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Madrid, 19 de febrero de 2018




Mapas de Memoria: homenaje, dolor y dignidad para las 4000 víctimas del franquismo en Ciudad Real





El rector de la UNED, Alejandro Tiana, participó en la presentación de “Mapas de Memoria”, el libro que recoge los nombres de 3.887 víctimas mortales de la represión franquista en la provincia de Ciudad Real. El emotivo acto reunió en los salones de la Diputación Provincial, con el presidente José Manuel Caballero como anfitrión, a familiares y amigos de los asesinados en los años 30, 40 y 50, con los autores de la investigación recogida en el libro, liderados por Julián López, antropólogo y presidente del Centro Internacional en Estudios de Memoria y Derechos Humanos (CIEMEDH) de la UNED.


Tiana y Caballero


Toma de la sala


El patio de columnas de la Diputación de Ciudad Real se reserva para los actos más importantes de la provincia, como la celebración del día de la Constitución o alguna efeméride relacionada con el vino, el producto estrella de la economía local. Hoy ese espacio y un salón contiguo se desbordan con decenas y decenas de personas que van llegando cargadas de emociones a una cita muy especial: un libro. No es un ensayo ni una novela, tampoco poesía, ciencia o ficción. En sus páginas se recogen 3.887 nombres de hombres y mujeres asesinados por el franquismo en la provincia, en los años 30, 40 y 50.


Nombres que durante minutos y minutos –son casi 4.000- van recorriendo, en ininterrumpida letanía de blanco sobre negro, el par de grandes pantallas que escoltan el escenario. Mientras, un llanto de violines vibra entre las columnas del hermoso patio de la Diputación con La lista de Schindler, de John Williams; Cant del ocells, de Pau Casals; Tango, de Isaac Albéniz y Para la Libertad de Joan Manuel Serrat, interpretados por el grupo Arnoia Ensemble.






La emoción se contagia entre familiares, amigos, descendientes que nunca conocieron a los muertos que se lloraban en sus casas y entre los investigadores y autoridades asistentes. En medio del escenario, el grueso volumen encuadernado en azul oscuro reposa sobre un cojín de terciopelo rojo. Rojo como la sangre derramada por tantos republicanos asesinados sobre cuyos restos se asentó la dictadura franquista. Rojo, como el dolor de los hombres, mujeres y niños que los perdieron por defender sus ideas y que hoy, después de décadas silencio, dolor y luto reprimidos, pasados 75 años desde el último muerto, hoy les rinden homenaje público, restituyen su honor a través de sus nombres, y los dignifican.

Libro


40 años de espera



Julián López

“Llevaban 40 años esperándonos” – se emociona Julián López al recordar los 8 años de investigación que les llevaban de casa en casa, preguntado a las hijas, a las hermanas ya ancianas, a los nietos y a los vecinos. Les traían un dato, una fecha, algunas líneas del expediente, algún detalle de la condena, de los traslados, la fotocopia de un archivo municipal o de Defensa, el apunte de la cárcel o del enterrador del pueblo o la nota de un testigo de la ignominia ocurrida en una cuneta. Y aquello ya suponía la primera constatación de la memoria. En respuesta, les contaban su historia y les decían que, si era posible, querían recuperar los restos, pero si ni eso se podía, se conformaban: “yo quiero, por lo menos, ver su nombre en algún sitio, si es su nombre en el cementerio mejor, porque así tengo un lugar dónde llevarle flores”.


“Nuestro trabajo consistía en ir buscando muertos”, recordaba López. ”Hemos visitado centenares de casas; hemos hecho más de 50.000 kilómetros por la provincia de Ciudad Real; hemos registrado cientos de entrevistas de las que salíamos emocionalmente agotados, pero a la vez emocional e intelectualmente gratificados. Nos estaban esperando. Y este listado de nombres que hoy entregamos es fruto en buena medida de su memoria, que se ha negado a ser anulada. Del tesón de tantas madres, hijas y nietas que han conservado el relato, la carta de despedida, las fotografías, las listas de los fusilados de su pueblo. Gracias a todos, pero sobre todo a ellas, ha sido posible esta recuperación”.


