Arte, herramienta de igualdad

El “Seminario para padres despistados”, trabajo sobre lenguaje inclusivo y relaciones entre lengua y género, protagonizó el II Premio de Igualdad. Lo entregaron el rector Alejandro Tiana y el director de la Oficina de Igualdad, José Matías Hernández, a la ganadora, Nuria Polo.

Alejandro Tiana y José Matías Hernández inauguraron la IX Jornada de Igualdad. El director de la Oficina de Igualdad recordó a los presentes el artículo 24 de la Ley de Igualdad que insta al sistema educativo a fomentar comportamientos no sexistas, “un precepto que se cumple con escaso éxito”, lo que justifica tanto la convocatoria de las Jornadas como la institución del Premio, “que esta vez adjudicamos a un proyecto que empieza a educar en valores de igualdad desde pequeños, porque, reconozcámoslo, cuando llegamos a la universidad todos estamos bastante creciditos como para enderezarnos, así que hay que empezar en la niñez”.

Tiana reconoció su implicación ética con la Ley de Igualdad, ya que participó en la elaboración de la misma como parte de su trabajo en la Secretaria de Estado de Educación mientras se redactaba, “así que no sólo forma parte de mi pensamiento, sinó de mi propia historia”. El rector se mostró orgulloso del papel de la UNED en la lucha por la igualdad real “somos una universidad fiel y activa defensora en estos principios, como demuestra que el equipo rectoral es el que más mujeres tiene en proporción en toda la historia; y en que nos distinguimos por eliminar barreras. También somos conscientes de que la educación por sí sola no resuelve el problema, pero ha de hacer sus tareas en el campo que le compete. Desde la Oficina de Igualdad se está haciendo un magnífico trabajo promocionando las acciones por la igualdad desde las manifestaciones artísticas. Sabemos hacer muy bien conferencias e investigaciones pero la música, la creación plástica, la literatura, el teatro o los monólogos que nos habéis presentado nos demuestran lo mucho que también tienen que ver los sentimientos y las emociones en la construcción de la igualdad”.

La ganadora del II Premio de Igualdad de la UNED, por su trabajo sobre lenguaje inclusivo y relaciones entre lengua y género, Nuria Polo Cano, profesora de Lengua Española y Lingüística General de la Facultad de Filología, agradeció a los presentes y al jurado su pronunciamiento a favor del Seminario para padres despistados, “pero sobre todo, agradezco la implicación de los padres y madres y profesores que asisten a nuestras charlas y la de los profes que trabajan y aportan su conocimiento y sus charlas y su trabajo a este blog”.

La cantautora, y antigua alumna de la UNED en Trabajo Social, María Ruíz, compartió con nosotros algunas de las canciones contenidas en su próximo disco, el primero, que se editará en breve. La emoción del estreno se sumaba a la emoción de sus razones “es un disco inspirado en las mujeres, con canciones escritas por ellas, dedicado a ellas, y sí, también a mí misma”. Y la dulzura y la fuerza detonaban la emoción en la canción-homenaje a las mujeres que, en la Puerta del Sol y durante muchos días, mantuvieron una huelga de hambre para exigir al Congreso leyes duras y medidas eficaces contra la violencia de género y el asesinato de mujeres por quienes una vez dijeron que las querían. Una canción que nació para una tarde en la que muchas artistas las acompañaron en su protesta y que ahora quedará plasmada en este disco. “Esta canción es un homenaje a esas mujeres que siguen levantando su voz y a todas las que ya no pueden hacerlo”.

Sara Escudero es actriz, presentadora de televisión y, sobre todo, cómica, creadora de textos que luego interpreta sobre los escenarios, una profesión perfecta, dice, para comprobar la simbiosis mujer artista/desigualdad. En el monólogo que ofreció en la UNED, “¡Tchiss… Calla y escucha!”, el feminismo y la crítica social se vestían de gag cómico y cada frase tenía la doble lectura que movía, el haz, a la risa, el envés, a la reflexión. Todo un arte esa pericia a la hora de combinar experiencias propias “cuando estaba en la tele, en un programa que ya tenía cierta notoriedad, uno de los jefazos me propuso ponerme tetas, operarme y ponérmelas más grandes, vamos; y así, sin ruborizarse ni nada, con toda naturalidad”; “estudie tres años de medicina y en una de las primeras prácticas en quirófano el catedrático nos advirtió, sobre todo a las alumnas, que había que tener cuidado para no desmayarse; se tuvo que comer su discurso cuando a los pocos minutos de empezar a manipular la sangre y los tejidos el que se cayó redondo fue un chico alto y recio como un pino”; con análisis económicos “soy hija de dos médicos y en mi casa, toda la vida, la nómina de mi madre era 1200 euros menos que la de mi padre, siendo los dos médicos de cabecera y teniendo ella como 200 pacientes más que él”; “al acabar un festival de humor en Bogotá, donde por primera vez actuábamos cómicas, me enteré de que, aunque cada gag había durado los mismos minutos, ellos habían cobrado 2000 dólares, y nosotras, 1000”; o autocrítica “hemos de acabar con una educación que hace que las mujeres seamos mucho más críticas con nosotras mismas que con los varones, que nos escrutemos unas a otras despiadadamente”, “esta mañana, al vestirme, como cada vez que me preparo para una actuación, debo tener en cuenta que las mujeres del público me van a escrutar: hay que huir del escote de fresca, de la camiseta harapienta, de vestirse como para ir de boda…”. El arte de Escudero está, precisamente, en lograr contar todo esto con tanta gracia.

A.M.A.R acrónimo de Amor, Muerte, Ausencia, Resistir, de Nacho Hevia, es una obra de teatro compuesta en cuatro escenas de crisis por las que todos pasamos: encuentros, pérdidas, ira, supervivencia, sueños… Se representan sobre un escenario desnudo, recorrido por juegos de luces y sombras. La obra es la primera del proyecto Inspira2, formado por la Fundación Inquietarte y FEDER (Federación Española de Enfermedades Raras), asociación a la que pertenecen las actrices o sus familiares. Ellas son Nieves González, que sube al escenario acompañada de su perra guía Gaona; María Elena Escalante, Elena Vergara, Aldha Pozo, Libertad Pozo y Mª Paz Díaz Meco. La voz del narrador va desgranando las escenas mientras en una esquina otro actor, Carlos Lombao, interpreta el texto en lenguaje de signos.

Pep Burgoa, licenciado en Filología Francesa, compañero trabajador de la Biblioteca de la UNED y cantautor clásico, interpretó varios temas, entre ellos, uno de los más conocidos de Georges Moustakí, que declara su amor a una mujer innombrable que, en realidad, no es un ser material, sinó la idea de la Revolución Permanente. Cantaba en catalán y francés, lenguas que usa, dice, cada vez más en sus actuaciones, aunque a la hora de componer, para él o para otros, suele recurrir al castellano. “Yo no he vivido de forma conflictiva el tema de la desigualdad porque en la generación anterior mandaban lo mismo, aproximadamente, ellas que ellos. Siempre he vivido más que rodeado de mujeres, supeditado a ellas. Hice una carrera de letras y los hombres estábamos en franca minoría. Luego, en el trabajo, aquí en la UNED y en mi puesto de la Biblioteca, siempre he tenido más jefas que jefes, más directoras que directores… Lo he vivido de forma natural y si alguna vez las he criticado ha sido en su condición de jefas, no de mujeres”.

Aida Fernández Vázquez

Fotografías: Óliver Yuste

Edición web: Elena Lobato

Comunicación UNED