Algunos de los pensadores más reconocidos de las últimas décadas, profesores jubilados de la UNED, reciben la Medalla de la Facultad de Filosofía. En su anverso, la lechuza, símbolo de Atenea, diosa de la sabiduría, protectora de los héroes clásicos que se distinguieron por su prudencia, su valor, sus buenos consejos y mejores decisiones: Heracles, Aquiles, Jasón u Odiseo.
Sabios y prudentes como los maestros de maestros que durante un tiempo compartieron su conocimiento con estudiantes y profesores de la UNED y, con los años, han visto convertido su trabajo, dentro y fuera de las aulas, en patrimonio intelectual del mundo: la catedrática Celia Amorós; los catedráticos Manuel Fraijó, Emilio Lledó, Simón Marchán, Fernando Quesada, Manuel Suances, Ubaldo Martínez, Javier Muguerza y José María Ripalda; las profesoras Pilar Castrillo y Aurora Marquina; los profesores Eloy Rada, Joaquín Rodríguez y Rogelio Rubio.
Con la sala a rebosar, en un ambiente de camaradería, el rector, Alejandro Tiana, comparte charla y anécdotas con los profesores asistentes, antes de sentarse en la mesa presidencial. Un Premio Príncipe de Asturias destinado en la RAE, varios doctores “honoris causa”, representantes de instituciones de máxima relevancia, comparten pasillos y conversación con los nuevos recién graduados y licenciados en Filosofía por la UNED, con los alumnos que han conseguido el mejor expediente del pasado curso y con Natividad Palomo y Josefina Rodriguez, que durante años les apoyaron a todos ellos desde sus negociados en la administración de la Facultad.