El acto en el bello e institucional patio de la Diputación de Ciudad Real que tanto conmueve a los asistentes es, en realidad, la culminación de una carrera de obstáculos de un equipo de investigación que nació al calor de la ley de Memoria Histórica. “Son 8 años que iniciamos con un proyecto financiado por el Ministerio de la Presidencia y dirigido por María García Alonso, que nos permitió el primer acercamiento. Después vinieron años duros para la investigación y a partir de 2011 nos retiraron la financiación. Debo decir que en estos años complicados para investigar la represión franquista y la vulneración de Derechos Humanos, tuvimos dos grandes aliados: la Diputación de Ciudad Real y la UNED, mi universidad y nuestra universidad, porque es la segunda en número de alumnos de esta provincia. En el año 2015, con Alejandro Tiana como rector, la UNED creó el CIEMEDH (Centro Internacional de Estudios sobre Memoria y Derechos Humanos) en el que participan también las universidades de Barcelona, Minessota, el CSIC y la Sociedad de Ciencias Jurídicas Aranzadi. Decisiones como esta hacen que me sienta especialmente orgulloso de mi universidad. Un año después, la Diputación de Ciudad Real toma la iniciativa de ayudar al equipo para investigar todos los nombres de muertos, todas las fosas y, en su caso, dignificarlas y exhumarlas. Tenemos ante nosotros 4.000 vidas segadas injustamente por la acción malvada de un régimen que se asentó sembrando el terror. Pero estos 4.000 no son todos los muertos. Posiblemente nos queda por sumar algunas decenas, quizá algún centenar más”, aseguraba emocionado el profesor Julián López.




Foto familia

El estruendoso silencio de los muertos



Francisco Alía


El historiador de la UCLM (Universidad de Castilla-La Mancha) Francisco Alía, miembro del equipo investigador, ofrecía datos tan sintéticos como estremecedores sobre las víctimas de la represión franquista: ¿cuántos han sido?, ¿cómo ocurrió?, ¿por qué los mataron? “Queda aún mucho por investigar, porque la historia no tiene punto final. Actualmente conocemos datos de más o menos la mitad del territorio español. Suponemos que la represión total del franquismo está entre 130.000 y 145.000 víctimas, de ellas 35.000 ejecuciones en la posguerra. Resulta muy difícil cuantificarlas porque durante la guerra la mayor parte de las ejecuciones fueron extra judiciales y los registros civiles se paralizaron. En la posguerra los fusilamientos se realizaron tras consejos de guerra, y esas las conocemos. Pero en los primeros meses, fruto de la ira y el rencor, se mató a muchos sin juicio alguno”.


Alía aborda también el cómo. “La represión tuvo múltiples caras y cada momento tuvo su estrategia. La más importante fue, sin duda, la eliminación física de los enemigos. La gran mayoría de las víctimas no tenían delitos de sangre, su culpa era política: pertenecer a partidos y sindicatos de izquierda o haber ostentado algún cargo público. Nunca se cumplieron las reiteradas proclamas del momento: si no has manchado tus manos con delitos comunes, ven. Franco te ofrece la paz, trabajo, pan y justicia; si no has cometido crímenes no tienes que temer, la España Nacional es justa y generosa…








A la muerte de los enemigos suma el profesor Francisco Alía otras medidas. “Estaba la represión sobre los vivos, que creó un escenario de miedo indefensión e inseguridad en el que no había lugar para los indiferentes o neutrales. La represión política se acompañó de la represión psicológica, administrativa, e incluso económica, que era enormemente cruel en años de terrible hambre y miseria. El sistema de racionamiento de alimentos, generalizado en mayo de 1939 se convirtió en el principal sistema de control social. Se privaba a los que no mostraban públicamente su admiración por el régimen de los productos del mercado oficial, enviándolos al mercado negro y de estraperlo donde el precio era hasta 10 veces superior”.



