Josefina Gómez Mendoza. De 1984 a 1985, Rectora de la Universidad Autónoma de Madrid
Reseña
Nacida en Madrid en el seno de una familia de universitarios, estudió Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, en un momento cada vez más politizado de la universidad tardofranquista lo que le llevó a participar en la FUDE, en la Asociación Socialista Universitaria (ASU), acercándose más tarde al partido comunista en su versión renovada, aunque nunca militó. Profesora de la Universidad Autónoma desde 1969, logró la cátedra de Geografía de España, convertida posteriormente en Análisis Geográfico Regional. En el Rectorado encabezó un equipo que desarrolló una amplia labor de modernización institucional, del profesorado y de la investigación, optando por criterios de excelencia.
Rectora de la Universidad Autónoma de Madrid, del 1984 al 1985.
Vicerrectora de Ordenación Académica y profesora, de 1982 hasta 1984.
Decana de la Facultad de Filosofía y Letras, 1981-1982.
Directora del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, de 1987 hasta 1997.
Presidenta de la Asociación de Geógrafos Españoles, de 1993 al 1997.
Miembro del Consejo Asesor de Medio Ambiente en calidad de experto, de 1994 al 1996.
Académica de la Real Academia de Ingeniería (desde marzo de 2005).
Miembro del Consejo de Estado.
Miembro del Consejo Nacional de Bosques.
Presidenta del Grupo de Trabajo de Hist.del Pensamiento Geog. de la Asoc.de Geógrafos Españoles (desde 2001).
Full Member de la Comisión de Hist. del Pensamiento Geog. de la Unión Geográfica Internacional(desde 1996).
Miembro de la Comisión de Expertos para la elaboración de la nueva ley de la ciencia.
Entrevista
Publicada en El País (28/05/2006)
Una mujer en el Consejo de Estado.
Los profesores universitarios nos tenemos que jubilar a los 70 años para que nuestra jubilación sea viable, así que todavía me quedan unos cuantos años de actividad. Desde el punto de vista laboral lo vivo bien, con más curiosidades que nunca y, al mismo tiempo, con más miedos personales que nunca. Al pasar los años, los miedos personales van en aumento. La verdad, esto de envejecer es una faena.
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