Yves Charles Zarka, filósofo francés especializado en filosofía política, analizó en su ponencia la relación entre la política, el conflicto, la democracia y la violencia, señalando que “la política nos ha enseñado desde hace mucho tiempo que el conflicto revela algo de la esencia misma de la política” y que “el conflicto es ambivalente, puede ser superado por el compromiso y el acuerdo o desembocar en la violencia en la guerra. Si esto es así, entonces hay que abogar por el privilegio de la democracia frente a otros sistemas políticos”, pues, paradójicamente, la democracia “lejos de suprimir los conflictos, libera las barreras o las prohibiciones que afectan a otros regímenes”.
Zarka aclaró que “la democracia es el régimen de la regla legítima, es decir, el que el conflicto debe ser resuelto a través de medios jurídicos, políticos o administrativos, según el caso. La democracia libera, pues, los conflictos, pero rechaza la violencia hasta el punto de que sólo aparecerá en términos negativos: como una violación intolerable de los procedimientos legítimos para resolver las controversias”. “En este sentido”, añadió, “la democracia será el régimen que deja discurrir los conflictos, pero no es compatible con la violencia”.
En la conferencia de clausura, el catedrático José Manuel Pérez-Prendes, historiador del Derecho Español de gran relevancia y director de la revista e-SLegal History Review, analizó la necesidad de una nueva Constitución en España, señalando que nuestro país necesita " una nueva Constitución que se inspire en asumir su realidad histórica, en lugar de hacerlo como casi todas las anteriores, en establecer arreglos caducables entre partidos políticos".
Por su parte, el musicólogo y folclorista Joaquín Díaz, ofreció la conferencia Contrafacta y partidismo en los siglos XIX y XX, en las que analizó el sentido del contrafactum, un poema que se canta sobre la base de una melodía popular adaptada a la medida del texto, en la política. "El contrahacimiento", se señaló en la charla, "desde su origen, fue un recurso por medio del cual una persona, generalmente un comunicador, tratará de ajustar sus ideas a un metro preestablecido para comunicar algo más eficazmente: bien por la vía de una transformación calculada del modelo anterior, bien con la fuerza de una nueva propuesta, dando valor intelectual o emocional a su argumentos y aportando razones para defender una postura, en especial si le hace tomar partido por tratarse de la defensa de una cuestión social o de una ideología política.