Madrid, 3 de marzo de 2017

La decana de la Facultad de Geografía e Historia, María Jesús Pérex Agorreta, reunió a todos los directores de sus departamentos para entregar, junto con la vicerrectora de Estudiantes de la UNED, Consuelo Vélaz de Medrano, los diplomas a los estudiantes que el curso pasado finalizaron los estudios correspondientes a la Licenciatura de Geografía e Historia –última promoción- y los Grados de Geografía e Historia e Historia del Arte. Igualmente, recibieron las Medallas de la Facultad los profesores, profesores-tutores y miembros del Personal de Administración y Servicios (PAS) jubilados durante 2016, así como la Fundación Alvargonzález, por su colaboración con la Facultad en favor del estudio de las Humanidades. Fue su vocal director, Ramón Alvargónzalez, el encargado de entregar el XI Premio de 1.000 euros que otorga su fundación al mejor expediente académico de la Facultad, que en esta ocasión recayó en la alumna María Inmaculada Sánchez Zarapuz. El encargado de pronunciar la lección magistral del acto fue el catedrático de Historia Contemporánea de la UNED, Juan Avilés Farré, quien abordó el conflicto armado como constante histórica con la conferencia El miedo, el honor y el interés: pasado, y presente de la guerra.

Tras la revisión histórica, Avilés hizo referencia a la obra del sociólogo canadiense Steven Pinker para desgranar los factores que contribuyen al auge de la paz y el declive de la guerra, tales como la aparición del Estado, la implantación del libre comercio, la creciente influencia de la mujer –“menos favorable a la guerra que el hombre”- en la toma de decisiones, la moral cosmopolita, de la que puso como ejemplo los videojuegos a través de los cuales los jóvenes juegan con otros jóvenes de distintas nacionalidades aunque sean juegos de guerra, y el avance de la razón. Sin embargo, en este sentido, Avilés afirmó que en los últimos meses “no es que vayamos del todo bien, pues me temo que hay alguien bastante machista, que odia la moral cosmopolita, que odia los tratados de libre comercio y cuya actitud ante la ciencia es bastante lamentable como se ve en algunos comentarios que ha hecho recientemente sobre el cambio climático, que ha llegado a la presidencia de Estados Unidos, pero yo no me preocuparía demasiado”.

“La gran amenaza para la paz hoy”, continuó Avilés, “es el yihadismo”. “A partir de la irrupción de Al Qaeda en el escenario mundial, los occidentales nos hemos acostumbrado a asociar los términos de yihad y terrorismo, pero uno y otro tienen una carga semántica contrapuesta”, aclaró el ponente. “El término yihad significa esfuerzo, sobre todo esfuerzo por seguir el mandato de Dios y tiene por tanto en árabe una connotación muy positiva. En el Corán aparece como verbo en una expresión que significa esforzarse en el camino de Dios y tradicionalmente se ha entendido en un sentido guerrero. La yihad es, pues, la guerra inspirada por un propósito religioso, la guerra por el Islam, pero de acuerdo con los tratadistas clásicos es también una guerra justa, en la que se excluye la muerte deliberada de no combatientes, especialmente en el caso de mujeres y niños”.

Alvargonzález quiso convertir su discurso en un alegato en favor de las Humanidades, afirmando que “de igual manera que la memoria individual es la médula de nuestra identidad personal, y ahí están enfermedades devastadoras como el Alzheimer para recordarlo, la memoria colectiva es la argamasa que cohesiona las sociedades y permite reconocerlas. Y el depósito de esa memoria colectiva son las Humanidades que estudian, en primer lugar, las lenguas y sus expresiones literarias, sin cuyo uso correcto y preciso es imposible la formulación del pensamiento y la transmisión del conocimiento; el pasado de las comunidades humanas, por tanto el desentrañamiento de sus raíces; el patrimonio artístico en todas sus manifestaciones, expresión material de lo más sublime del alma humana; y los paisajes, escenario de los trabajos y los días de los hombres, en los que sobre el bastidor del medio natural, las sucesivas generaciones han dibujado, en un proceso secular, los rostros de la Tierra”.

“En muchas ocasiones”, continuó el representante de la Fundación Alvargonzález, “en foros sociales e incluso académicos, se lanza el interrogante de si es útil estudiar español, lenguas clásicas o modernas, Literatura, Filosofía, Historia, Historia del Arte o de la Música, o Geografía, desde planteamientos utilitarios de rentabilidad a corto plazo. La respuesta debe ser un rotundo sí, porque las Humanidades aportan capacidad de raciocinio, conciencia crítica, cohesión e integración social, sentimientos identitarios entre las personas, y de éstas respecto a los territorios, proyección de futuro de las comunidades; amén de ser instrumentos de goce y disfrute individuales, y por tanto causas de bienestar social. En este sentido, son los perfectos e impagables antídotos para prevenir extremismos sociales y políticos”.

La vicerrectora de Estudiantes, Consuelo Vélaz de Medrano, animó a los estudiantes que recibían sus diplomas a sentirse “legítimamente orgullosos del trabajo realizado” y afirmó que el acto académico que concluía con sus palabras no era sólo “grato”, sino un “acto de justicia con el que reconocer el trabajo de profesores y de alumnos”. Vélaz de Medrano aseguró a los asistentes que “cuando nos dicen que hay universidades en línea que lo hacen mejor que nosotros, mi reflexión siempre es la misma: que no de detrás de cada entorno virtual de aprendizaje hay una universidad. Espero que ustedes hayan sentido, a lo largo de sus estudios, esa universidad que les ha arropado y acompañado”.

Canal.UNED: Acto Académico Facultad Geografía e Historia. Entrega Medallas a Jubilados y Diplomas a Licenciados y Egresados 2015-2016

COMUNICACIÓN UNED: Galería de imágenes