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José Elguero Bertolini

Doctor honoris causa por la UNED 2019

Concepción López García. Catedrática de Química Orgánica y Bio-Orgánica de la UNED


Concepción López García

Sófocles decía «La mayor alegría es aquella que no esperamos». Pues bien, el día que el Departamento de Química Orgánica y Bio-Orgánica, me propuso como madrina del Profesor Elguero, en su investidura como doctor honoris causa por esta Universidad, supuso para mí, además de una gran alegría, una grata sorpresa y también un verdadero honor, todo ello fruto de la admiración personal y profesional que siento hacia él desde hace más de treinta años.

Además, ¿puede haber algo mejor que tener la oportunidad de elogiar a quien para mí y para muchos de nosotros ha sido referencia insustituible a lo largo de nuestra carrera profesional?

Desde luego, complicado no es. Su trayectoria lo hace muy sencillo y además me hace mucha ilusión poder hacerlo.

A ciencia cierta, la única complicación que he encontrado a la hora de preparar esta semblanza ha sido, sin duda, la de poder condensar la larga y fructífera carrera profesional de José Elguero, y todo cuanto ha representado y representa en el panorama científico nacional e internacional. Son ya más de sesenta años dedicados a la investigación en el corazón de la Química.

Pero antes de relatar los hitos más importantes en la vida del doctorando, los logros conseguidos o sus aportaciones científicas, me gustaría agradecer a la UNED el apoyo a esta propuesta de incorporación del Profesor Elguero como doctor honoris causa a nuestro Claustro universitario. Propuesta que, en nombre del Departamento hizo con muchísima ilusión, su entonces directora, la Dra. Pilar Cabildo y que fue refrendada por unanimidad por el Consejo del Departamento, por la Junta de la Facultad de Ciencias y finalmente por el Consejo de Gobierno, en octubre del año 2017.

José Elguero nació y estudió en Madrid. Se licenció en Químicas por la Universidad Complutense, Universidad Central entonces, aunque de todos es conocido que la primera parte de su formación científica se desarrolló en Francia, donde permaneció algo más de veinte años.

Fue precisamente en el país vecino donde inició sus primeros pasos como químico, trabajando para la empresa de perfumes Lautier Fils, en la Provenza francesa.

Como ha descrito el propio Elguero en alguna ocasión:

La química que allí se hacía se basaba en caracterizar los aceites que se importaban de diferentes países, con técnicas que incluían medir el poder rotatorio (con un polarímetro), el índice de refracción (con un refractómetro Pulfrich), la densidad (con una balanza de Mohr) y el punto de ebullición. Eso era la «química», la rama plebeya de la perfumería.

Tras su experiencia en el mundo de los perfumes realizó la tesis doctoral con el profesor Robert Jacquier, en Montpellier y unos años más tarde también obtuvo el doctorado por la Universidad Complutense. Desarrolló su carrera investigadora en Montpellier y Marsella; después en Inglaterra, en Norwich; en la ciudad belga de Mons, y posteriormente en Lund, Suecia. Durante este periodo, que abarca 20 años, y antes de volver a España, ya contaba en su historial con más de 220 publicaciones, algo excepcional para aquella época entre los químicos españoles. A su llegada a nuestro país, el Profesor Elguero se incorporó al Instituto de Química Médica del CSIC, aquí en Madrid, donde permanece actualmente como profesor de investigación ad honorem.

Las contribuciones de Elguero a la química han sido numerosas, fruto de las colaboraciones que ha establecido a lo largo de su carrera profesional.

Por ejemplo, en el campo de la química heterocíclica, ha estudiado la tautomería, los enlaces de hidrógeno y la aromaticidad en sistemas heterocíclicos. El libro The Tautomerism of Heterocycles, tanto en su edición original como tras su actualización, es referencia imprescindible para los químicos de todo el mundo.

En química física, ha investigado el comportamiento espectroscópico de los heterociclos y de los sistemas organometálicos por RMN y la aplicación de la química computacional al estudio de las estructuras y la reactividad de estos sistemas. También ha participado en estudios cristalográficos en el campo de la ingeniería de cristales.

En química sintética ha contribuido a áreas como la catálisis por transferencia de fase, la fotoquímica, la pirolisis, la química en estado sólido y en fase gaseosa, la sonoquímica y la química de microondas, entre otras.

En química médica, ha utilizado los métodos matemáticos de relaciones cuantitativas estructura-actividad (QSAR) para el diseño de un gran número de compuestos biológicamente activos con diferentes aplicaciones terapéuticas. Su disciplina, constancia y, sobre todo, su afán y capacidad para obtener el máximo de información posible sobre la materia que fuese, pero fundamentalmente la científica, le han llevado a poseer una visión global excepcional, convirtiéndole en el nexo y referencia indispensables en la investigación interdisciplinar de muchos y muy diversos grupos investigadores, tanto en nuestro país como fuera de él.

Hasta el día de hoy ha publicado 1704 artículos en las más prestigiosas revistas y publicaciones científicas nacionales e internacionales. Es autor de 36 libros y capítulos de libros; 93 discursos y trabajos de divulgación y de 5 patentes e inventos.

El trabajo realizado a lo largo de su carrera ha logrado muchos reconocimientos como han sido el Premio «Schutzenberger» de la Société Chimique de France (1968); Medalla de Oro de la Real Sociedad Española de Química (1984); Premio Solvay de la Fundación CEOE (1988); Premio Santiago Ramón y Cajal, del Ministerio de Educación y Ciencia (1993); Académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (2004); Premio Miguel Catalán de la Comunidad de Madrid (2005); Académico en la Academia de Artes y Ciencias de Barcelona (2006); Medalla de Plata del CSIC; Lilly Foundation Distinguished Career Award (2008); Académico de Honor de la Real Academia Nacional de Farmacia (2009).

