Madrid, 20 de mayo de 2016

El rector de la UNED, Alejandro Tiana (primero por la izquierda), presidió la ceremonia junto al ministro de Educación de Ecuador, Augusto Espinosa
(en el centro con camisa blanca)

El pasado mes de febrero, 930 docentes ecuatorianos finalizaron sus estudios de maestría en Formación del Profesorado de Educación Secundaria de Ecuador y obtuvieron su correspondiente título gracias al acuerdo alcanzado entre la UNED –junto a otras tres universidades españolas- y el Ministerio de Educación de Ecuador. Finalizaba así la primera edición de un máster cuyo objetivo era dar respuesta a una de las grandes preocupaciones del Gobierno de Ecuador: “mejorar la calidad de su sistema educativo mediante el reciclaje y la actualización de sus profesores”, tal y como señala Eustaquio Martín, coordinador académico del máster y catedrático de Didáctica, Organización Escolar y Didácticas Especiales de la UNED. Él ha sido el encargado de dotar de forma y contenido a un convenio que se firmó en abril de 2014 y en el que la UNED ha tenido una participación destacada, pues ha sido la única institución que ha impartido docencia en las cuatro sedes establecidas en Ecuador: Quito, Cuenca, Loja y Guayaquil.

En esta experiencia piloto se matricularon un total de 2.500 profesores –más de 900 con la UNED- y el éxito ha sido tan notable que “ya hay 3.500 candidatos seleccionados para una segunda edición, cuyo comienzo está por fijar”, destaca el coordinador del máster. El rector de la UNED, Alejandro Tiana, fue el encargado de presidir el acto de clausura, celebrado el 19 de febrero en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte de Guayaquil, junto al ministro de Educación de Ecuador, Augusto Espinosa. Una ceremonia multitudinaria y emotiva en la que algunos de los egresados recibieron, de forma simbólica y en nombre de todos, el diploma previo al título concedido por la UNED y homologado por el ministerio ecuatoriano.

Un momento de la multitudinaria ceremonia
de entrega de diplomas

El rector de la UNED y el coordinador académico del máster con algunos de los profesores participantes

Estudiante de la especialidad de Física y Química defendiendo su Trabajo Fin de Máster

El trabajo, relata Eustaquio Martín, hasta alcanzar este punto, no ha sido fácil, “aunque la experiencia ha sido positiva en todos los sentidos”. En esta edición piloto, “hemos estructurado nuestra participación en cuatro especialidades: Física y Química, Orientación Educativa, Matemática y Lengua Castellana y Literatura, para lo cual hemos tenido que desplazar más de 100 profesores en distintos momentos del año y medio que ha durado el Máster, así como elaborar el programa del Máster y coordinar tanto las sesiones presenciales en Ecuador como la plataforma digital y la metodología educativa que nos han permitido ofrecer una atención y seguimiento personalizado en todo momento”.

Eustaquio Martín

César Eduardo Erazo, primero por la izquierda

Uno de los principales problemas a los que se han enfrentado, explica el profesor Martín, ha sido el nivel de conocimientos de los profesores a los que se ha formado. “El nivel era más bajo que el de los docentes españoles, pero lo más destacable es que se ha compensado con la actitud y con la disposición para mejorar profesionalmente”. “Estas carencias”, aclara el coordinador del máster, “son sólo de conocimientos disciplinares. Es decir, saben menos de matemáticas que aquí, pero tienen una mejor formación psicopedagógica, al contrario de lo que sucede en nuestro país. Con este máster completamos sus contenidos, pero también su formación pedagógica con planteamientos innovadores tanto para los propios docentes como para las instituciones”.

Ángel Marcelo Cajamarca

En cuanto a los contenidos, “el próximo año añadiremos dos especialidades: la de Educación Infantil y la de Biología y Química, por lo que la especialidad actual de Física y Química cambiará y quedará sólo en la primera área”, concluye Martín.

Unos cambios que vendrán a enriquecer una experiencia docente gratificante tanto para la UNED como para los alumnos del máster, a juzgar por las opiniones vertidas por algunos de ellos, como Ángel Marcelo Cajamarca, estudiante de la especialidad de Lengua Castellana y Literatura: “Realizar el máster con la UNED implicó una experiencia formativa inesperada, innovadora y recontextualizadora. Lo primero porque dadas las situaciones económicas personales jamás había soñado con la posibilidad de hacer un máster con una universidad internacional; gracias al gobierno nacional un sueño no soñado se hizo realidad. Lo segundo se dio por la calidad humana y científica de los docentes de la UNED puesto que supieron comprendernos y ayudarnos a crecer desde nuestras limitaciones. Y lo de recontextualizadora en tanto y en cuanto pudimos mirar la realidad educativa desde una perspectiva más amplia, trascendiendo nuestras fronteras patrias y a partir de una experiencia de cambio educativo que lleva adelante su país. Con todo ello siento que puedo hacer propuestas pragmáticas de mejora educativa y que esas recomendaciones están iluminadas con vuestra sabiduría pedagógica. Por todo ello mi gratitud y enhorabuena”.

También para los profesores de la UNED ha sido una grata experiencia formar parte de este proyecto. Daniel Franco, profesor del Departamento de Matemática Aplicada I de la ETSI Industriales de la UNED, afirma que “participar como profesor de la especialidad de Matemática en este máster ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida profesional. He podido impartir clases presenciales a los grupos de las sedes de Cuenca y Quito y escuchar las defensas de los Trabajos Fin de Máster de las otras dos sedes, Guayaquil y Loja, así que he tenido la suerte de conocer a la mayoría de los estudiantes de mi especialidad y de compartir experiencias de trabajo con muchos compañeros de la UNED. Charlando con unos y con otros me ha quedado claro que el máster nos ha enriquecido enormemente a todos. Ellos han conseguido actualizar sus conocimientos y nosotros hemos comprendido los retos a los que se enfrenta el sistema educativo ecuatoriano. Por eso, deseo que el máster tenga continuidad y seguir participando en él”.

Daniel Franco