La Facultad de Educación celebra el día de su Patrón, San Isidoro de Sevilla

El rector de la UNED, Alejandro Tiana, presidió la ceremonia junto al decano de la facultad, José Luis García Llamas, y la vicerrectora de Estudiantes, Consuelo Vélaz de Medrano

El acto comenzó con la entrega de la Medalla de la Facultad a los tres profesores que se han jubilado en este curso académico: Lorenzo García Aretio, catedrático de Teoría de la educación y Educación a distancia; María José Sobejano Sobejano, profesora titular de Didáctica de las Ciencias Sociales y que no pudo estar presente en la ceremonia por motivos personales, y Pilar Lago Castro, profesora titular de Didáctica de la Expresión Musical. El decano les dedicó unas cálidas palabras de agradecimiento y reconocimiento a su labor en la UNED.

El profesor Ramón Pérez Juste fue el encargado de realizar la semblanza de Lorenzo García Aretio. En su intervención quiso señalar que el catedrático es un referente en cuanto a educación a distancia se refiere, así como entre los docentes de Iberoamérica, y recordó el momento en el que García Aretio le pidió que realizara la memoria de su licenciatura en los años 80. “Ahora puedo decir”, afirmó Pérez Juste, “que Lorenzo es un ejemplo de alumno que supera a su docente”. El profesor señaló algunos de los logros del homenajeado en el área de gestión, como “el esfuerzo incansable por conseguir un espacio físico mejor para la Facultad de Educación”, así como su “capacidad de liderazgo” y “la etapa de paz, tranquilidad y armonía que logró establecer en sus dos mandatos largos como decano de esta facultad”. Pero fue en el área humana en la que más se detuvo, destacando “el interés personal que siempre demostró por todos los que le rodeábamos”. Por todo ello, el profesor quiso agradecer al catedrático su trabajo: “Tus éxitos”, afirmó, “han situado a esta facultad en lo más alto”.

Lorenzo García Aretio, por su parte, destacó el agradecimiento personal por los 35 años cumplidos de servicio en la UNED. “La UNED nos debe”, señaló, “pero lo que nos debe es insignificante frente a lo que yo le debo a ella”. Quiso pedir disculpas por si alguna decisión, olvido o discrepancia había dañado a alguien, “pues jamás fui consciente de haber infringido daño alguno” y finalizó su intervención con tres ruegos: uno personal, “que nunca olvidemos a nuestros mayores”; otro a la facultad, para que los que la forman “se esfuercen por prestigiarla” y por “avanzar en la investigación”, y un tercero, a sus colegas investigadores, “que sigan adelante y me acompañen mientras yo tenga fuerzas para afianzar nuevas metodologías de educación a distancia”.

De izda. a dcha.: Lorenzo García Aretio, Sagrario Rubido Crespo (en representación de María José Sobejano) y Pilar Lago, recibiendo sus medallas

La profesora Sagrario Rubido Crespo se encargó a continuación de pronunciar la semblanza de la profesora María José Sobejano, de quien destacó su “defensa de las didácticas específicas, que no “especiales”, como te empeñaste en defender”, y su “rigor académico ante cada nuevo reto que afrontabas”. En el plano personal, Rubido dijo de Sobejano que es “una gran amiga y compañera que siempre ayuda sin pedir nada a cambio”.

La secretaria de la facultad, Cristina Sánchez Romero, ocupó el atril tras la profesora Rubido para loar la figura de la profesora Pilar Lago Castro, de quien afirmó que “todo en ella ha sido pedagogía musical. Una vocación convertida en profesión”, destacando que “su amor por la docencia y la investigación le daba la pasión para ayudar y hacer el bien, de forma que la formación la convertía en ayuda al alumno. Esos alumnos que eran todos suyos; sus sénior, sus mujeres maltratadas, sus autistas… y a los que ayudaba a través de la musicoterapia”.

Tras ella tomó la palabra la profesora Pilar Lago. En su intervención señaló que “a mis 67 años he decidido que era el momento de dejar la Facultad de la Educación” pues “mis amores –la familia, la docencia y los más desfavorecidos- me reclaman más tiempo”. Lago, que puso en marcha el Coro de la UNED en la década de los 90 y cuya trayectoria ha estado siempre vinculada a la música, afirmó que dejaba su puesto en la universidad, pero que seguiría haciendo aquello que le gusta, como “aprender de una mujer maltratada, de un enfermo de Alzheimer, de la soledad… y de convertir el dolor en alegría”.

Nuevos docentes y Excelencia Académica

El rector, Alejandro Tiana, entregó un obsequio de bienvenida a los dos nuevos docentes que se incorporan al equipo, Isabel Martínez Sánchez y Esteban Vázquez Cano.

Seguidamente, seis de los 15 premiados con el reconocimiento a la Excelencia Académica por sus trabajos Fin de Grado recibieron, de manos del rector y el decano, su correspondiente diploma. Acudieron a la ceremonia Ainhoa Arizmendiarreta Fernández, Sonia Celades Negre, Aida Bonacasa Crespo, María Antonia Bonilla Serrano, María Avelina Poole Derqui, María Teresa Olmo Díaz.

Mirando al futuro

Alejandro Tiana finalizó reconociendo a los asistentes que “tenemos un reto: dejar una universidad mejor después de celebrar sus primeros 50 años de existencia en un futuro próximo”. “Por ello”, recordó, “os animamos a que sigáis participando en el proyecto Horizonte UNED 50 que hemos puesto en marcha y que en su primera semana de vida ya ha registrado más de 300 ideas, pues con ellas podremos saber qué piensa nuestra comunidad sobre lo que debe ser la universidad del futuro”.

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Itziar Romera

Fotografías: José Rodríguez

Edición web: Elena Lobato

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