La UNED es hoy esta gran Universidad gracias al trabajo acumulado de muchas
personas a lo largo de sus más de treinta años de existencia. Los anteriores
rectores y rectoras de la UNED son un buen símbolo de esa historia y de ese
trabajo. Por ello, les hemos pedido que, con total libertad y desde su propia
óptica, realizaran una breve semblanza de su paso por el Rectorado.
Estas páginas son una valiosa muestra de las vicisitudes que ha atravesado
esta Universidad. Al tiempo, son también una crónica contada desde la
perspectiva de sus más cualificados protagonistas y un testimonio de la
diversidad de valoraciones y opiniones que enriquecen a nuestra Universidad.
Por encima de las diferencias, la continuidad en la vocación de servicio de
la UNED hacia la sociedad refleja el hilo conductor de nuestra pequeña historia.
Gracias a nuestras rectoras y a nuestros rectores, por estas palabras y,
sobre todo, por todas las horas que dedicaron a la UNED y que, junto con cuantos
han colaborado con cada uno de ellos, han consolidado el prestigio y la realidad
presente.