adquiere a lo largo de la vida no son nada si no se transmiten”.
Nadiya lleva apenas medio año en España, pero ya se desenvuelve bastante bien con el nuestro idioma. No es de extrañar, porque éste es el cuarto lugar al que acudirá semanalmente para recibir clases de español. “Quiero aprender muy rápido para matricularme en la universidad y buscar trabajo”, nos explica. Nadiya tiene 27 años y es Diplomada en Economía en su país. Vino a España huyendo de la guerra y porque su novio, con el que vive en un centro para refugiados de Cruz Roja, ya lleva aquí cinco años. “Pero él habla muy mal en español”, aclara, “por eso no quiero hablar con él, porque si lo aprendo mal luego me cuesta más hacerlo bien”. Sus planes de futuro son inciertos, pero ilusionantes: “me han dicho que aquí hay muchos economistas como yo, pero voy a homologar mi título. En Ucrania trabajé cuatro años en un gran banco y quiero hacer lo mismo aquí… o quizá algo mejor”. Conoció el curso a través de la Iglesia a la que acude semanalmente, pues el Pastor que la dirige es estudiante de la UNED.
Rouba, por su parte, tiene 32 años y llegó hace menos de un mes a España gracias a un visado por reagrupación. Nos lo cuenta por teléfono Rasmi Al Akhdar, de la Asociación de Ayuda al Pueblo Sirio, que fue quien le proporcionó la información sobre el curso gracias al contacto permanente que mantiene con Ana María Marcos y con otras asociaciones.
Nadiya