Alicia Cámara, catedrática de Historia del Arte de la UNED, impartió la conferencia “El duque, el embajador y el pintor. Valladolid 1603”,conferencia que la profesora Cámara definió como “una pequeña historia de corrupción, de deseo, de poder, de belleza, del arte de saber mirar, de los usos de la obra de arte, en el reinado de Felipe III, cuando en realidad el que ostentaba el poder era el Duque de Lerma”.
La profesora Alicia Cámara, a continuación, con su erudición y envolvente voz, nos trasladó a la realidad de los tres protagonistas de la conferencia. "El duque de Lerma, valido del rey Felipe III, Annibale Iberti embajador del duque de Mantua Vincenzo Gonzaga, de quien conocemos una riquísima correspondencia, y uno de los pintores más famosos del Barroco, Pedro Pablo Rubens, son los tres ejes de esta conferencia. Durante la estancia de la corte en Valladolid, trasladada desde Madrid entre 1601 y 1606, el duque de Lerma consiguió que el duque de Mantua le enviara copias de famosas pinturas, al rey una carroza, arcabuces y bellos caballos, y a los poderosos de la corte, como Franqueza, o Rodrigo Calderón, obras de arte diversas. Lo consiguió gracias al embajador del duque de Mantua, Annibale Iberti, en cuya correspondencia con su señor encontramos muchas noticias sobre la vida cortesana en esos años, pero también sobre la corrupción tejida en torno al duque de Lerma. El duque de Mantua, envió con esos regalos a su gran pintor, Pedro Pablo Rubens, siendo la presencia del pintor parte del regalo. Las circunstancias de la llegada del pintor y su recepción en la corte, son narradas tanto en las cartas de Iberti como las del mismo Rubens. En su primera visita a España en este año de 1603 –volvería muchos años después- Rubens hizo una de sus obras maestras, que fue el retrato ecuestre del duque de Lerma, hoy en el Museo del Prado. En la conferencia se abordan también cuestiones como la de la copia y el original, el uso de la obra de arte en las relaciones políticas, o el manejo del espacio para poner en valor la belleza de las pinturas, como hizo Rubens para la mirada del duque de Lerma”.