También ha recibido la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio y es doctor honoris causa en Ciencias por las Universidades de, Castilla-La Mancha, Autónoma de Madrid, Zaragoza, Oviedo, San Petersburgo y Aix-Marsella III, y en Farmacia, por las Universidades de Alcalá de Henares y Montpellier I.

Ha sido Presidente: del Consejo Superior de Investigacio- nes Científicas; del Consejo Social de la Universidad Autónoma de Madrid; del Foro Química y Sociedad y de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (hasta hace solo unos meses). También ha sido miembro de los Consejos Asesores Internacionales del Campus de Excelencia Internacional de la Universidad de Oviedo y del Pôle Chimie Balard de la Universidad de Montpellier.

En el capítulo referido a la divulgación, la política científica o la propia historia de la química en nuestro país, el Profesor Elguero ha llevado a cabo una labor decididamente activa, tanto a través de los medios de comunicación especializados como en los convencionales. Su participación en cursos, conferencias y otros eventos relevantes, le han servido de tribuna para transmitir y dar a conocer sus distintas reflexiones sobre la historia de la Química en España, el estado actual de la investigación científica, o su visión sobre la implantación de políticas necesarias de inversión y de gestión a llevar a cabo en nuestro país.

Leonardo da Vinci decía: «Poco conocimiento hace que las perso- nas se sientan orgullosas. Mucho conocimiento, que se sientan humildes». Y es la humildad una de las muchas cualidades del Profesor. Se considera un obrero de la química y sobre su carrera opina que «ha sido modesta para los demás y solo importante para él». Pero los químicos que se han formado y beneficiado directamente de su magisterio, conocemos bien la importancia y la trascendencia que su trabajo ha tenido para el mundo de la química en nues- tro país y fuera de él. Somos varias las generaciones quienes debemos una inmensa gratitud a quien ha sido, es y será un referente y modelo a seguir en este apasionante mundo de la investigación científica.

Yo recomendaría, aunque sé que muchos de los presentes ya lo han hecho, leer sus escritos y artículos o escuchar algunas de sus entrevistas. El Profesor también cuenta con esa capacidad de llegar, de hacer asequible la Ciencia a propios y a extraños. Su claridad de ideas y la facilidad para plasmarlas le han convertido en un gran comunicador capaz de conseguir explicar, de forma amena e, incluso divertida, su pasión por la química. Pero además, su inquietud por conocer la actualidad y otras disciplinas alejadas de la científica, así como un excepcional nivel cultural le otorgan esa virtud de intelectual, de hombre sabio. Todavía hoy, con una dedicación que ha absorbido toda su vida, continúa impulsando la difusión y divulgación de las Ciencias con el fin de promocionar la cultura científica y fomentar las vocaciones científicas.

Es pues evidente que nos encontramos ante uno de los cientificos más importantes de nuestra época. Quienes hemos tenido la suerte y el honor de trabajar o colaborar con él no podemos resistirnos a resaltar, además de su gran capacidad divulgativa, su «savoir faire» para con sus muchos colaboradores. La generosidad, comprensión y disponibilidad que siempre ha mostrado nunca nos ha dejado de sorprender. Paciente a la hora de escuchar y conocer nuestros planteamientos, acertado en sus recomendaciones para encontrar las vías de colaboración precisas, y siempre un verdadero estímulo para animarnos a mejorar y plasmar nuestras propias ideas en las diferentes líneas de trabajo a seguir.

Como ejemplo, no hay más que revisar las innumerables colaboraciones llevadas a cabo por el Profesor Elguero. Pe- mítanme un breve repaso de algunas de ellas: fuera de España, destacar su extensa colaboración con la Universidad Libre de Berlín, con la Universidad de Florida o la realizada con la Universidad de Toulouse, entre muchas otras. En España, en el propio Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con el Instituto de Química Física Rocasolano, con la Universidad Complutense de Madrid; con la Universidad de Barce- lona; con las Universidades Autónoma de Madrid y Autónoma de Barcelona; también con las Universidades de Murcia, de Zaragoza, de Oviedo, de Castilla-La Mancha, con la Universidad de Alcalá y con nuestra propia Universidad, en este caso con el Departamento de Química Orgánica y Bio-Orgánica, cuya colaboración ha sido intensa y se refleja en 361 publicaciones.

Para finalizar, quiero recordar que este año 2019 ha sido declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Ele- mentos Químicos y también coincide con el centenario de la fundación de la IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada). Es por lo tanto un año en el que se van a organizar muchas actividades relacionadas con la química.

Para el Departamento de Química Orgánica y Bio-Orgánica es un privilegio comenzar este año con la ceremonia de investidura, rindiendo así un merecido homenaje al Profesor Elguero, que este año ha alcanzado al ástato, que seguido del francio es el elemento más raro de la naturaleza.

Entendiendo raro, según la definición de la RAE, como algo extraordinario, poco común o frecuente como así es la producción científica lograda por el profesor.

Por todo ello, y tras significar sus indiscutibles méritos, quiero transmitir al Profesor Elguero nuestro agradecimiento por aceptar incorporarse como doctor honoris causa al Claustro de la UNED, enriqueciéndonos de este modo con su saber y humanidad.



Madrid, 31 enero de 2019