¿Y por qué tanta muerte? Alía reconoce que durante la Guerra Civil hubo muchas víctimas en ambos bandos, pero baraja la cifra de 50.000 enemigos del régimen ajusticiados en la posguerra acusados de crímenes cometidos por el tan publicitado por los ganadores “terror rojo”. El historiador de la UCLM establece el inicio de la escalada de asesinatos de posguerra en “la Ley de Responsabilidad Política, de 9 de febrero de 1939, que buscaba culpables con efectos retroactivos, desde 1934. La Instrucción reservada número 1, que el general Mola envió a todos los comprometidos en su aplicación decía: Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al Movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas. Ha de advertirse a los tímidos y vacilantes que aquel que no esté con nosotros está contra nosotros y que como enemigo será tratado. Se trataban no sólo de castigar, sino de erradicar cualquier atisbo de oposición. La violencia institucionalizada se articuló con numerosas leyes y su ejecución fue fríamente planificada y organizada desde arriba, desde el mismo centro del poder”.



El antropólogo de la UNED Juan López añade a éstas, otras razones que permiten entender la dureza del franquismo con los republicanos vencidos y explica en parte como una provincia como Ciudad Real acumula tantos muertos en las cárceles franquistas, fusilados, cuneteados, agarrotados, cazados en emboscadas contra la guerrilla. “Es la provincia con más víctimas mortales durante la posguerra de toda España y la séptima si incluimos los datos de la Guerra, superada sólo por Córdoba, Málaga, Sevilla, Zaragoza, Asturias y Badajoz. ¿Por qué una represión tan dura? Los fusilamientos, los disparos al amanecer, y el garrote vil -una técnica muy empleadas en Valdepeñas, no sabemos la razón- tienen un punto de espectáculo y venganza: es la pedagogía del fusilamiento”.

Durante el acto se leyeron tres cartas, las últimas palabras de dos presos condenados a una muerte inminente. En ellas se distribuían las pocas pertenencias del reo, “…dale el traje nuevo a mi madre, que lo pagó ella, y los otros a mis hermanos para que los gasten…”; se enviaba un mensaje a la hija, “…que mi chatita aprenda a leer y escribir para que sepa defenderse…” y se aludía a la injusticia “...no me voy con las manos manchadas de sangre… recuerda que matan al hombre, no la idea…”

Herederos llorando

Valdepeñas 9 de julio de 1940. Prisión 1ª Galería 1ª Celda Enfermería

“Mi querido compañero y hermano de clase Nicasio:

un saludo revolucionario en los últimos días de mi vida, deseándote salud y suerte.

Mi querido y fiel compañero Nicasio, quiero dejarte un recuerdo en estos momentos de mi vida tan gloriosos para la Historia y nuestros ideales. Hoy día 9 de junio, hace un año que me trajeron a esta prisión. Me juzgaron el 13 de diciembre de 1939 y me pidió el fiscal garrote vil. De 55 que fuimos a juicio quedamos 5, así que son pocos los días que me quedan de vida. En estos momentos nada me asusta. Me siento orgulloso. Únicamente muero por un ideal, no por ladrón y criminal. Nadie me conoce mejor que tú y sabes que no tengo nada más que bondad.

Nicasio, para el día que tu regreses a España lo único que te encargo es que seas el padre de mis 6 hijos y mi desgraciada Dolores que tan buena ha sido para mí, hasta los últimos momentos de mi vida.

Nicasio, Antonia te contará todas nuestras aventuras. Nicasio, me voy tranquilo, que los que habéis tenido la suerte de salvaros en su día haréis justicia más limpia, y por mi muerte no toméis represalias contra nadie.

Nada más. Me despido con un ¡Viva la República! Y el Partido Socialista. Te abraza para siempre tu verdadero compañero que lo fue."

Inocente González


Listado víctimas


Unas 850 víctimas murieron en prisión, “en aquellas terribles condiciones de los comienzos de los años 50, donde hemos documentado desesperados intentos de evasión. Como el de la cárcel de Almodóvar, en enero de 1940, al que siguió una auténtica carnicería, con más de 40 muertos. Pero también se dispersaron por prisiones de otras provincias. Por ejemplo, había muchísimas mujeres condenadas a cadena perpetua: en la cárcel de las oblatas, en Tarragona, la mayoría de las condenadas a cadena perpetua eran de Ciudad Real”.


