Madrid, 12 de mayo de 2017

El año pasado se produjeron en España 2.222 accidentes de trabajo cada día laborable. De ellos, entre 9 y 10 (9,7) fueron graves o muy graves. Cada día laborable de 2016 murieron en España 2 ó 3 trabajadores (2,42) como resultado de un accidente laboral. Afortunadamente, en el sector universitario no se registran estos índices de siniestralidad laboral y, afortunadamente también, en casi todas las universidades españolas existen unidades PRL (Prevención de Riesgos Laborales).

La Unidad de PRL de la UNED está formado por José Luis Arrabal Canet y Fernando Mardones Morales –ambos personal de administración y servicios (PAS)- y depende de la vicegerencia de Recursos Humanos. Llevan años trabajando, formando, informando e implantado medidas y arañando presupuestos para mejorar la seguridad y salud, tanto del personal de la universidad, como de los diferentes espacios de los edificios de nuestra universidad. Su trabajo acaba de recibir el Reconocimiento a la Colaboración de instituciones y empresas de la Universidad de Sevilla, por su labor de apoyo al desarrollo de la prevención de riesgos laborales. También ha sido reconocido por la CRUE, entidad a la que la UNED acaba de dotar de una página web para la gestión interactiva de todas las unidades y servicios de PRLs universitarias.

José Luis Arrabal, primero por la izquierda, recibiendo el reconocimiento de la U. de Sevilla. Imagen cedida por la Universidad de Sevilla

El primer proyecto conjunto, que aspiran a implantar todas las universidades participantes antes de finalizar este curso, es la elaboración de unos paneles de señalización de rutas de emergencia en caso de accidente o riesgo. Incluyen planos de situación con las salidas y vías de evacuación de las instalaciones, un punto de referencia para las personas que afectadas, y todo tipo de indicaciones para que sistema funcione. “Nos hemos repartido el trabajo, de forma que cada equipo aporta una serie de registros y así se completan las fichas. Si cada universidad tratara de abarcar todos los datos el trabajo sería inabarcable o, cuando menos, quién sabe cuánto se dilataría en el tiempo. De esta forma cada universidad resuelve una parcela y la pone a disposición del resto, todos nos beneficiamos y tanto los recursos humanos, los económicos y el tiempo se reducen considerablemente. Todos ganamos. Sobre todo, gana la seguridad de todos”.

Imagen cedida por la Universidad de Santiago

El proyecto es un canal de comunicación, información y recursos que facilita el acceso a la comunidad virtual gratuitamente. “Lo presentamos ante la Comisión de Sostenibilidad de la CRUE y les encantó. La WEB surge de la necesidad de unificar tanto la información propia de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de las Universidades Españolas (documentación, buenas prácticas, etc.), como de las herramientas de comunicación y de trabajo común entre ellos (lista de distribución, directorio, encuestas, etc.). La UNED, como universidad activa en el Grupo de Trabajo de Prevención de Riesgos Laborales de la Comisión de Sostenibilidad de CRUE-Universidades Españolas, es la responsable de esta faceta, así como de las redes sociales del citado grupo de trabajo (@crue_prl).”

Todo había empezado unos años antes, cuando ambos compañeros elaboraron un prototipo de página web simple que permitía poner en contacto los grupos de su área de trabajo de todas las universidades españolas. Los que la vieron y usaron se declararon encantados. Hoy son 245 miembros perfectamente interconectados que se consultan, suben sus buenas prácticas y organizan grupos de trabajo integrados por personas de cualquier universidad. “Su acceso, intuitivo, ágil y dinámico, permite que los usuarios de la web naveguen fácilmente por su estructura y contenido, enlazando tanto áreas que nos son propias como Servicios de Prevención, como otras de carácter institucional relativas a la propia CRUE-Universidades Españolas”, señala Mardones.

Ambos pueden sentirse orgullosos de su proyecto, que ha recibido una magnífica acogida y que continuamente implementan con más servicios y opciones, como encuestas, formularios, incluido un servicio para aquellas universidades que carecen de servicio de PRL y al que pueden acceder directamente alguno de sus miembros. “También se ofrece un apartado de noticias, en formato blog, donde se van presentando las últimas novedades del grupo de trabajo, con reuniones, reconocimientos, etc…”.

Dentro de unos días habrá un simulacro de incendio. Las alarmas saltarán y todos y cada uno de los trabajadores de la sede central de la UNED deberán salir ordenada y serenamente hacia un punto de encuentro determinado. El aviso ha llegado ya por correo electrónico y cada equipo sabe por qué escalera y por qué puerta debe salir y en qué lugar exacto de la calle ha de reunirse con sus compañeros de despacho. Esa es la más vistosa, quizá, de las funciones de la PRL de la UNED. Pero no la única. Ante una enfermedad, un accidente o una situación que comporte riesgo, todos nosotros sabemos que podemos recurrir a la unidad de PRL para que estudien nuestro caso, individual y discretamente, y nos ayuden a solucionarlo.

Pero existen muchas tareas menos visibles cuya ejecución y resultados se nos escapan. “Cada año”, cuenta Arrabal, “realizamos como mínimo la inspección de tres edificios, de sus sistemas de evacuación, de la señalización, de sus equipamientos, los cableados, la transitabilidad de los accesos…, de forma que cada cuatro años estén revisadas todas las instalaciones de la UNED. Detectamos todos los riesgos para corregirlos, desde un cable, hasta la correcta sectorización del inmueble. Elaboramos un informe y proponemos la adopción de medidas preventivas o correctoras que han de asumirse para minimizar y controlar esos riesgos. Obviamente, el objetivo final es eliminarlos, pero siempre desarrollamos un plan de prioridades con sus consiguiente plazos, para acometerlos y asignarles recursos”.