Sobresaliente en solidaridad

El campo de refugiados de Katsikas, en Grecia, recibirá en breve varias toneladas de alimentos, productos infantiles y calzado recogidos en la UNED en colaboración con la ong olVIDAdos

En cuanto el llamamiento apareció en las páginas web de las dos instituciones, el goteo de colaboraciones y la lista de voluntarios empezaron a crecer. Desde la gerencia de la UNED se optó por ubicar contenedores en el edificio del rectorado y en los campus de Juan del Rosal y Senda del Rey. La comunidad UNED respondió desde el primer momento. El viernes los contenedores, que habían sido repuestos una y otra vez, rebosaban. Hubo que habilitar una sala para almacenar los productos.

Gracias, gracias, gracias

El sábado amaneció lluvioso. Pero eso no acobardó a las decenas de voluntarios que inundaron el aparcamiento del Rectorado. A las 10 en punto empezaron a llegar personas a pie, en coches, familias con niños, jóvenes, mayores… María, estudiante de la UNED, y su amiga Esther, alumna de la UCM, fueron de las primeras. Habían hecho campaña entre sus amigos y vecinos de San Sebastián de los Reyes. Venían con su furgoneta, orgullosas de haber movilizado al pueblo. Traían, entre otras cosas, 35 kilos de alimentos y 30 de productos infantiles.

“Gracias por organizar esto. Me harto de llorar cuando veo las imágenes de esos campamentos de refugiados en la tele. No puede ser que dejemos así a esta gente”, decía un jubilado a Ángela, la voluntaria que informaba a los donantes a la entrada del aparcamiento.

El goteo de colaboradores de la mañana lluviosa se convirtió en torrente a partir de mediodía. La calle Bravo Murillo, frente a la UNED, registraba una doble y triple fila de coches de los que salían continuamente bolsas y cajas con los productos solicitados. Grupos de donantes que llegaban de Toledo, familias de colegios, grandes paquetes de empresas de calzado deportivo, de productos lácteos. Una señora con bastón hizo hasta siete viajes desde su coche a la sala convertida en improvisado almacén. Cansada, pero feliz, venía dispuesta a mitigar las durísimas condiciones de los refugiados sirios.

Pasadas las siete de la tarde, hora prevista para el cese de la recogida, los chalecos naranja de olVIDAdos que vestían los voluntarios de la ong y de la universidad, seguían desplegando una intensa actividad. Las donaciones seguían llegando y los palés se iban cargando en los camión que los encarrilaría hacia su destino.

Con los camiones llenos y las manos ampolladas, tan mojados y cansados como satisfechos, los voluntarios vieron ponerse en marcha el resultado de sus esfuerzos. Los productos ya están en ruta hacia Katsikas Dentro de unos días muchos niños estrenarán zapatos nuevos, sus familias desayunarán cacao con galletas, podrán cocinar sus legumbres y su cuscús y afrontar la noche arropadas por un saco de dormir.

La comunidad UNED y la ong OlVIDAdos son conscientes de que aún queda mucho por hacer, pero entretanto, pueden sentirse orgullosos de haber conseguido un sobresaliente en solidaridad.

En este sentido se ha expresado también Alejandro Tiana “Como rector de la institución y también personalmente, quiero transmitir mi sincero agradecimiento a las personas que han aportado sus productos y especialmente a los voluntarios de la UNED por el acto solidario que ha significado su valiosa ayuda en la organización de la recogida de alimentos y otros productos, realizada a iniciativa de la ong Olvidados para los refugiados sirios en el campo de Katsikas. El respaldo a esta causa debe hacernos recordar a la comunidad universitaria que la solidaridad debe continuar más allá”.

La campaña en los medios de comunicación:

COMUNICACIÓN UNED: Galería de imágenes

Aida Fernández

Fotografías: José Rodríguez, Sonia Cubillo, ONG Olvidados y Javier Pérez de los Cobos

Edición web: Óliver Yuste

Comunicación UNED