Los ajusticiamientos se justificaban a posteriori, sin razón alguna, como muestra, uno de los expedientes recogidos en Mapas de Memoria. “ Hemos encontrado datos de un acusado de haber participado en decenas de asesinatos ordenados por los comités de guerra en año 36. Había sido detenido en el 40, cuando tenía 17 años. Por tanto, al inicio de la Guerra, habría cometido los crímenes con 12 ó 13 años. ¿Resulta creíble? Como él tenemos más de 200 fusilados que en tiempos de la violencia del 36 tenían menos de 18 años. Ellos, igual que la inmensa mayoría de los muertos tras juicios sumarísimos, fueron injusta e indiscriminadamente condenados”.


Para entender esta sinrazón, Julián López, señala que Ciudad Real “fue una provincia fiel a la República hasta el final, una provincia de grandes propietarios y caciques, una provincia de orden, donde se produjeron colectivizaciones y se acusó de atentados contra la religión. Franco vio fantasmas por todos lados y decidió acabar con ellos: fueron fusilados, cuneteados, agarrotados, 105 alcaldes, dos centenares de concejales y la mayoría de los cargos directivos de las organizaciones sindicales y políticas. Muchos por escribir o firmar escritos de intelectuales, de poetas y gentes del mundo del derecho, cuya prometedora obra ya no conoceremos. Pero cuyo nombre está en este libro”.


Memoria y universidad: rigor y orgullo


El rector de la UNED fue el encargado de entregar Mapas de la Memoria al presidente de la Diputación. Me siento orgulloso de esta investigación”, afirmaba Tiana. “Orgulloso por el trabajo arduo y riguroso que han hecho nuestros profesores, los colaboradores, los que empezaron como estudiantes y, pasados ya 8 años, ya pertenecen de hecho a nuestro equipo docente. Por historias familiares sé lo que supuso la Guerra civil y las heridas que, tarde ya, se empiezan a cerrar. Creo que los primeros gobiernos democráticos deberían haber hecho ya mucho para que aliviar estas cicatrices, pero como no ha sido así, agradezco es esfuerzo y las aportaciones de nuestros investigadores, de nuestro Centro Asociado en Valdepeñas, de la Diputación de Ciudad Real y del l CIEMEDH de la UNED, por todo lo que han conseguido con este excelente trabajo”.


El rector recordó el impacto que le causaron, cuando en su día los visitó, los memoriales de Vietnam, en Washington y el del Holocausto en Berlín. “En el primero se recogen los nombres de todos los soldados caídos sobre dos imponentes losas verticales de mármol negro; en el segundo, bajo una estructura de piedra, en los sótanos, están escritos los nombres de todos los judíos asesinados en los campos de exterminio nazi. Nosotros empezamos por algo más modesto: este libro lleno de nombres. Pero pueden estar seguros que este equipo, del que pueden sentirse, como yo, orgullosos, seguiremos, mientras nos sea posible, dignificando y honrando la Memoria”.





Tiana

Tiana y Caballero






Tras recibir Mapas de Memoria de manos del rector Tiana, José Manuel Caballero, presidente de la Diputación de Ciudad Real, reconoció que “este es un día feliz pese a las lágrimas en los ojos. Para mí, el más feliz desde que tomé posesión de mi cargo en la Diputación. Un día feliz para nuestros jóvenes, para que sepan qué ocurrió y eviten que la historia se repita. Un día feliz para los familiares, descendientes y compañeros de los hombres y mujeres que defendieron nuestros mismos valores de libertad y justicia”.


“Hace ya 40 años que con nuestra Constitución pactamos perdonar. Pero perdonaron más los que más sufrieron en los anteriores 40 años de represión, perdonaron más los que perdieron a los suyos. Pero perdonar no significa olvidar. Y aún sin poder devolversles la vida, los bienes, no podemos mirar hacia otro lado. Tenemos el deber de rerstituir su memoria y su dignidad. Hemos decidio dejar de ser espectadores y pasar a la acción, de mano de estos investigadores, que con rigor académico y científico han recogido vuestra emoria y nos la entregan en este libro”.


