Madrid, 21 de febrero de 2019

La vicerrectora primera de la UNED, Esther Souto, encargada de impartir la lección inaugural, analizó en su intervención el grado de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) elaborados por Naciones Unidas en 2015 e incluidos en la Agenda 2030, según el informe de NU “Hacer las promesas realidad”. Repasó el grado de cumplimiento de las acciones planteadas, especialmente el objetivo 5, referido a la igualdad de la mujer y el 4, sobre educación, incidiendo en la interrelación entre todos ellos, y lamentó la escasa contundencia en su aplicación.

“Lograr la igualdad de las mujeres de aquí al 2030 exige adoptar medidas urgentes para eliminar las causas profundas de la discriminación que sigue restringiendo los derechos de las mujeres, tanto en la esfera pública como la privada. Por ejemplo, 49 países siguen aún sin disponer de leyes de protección hacia las mujeres frente a la violencia doméstica; mientras que en 39 países se prohíbe la igualdad de derechos sucesorios entre hijas e hijos”, señaló.

Siguiendo el hilo del informe de NU, la profesora Souto insta a los poderes locales e internacionales a traducir los compromisos globales en resultados y a reforzar la rendición de cuentas respecto a las acciones o las omisiones”. Entre las estrategias propuestas destacó “mejorar los datos, las estadísticas y los análisis de género” y retrató los principales retos a los que se enfrenta la Agenda 2030 en su capítulo 5: “la desigual cobertura de los indicadores de género en objetivos y metas; la ausencia de normas acordadas para la recopilación de datos y la disponibilidad irregular de las estadísticas en los países y a lo largo del tiempo”.

Esther Souto anunció la intención de la UNED de crear un Observatorio ODS propio, destinado a “trabajar a favor de la recopilación periódica de datos para los indicadores específicos de género, garantizando la calidad y la comparabilidad; desarrollar estrategias para identificar los grupos que se están dejando atrás; promover y ceñirse a los estándares de calidad, a las normas de derechos humanos y a los principios fundamentales de las estadísticas oficiales; y acelerar la elaboración de normas y fortalecer el compromiso al más alto nivel político, con un proceso de seguimiento de los ODS abierto, inclusivo, transparente y sensible al género”, todos ellos compatibles con la investigación rigurosa y la metodología que se lleva a cabo en la UNED.

“El cumplimiento de los compromisos de igualdad de género recogidos en la Agenda 2030 exige movilizar y asignar suficientes recursos para para las políticas y los programas que contribuyen a su consecución”, una aseveración de la vicerrectora que enmarca, precisamente, el Proyecto FREE como en uno de los baluartes de la consecución de los Objetivos del Milenio a través de la universidad.

Pedro Martínez-Avial, director general de Casa Árabe, dio la bienvenida a los asistentes agradeciendo a la UNED la elección de su sede para tratar asuntos de igualdad de género, “uno de los asuntos a los que nuestros estatutos nos obligan a prestar especial atención”. Puso como ejemplo las diferencias que existen en los distintos países “en Marruecos y Túnez, por ejemplo, se está desarrollando una legislación que se adapta al mundo moderno. Han cambiado el sistema jurídico para que, por ejemplo, hombres y mujeres puedan acceder en igualdad de condiciones a las herencias, o han establecido una normativa sobre el papel de la mujer en el matrimonio similar a la de cualquier país occidental. Incluso en Arabia Saudí, aunque parezca anecdótico, ha tenido gran repercusión la ley que permite conducir a las mujeres”.

Martínez-Avial se mostró orgulloso de acoger estas jornadas dada la trascendencia internacional de este área de cooperación. “Algunos autores”, afirmó, “comparan la revolución colectiva del mundo femenino y su impacto con la aparición del tercer estado en la Revolución Francesa o las revoluciones atlánticas de los siglos XVIII y XIX. Los cambios de patrones en la sociedad, que hoy nos parecen tan naturales, hace unas pocas décadas eran impensables. La mujer ha sido el revulsivo de todos estos cambios”.

La directora general para el Magreb, Mediterráneo y Oriente Próximo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Eva Sánchez, recordó que conoció la noticia por la prensa, localizó a los promotores y “al conocerla más detalladamente me interesó aún más. Entre todos optamos porque una gran universidad pública y tan prestigiosa como la UNED organizara esta reunión de trabajo en Casa Árabe, una institución también pública, regida por un consorcio entre el ministerio, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. Me parece un buen ejemplo de buen gobierno de la universidad y la sociedad. Sin duda esta colaboración entre las academias española y árabes irá a más y nos beneficiará a todas”.

Sánchez destacó que su papel como directora general del ministerio abarca un área geográfica muy amplia, desde Mauritania a Irán, incluyendo Israel. “Nosotros realizamos muchos viajes, visitas a países y comunidades, firmamos cantidad de acuerdos, y trabajamos en la diplomacia y las relaciones económicas con intensidad. Pero sabemos que el acceso a los gobiernos, las empresas y las instituciones no garantiza que nuestras iniciativas calen en los pueblos. Por eso es tan interesante este proyecto que llega a los ciudadanos directamente y que sin duda será la semilla de mayore y posteriores contactos. Os deseo mucho éxito”.

El rector de la UNED, Ricardo Mairal, en su discurso de inauguración, agradeció el trabajo de Eva Sánchez, del Ministerio de Asuntos Exteriores; a Martínez-Avial, de Casa Árabe; a Aurora Gonzálvez y Mónica Sarabia, de la Oficina de Proyectos Internacionales de la UNED; a Serene Dalati, representante de las universidades de Oriente Próximo, y a Esther Souto, vicerrectora primera, por su doble implicación, como responsable de Relaciones Internacionales de la UNED y como impulsora del proyecto, además de felicitarla por su conferencia inaugural.

“Hoy es un gran día porque estamos trabajando en un gran proyecto”, aseguraba Mairal. “Comprometerse para hacer propuestas sobre igualdad de género, pulir las políticas de liderazgo femenino es apostar por transformar la sociedad en un mundo mejor a través de la Academia. Este es un proyecto de solvencia científica, que nos permite devolver a la sociedad, con generosidad, lo mejor de nosotros mismos, nuestro conocimiento. Tienen en sus manos unos objetivos claros, algunos de ellos ya felizmente cumplidos, una gran responsabilidad y tres años por delante. Felices jornadas de trabajo”, concluía.