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Madrid, 17 de junio de 2016




XVII Encuentro AIESAD en la UNED


La Asociación Iberoamericana de Educación Superior a Distancia (AIESAD) celebra este año la XVII Edición de su Encuentro Iberoamericano de Educación Superior a Distancia.


En esta ocasión, se celebra en Madrid, bajo el lema "Innovación, Calidad e Internacionalización de la Educación Superior a Distancia y Virtual". La UNED es la institución anfitriona de este Encuentro de expertos en Educación a Distancia que tendrá lugar en el Centro Asociado de Madrid-Escuelas Pías, del 6 al 8 de julio.


AIESAD


Lorenzo García Aretio, Catedrático de Universidad. Profesor Emérito de la UNED. Titular de la Cátedra UNESCO de Educación a Distancia (CUED) de la UNED de España y Director de la RIED, Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, coordinará el miércoles 6 de julio la mesa de Expertos "EJE CALIDAD".


El profesor García Aretio, miembro del Comité Científico del XVII Encuentro AIESAD, y muy vinculado a Iberoamérica, reflexiona sobre el significado que para él tiene el sistema de enseñanza a distancia.

¿Por qué la educación a distancia?


“La calidad de la Educación a Distancia es, al menos, similar a la de la educación presencial. En 2009 publiqué un libro que muy conscientemente titulaba ¿Por qué va ganando la EaD? (García Aretio, 2009). Con ese título daba por supuesto que, en efecto, estamos convencidos de que, en cualquiera de sus formulaciones, la modalidad, la metodología, las prácticas, las propuestas o proyectos de EaD, han ido ganando terreno progresivamente y sin cesar, a lo que pudiéramos denominar como modalidad presencial o de docencia cara a cara sin mediación tecnológica. Parece claro que las metodologías a distancia están arrebatando espacio y tiempo a las formas más convencionales de enseñar y aprender. Metodologías que priman el trabajo autónomo de los estudiantes, así como las actividades cooperativas y colaborativas donde estos mismos participantes aprenden con otros, de otros y para otros a través de las redes sociales, a través de comunidades de aprendizaje ancladas en soportes digitales o, lo que en la última década ha venido siendo más habitual, a través de plataformas virtuales o entornos virtuales de aprendizaje diseñados con fines docentes. Así, quienes desde hace muchos años venimos abogando por el estudio, investigación, análisis, contraste y divulgación científica de las bases, fundamentos, estructura, métodos, posibilidades, etc., de la EaD en sus diferentes presentaciones, observamos con satisfacción que, ciertamente, ésta va conquistando terreno. Cada vez hay un mayor número de instituciones, de programas, de docentes e investigadores comprometidos, más estudiantes que confían en esta modalidad y, lo que es más importante, los resultados sobre eficacia y eficiencia que se vienen mostrando, calidad al fin y al cabo, aparecen al menos como de nivel similar a los de los procesos presenciales”.

Lorenzo García Aretio

Inicios de la Educación a Distancia

“No fueron fáciles los primeros años en los que se implementaron las iniciales experiencias de universidades a distancia. Quizás nadie analizó con criterio, o pocos se refirieron con rigor a varias décadas de crecimiento de una enseñanza por correspondencia que posibilitaba el acceso a diferentes ofertas de formación cultural, profesional, reciclaje, etc., sin los requisitos tempo-espaciales propios de la docencia presencial. Esa enseñanza por correspondencia supuso la base de las primeras universidades a distancia. Fundamentalmente, fue con el nacimiento de la Open University británica (1969/70), al ofertarse sus primeros títulos universitarios a distancia, cuando surgieron las mayores voces de alarma contra estas propuestas innovadoras. A partir de esa fecha la expansión de esta modalidad fue inusitada. Así, se crearon por todo el mundo potentes universidades a distancia de carácter unimodal, así como programas a distancia en universidades presenciales, ya de carácter bimodal. Sin embargo, no fue suficiente el impulso que a la modalidad regaló la creación de esas mega-universidades a distancia. Todavía se seguía dudando de la credibilidad de estas metodologías, de ahí que cada avance, cada propuesta debía justificarse hasta extremos. Permanentemente esta enseñanza no presencial precisaba de estudios científicos que avalaran su calidad. Mi convencimiento de que una EaD diseñada con rigor y aplicada con profesionalidad obtiene resultados, al menos similares a los de la educación en formatos presenciales, no lo he venido sustentando sólo en apreciaciones basadas en los años de experiencia en este campo, sino en la aproximación a numerosos trabajos que confirman lo que estoy expresando. Ya tuve ocasión de realizar una amplia investigación en la década de los años 80 del pasado siglo en la que buceé en la eficacia y en el rendimiento de la EaD, referida en este caso a la UNED. La conclusión de aquellos estudios me llevaron a la afirmación de que la eficacia de la UNED era, al menos, similar a la de la Universidad presencial. Y en aquella época las tecnologías eran las que eran. Es decir, no se trata de una afirmación reciente al amparo de las innumerables posibilidades que nos prestan las tecnologías avanzadas. Se trata de estudios realizados por mí mismo, que se han visto reforzados por numerosos trabajos que anteriores y, sobre todo, posteriores al nuestro han confirmado que la eficacia de un proceso educativo no está en la modalidad, sino en el rigor de los planteamientos pedagógicos que sustentan el diseño y desarrollo del proyecto. Así lo traté de probar posteriormente, en el año 2010, a través de una recopilación de análisis y meta-análisis de destacadas investigaciones que tuvieron por objeto contrastar resultados de aprendizaje en programas e instituciones de educación presencial y EaD y virtual”.


