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Madrid, 22 de junio de 2016




El rector del consenso

Tomás Ramón Fernández rector de la UNED de 1977 a 1982, ha sido distinguido con la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort


Tomás Ramón Fernández

Tomás Ramón en la UNED, en 1977 / Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort


A propuesta del ministro de Justicia Rafael Catalá, se ha concedido la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, patrono de los juristas, al Catedrático de Derecho Administrativo Tomás Ramón Fernández. La Gran Cruz, se concede para premiar el mérito a la Justicia y recompensar hechos distinguidos o servicios relevantes, de carácter civil, en el campo del Derecho.

Tomás Ramón Fernández desarrolló su dilatada y brillante carrera docente en varias universidades extranjeras, en la Universidad del País Vasco, en la Universidad Complutense de Madrid y en la UNED, como rector. También, es autor de numerosos libros sobre distintos ámbitos jurídicos. En la actualidad, y desde 2004, es Académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.


Tomás Ramón Fernández




De su época como rector de la UNED, el catedrático Tomás Ramón Fernández, recuerda su elección “Fui elegido Rector de la UNED en Diciembre de 1.977. La Universidad tenía entonces cinco años de vida solamente. Había crecido muy deprisa, demasiado deprisa, con la cuota de improvisación y de precariedad que ello conlleva”.

Pero a pesar de los retos, “nada sencillos” según sus propias palabras, que tuvo que asumir, el primer rector elegido en la UNED, recuerda a esta universidad, con profundo cariño. ”Fueron cinco años excitantes. Desde el Rectorado de la UNED, uno de los pocos lugares desde los que puede verse toda España, vi yo la transición política y cómo brotaba de ella la Constitución. Desde allí viví las primeras elecciones municipales de 1.979 con la lógica e inevitable inquietud, ya que la red de Centros se sostenía entonces gracias a la colaboración de un centenar de Corporaciones Locales, que en muchos casos pasaron de la noche a la mañana del azul al rojo a resultas de aquellas elecciones. Desde allí viví también las elecciones generales de 28 de Octubre de 1.982, que supusieron la reválida del sistema político. Por entonces se celebraron las nuestras, que yo había convocado antes del verano, no porque estuviera cansado y, menos aún, aburrido, sino porque, al cabo de cinco años, la Universidad necesitaba ya de otras manos y de otras ideas. La transición política había terminado y mi papel como Rector de transición también”.



Isabel Quiñones

Edición web: Óliver Yuste

Comunicación UNED