Caballero se comprometió a continuar con la acción iniciada en ese momento. “Tenemos una Diputación muy saneada y os aseguro que para este fin no faltarán recursos. Actualizaremos nuevos datos, se localizarán las fosas y se actuará sobre ellas, exhumando las que se pueda, construyendo memoriales allí donde se decida, para la recuperación democrática. Hoy, en este edificio oficial, ante el escudo constitucional, acompañados de la Carta Magna y de las banderas oficiales de nuestro Estado, podemos decirles a los que ya no están que su sacrificio, su dolor, no ha sido en vano. Hemos tardado 30 años pero hoy, por fin, su país les honra”.


Caballero


Un paso adelante





Patio





Entrevistados


Para el equipo del CIEMEDH de la UNED, Mapas de Memoria es el primero de los muchos pasos y retos que afrontarán en esta investigación. “Entregar nombres en cualquier formato es una manera de restitución. Reconforta”, dice Julián López. “Son restituciones más fuertes si esos nombres salen en un libro o si esos nombres se publican junto a las fosas de origen, en el cementerio. O más, si es posible la localización y devolución de restos. Hoy, como resultado de un intensa investigación estamos en disposición de nombrarlos a todos”.


Sin embargo, el antropólogo sabe que “es posible que estos 4000 ni siquiera sean todos los muertos. Posiblemente nos queda por sumar algunas decenas, quizá algún centenar más. Por ejemplo, entre 1934 y 1939, la media de suicidios en la provincia era de 25 personas al año. En el año 40 se registraron 86 suicidas y al siguiente, 89, ¿cómo no vincualr estos hechos con la represión franquista?. O los bombardeos sobre la población civil -como el de Alcázar o el de la estación de tren de Almadenejos, especialmente cruentos-, que están sometidos a debate: ¿deben o no entrar esos muertos en las estadísticas de víctimas? ¿ Y cómo olvidar a los muchos que fueron excarcelados y murieron en sus casas meses después, o a tantos niños, hijos de represaliados, que murieron de hambre”…


Julián López adelanta el futuro estudios sobre “los miles que sufrieron otro tipo de represión distinta a la muerte: años de cárcel, exilio y exclusión social. La represión sobre tantísimas mujeres que quedaron solas y tuvieron que sacar adelante a sus familias en las peores condiciones imaginables”. Y casos asombrosos, “estamos estudiando un expediente de más de 2.000 páginas que se encuentra en el Archivo Histórico de Defensa sobre un proceso sumarísimo contra 480 mineros de Almadén, si han oído bien 480 mineros. De ellos decían las autoridades franquistas: la justicia militar ha sido en Almadén tan competente y afanosa como en el resto de España pero aquel establecimiento minero requiere una labor distinta si es que el generoso Estado Español quiere contar en Almadén con servidores absolutamente adictos. Pues por el momento no ha alcanzado allí profundidad la vibración patriótica que en toda España existe a favor del Salvador Movimiento Nacional. No duden que seguiremos investigando, pero de momento, gracias. Gracias por abrirnos las puertas, gracias por habernos esperado, con la memoria intacta, 30 años”.


El equipo liderado por Julián López García, está formado por los investigadores María García Alonso, Jorge Moreno Andrés y Alfonso Villalta Luna (del Departamento de Antropología Social de la UNED), Tomás Ballesteros y los estudiantes del Máster y Doctorado Pilar Rodrigo, Isabel Rodríguez, Pedro Patón (UNED) y Luis Pizarro Ruiz (UCLM). Cuantan con colaboraciones de otros expertos de primera línea como el antropólogo forense Francisco Etxeberria Gabilondo o el profesor de Historia Contemporánea de la UCLM Francisco Alía Miranda.


COMUNICACIÓN UNED: Galería de imágenes


Mapas de Memoria (19/02/2018)


Aida Fernández Vázquez

Fotografías: José Rodríguez Rodríguez

Edición web: Elena Lobato Toledano

Comunicación UNED