Lorenzo García Aretio

La Educación a Distancia, una educación de calidad


“En el citado estudio de 2010, llegamos a recopilar revisiones, análisis y meta-análisis que llegan a agrupar en torno a unos 1000 trabajos que nos llevaron a concluir que no existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos en los formatos presenciales y en la modalidad a distancia. Si se desciende al detalle, podríamos apurar que la tendencia es favorable a los estudios a distancia. Los autores en los que nos basamos para afirmar lo que decimos, realizaron estudios fundados en numerosos trabajos científicos que se plantearon esta problemática. En realidad, las conclusiones avalan lo que ya viene siendo común en este tipo de trabajos, es decir, que el rendimiento de los estudiantes depende más de los diseños pedagógicos de cada acción formativa que de los recursos seleccionados para el aprendizaje. Con diseños rigurosos, sean en formatos presenciales o en modalidad a distancia, los resultados no difieren significativamente. Cierto que existen estudios en sentido contrario, que pueden mostrar mejores resultados de los estudiantes que siguen propuestas de corte convencional. Sin embargo abundan más el otro tipo de trabajos probablemente por el triple empeño al que aludíamos más arriba”.

El futuro de la Educación a Distancia


“En los trabajos más recientes, los referidos fundamentalmente a los años que llevamos de este siglo, irrumpen con fuerza modelos mixtos, de EaD, blended learning. Parece que los mejores resultados siempre vienen apoyando estas propuestas. En una publicación del Departamento de Educación de Estados Unidos del año 2009, en la que se realiza una búsqueda sistemática de la literatura de investigación desde 1996 hasta 2008, se identificaron más de un millar de estudios empíricos de aprendizaje en línea. La selección de estos estudios se basó en el contraste con la enseñanza

presencial, en la medida de los resultados de aprendizaje y en la aplicación de diseños rigurosos de investigación, básicamente de carácter experimental o cuasiexperimental. Pues bien, tras esa revisión se encontró que, como promedio, los estudiantes en el aprendizaje en línea mostraron mejores resultados que los que recibieron programas cara a cara. Por otra parte, fueron superiores a ambas prácticas, los resultados de aquellos estudiantes que siguieron la modalidad de blended-learning. Otra reciente revisión y meta-análisis sobre numerosas investigaciones relacionadas con este tema que hemos tenido ocasión de consultar, publicada en 2013, continua insistiendo en que no existen diferencias significativas entre los resultados obtenidos en procesos formativos en formatos presenciales o virtuales. Finalmente, un reciente informe de 2015 titulado Preparing for the Digital University y financiado por la Fundación Gates dedica una parte principal del mismo a estudiar el estado de la educación a distancia. Otros apartados se centran en el blended learning, en la enseñanza virtual, la evaluación y acreditación de estos programas y en los MOOC. Respecto al apartado referido a la educación a distancia que comprende un metanálisis de 37 estudios y revisiones, se llega a concluir con evidencias que la calidad de los estudios a distancia son comparables o mejores que los tradicionales de educación presencial. En consecuencia, el mayor número de investigaciones evidencian que la eficacia en la educación no depende de los recursos tecnológicos, ni de los propios profesores, ni de los estudiantes, aunque todos ellos son decisivos, sino de la calidad de sus diseños pedagógicos. De ahí que, como decimos, no exista una diferencia significativa entre ambas modalidades. En fin, es evidente que los estudiantes a distancia no salen perjudicados en sus aprendizajes por seguir un curso en modalidad diferente a la convencional, que era en definitiva la crítica que se venía haciendo de la metodología a distancia al tratarla como una enseñanza de segundo nivel, una opción de calidad claramente inferior. Afirmaciones éstas que las investigaciones han desmentido clamorosamente avalando, en muchos casos, exactamente lo contrario”.


COMUNICACIÓN UNED: "AIESAD: Innovación, Calidad e Internacionalización"


Isabel Quiñones

Edición web: Elena Lobato

Comunicación UNED