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El día de los estudios filológicos en la UNEDEl rector de la UNED, Alejandro Tiana Ferrer presidio junto al decano de la Faculta de Filología, Julio F. Neira Jiménez el acto académico de la Facultad. Junto a ellos en la mesa presidencial: Laura E. Tudoras, vicedecana de Investigación y Profesorado y vicedecana primera; María D. Martos Pérez, secretaria de la Facultad; y Ricardo Mairal Usón, catedrático de la Facultad de Filología y vicerrector de Profesorado de la UNED, encargado de pronunciar la lección magistral: “Los estudios filológicos: una mirada hacia el futuro”. Durante el acto se procedió a imponer la beca a los egresados de Filología del curso 2015/16, también se entregó la Medalla de la Facultad al personal docente y de administración y servicios que se han jubilado. El acto termino con el recital: "Las hermanas Brontë: su literatura y su música". | ||
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Graduados en Estudios Ingleses: Lengua, Literatura y Cultura
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Graduados en lengua y literatura españolas
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Egresados de la Licenciatura en Filología Inglesa
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Egresados de la Licenciatura en Filología Hispánica
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De ese cálculo frío se obtiene la graduada que tienen delante, si bien no se explica del todo en quién me he convertido. Supongo que no dice mucho de quiénes somos. En la búsqueda de ese origen nos remitimos a la etimología del verbo estudiar, habituados como estamos a rebuscar en esos ecos de las palabras algo que nos hable de nosotros. El vocablo incluye matices del empeño, la disciplina y el orden romanos, pero también pinceladas que proceden del griego y que tienen que ver con la vocación, el ocio, la tranquilidad y la consagración del tiempo. Una síntesis en la que me veo reflejada. Porque es cierto que mi paso por la UNED tiene mucho de esfuerzo y sacrificio, pero no por ello menos gustoso y gratificante. Los prolegómenos de nuestra aventura se dibuja como un proyecto borroso que queremos instalar en una vida puesta en marcha ya. Una visita –solo por ver de qué se trata– a la página web; una visita furtiva en mi caso: por informarme un poco… Después la certeza se va dibujando en el horizonte más cercano, ¿por qué no? Lo puedo hacer poco a poco, a mi ritmo, sin prisas, sin presiones. Los míos se esperaban el anuncio de la decisión, supongo. –Ya verás -mentí yo-; no te vas a dar ni cuenta de que estoy estudiando otra carrera. | ||
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El inicio del trayecto se me antoja, ahora, lejano. Se me figura que comenzó con una nota al margen del manual que decía algo así como que en comunicación hay un emisor y un receptor. En las antípodas de este comienzo básico se halla una investigación propia, en mi caso, sobre expresiones coloquiales en árabe. Vértigo da pensar en todo lo que hay entre medias. Los comentarios de texto con sinalefa y rima consonante, metáfora y símil; el Generativismo; los sustantivos epicenos; la yod y el paso de OCULO a ojo; el septingentésimo; latín para valientes de Yugurta; La Regenta en rumano; el teatro de todos los siglos; la poesía que ha alimentado el alma de la humanidad; Quijote, Sancho, Dulcinea; Aristóteles, Cicerón, Edipo y su destino; Borges; los intersticios; Sor Juana Inés de la Cruz. Todo ello formando una masa que se me antoja informe y confusa, pero que sí explica, más que las frías cifras reseñadas, lo que soy. Los subrayados, las palabras clave y el esquema final se cruzan con una vida que fluye más allá de nuestros papeles garabateados con datos que hemos de memorizar. La vida y los que la habitan no entienden de fechas de exámenes, ni de plazos de entrega. Nosotros, estudiantes sin horarios de la UNED, organizamos nuestro año en torno a los ritmos académicos. En mi calendario se cruzó, entre otras, mi boda justo después de una PED en línea. Dos años después, los exámenes los hacía con un ronroneo de patadas en la barriga que me recordaban ese latir vital fuera de mis libros. | ||
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Y no quiero terminar mi intervención sin mencionar a mis iguales. Jamás pensé que estudios a distancia iban a acercarme a tantas personas valiosas repartidas por el mundo. He aprendido tanto de ellas que no me caben las palabras de gratitud. Y no me refiero solo a que las cafeterías para internautas y las terracitas con buen tiempo me enseñaron lo que significa “procrastinar”. Quienes nos hemos cruzamos virtual o analógicamente tenemos en común esta suerte de doble vida. La tecnología pone los medios y nosotros la voluntad de compartir, de debatir y de acompañarnos. He encontrado en estas personas colaboración desinteresada, verdadera vocación de estudio, amor por la literatura y pasión por la gramática. A veces ambos de forma simultánea. Hemos llorado juntos y nos hemos quejado de los sinsabores de la vida estudiantil sin querernos percatar de que estudiar nos insufla algo adictivo que nos atrapa para siempre. Sé que esa afirmación suscita ahí fuera perplejidad; alarma, incluso. Nosotros nos entendemos, sin embargo. Es un esfuerzo que tiene algo de doloroso placer. Así dicen del amor y yo me apropio de las palabras ajenas para referirme al estudio como una dulce amargura, un sabroso veneno. Estoy convencida de que conocéis esa sensación de ser gustosos rehenes de los libros: quien lo probó, lo sabe”. | ||
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Sonia Cubillo Fotografías: José Rodríguez Edición web: Elena Lobato Comunicación UNED | ||