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jueves 14 de octubre de 2021 guardar noticia "La interacción entre profesores y estudiantes, ya no se realiza en un aula sino en circuitos electrónicos", ministro Castells como pdf

Apertura de curso en la UNED

"La interacción entre profesores y estudiantes, ya no se realiza en un aula sino en circuitos electrónicos", ministro Castells



“He pasado más de 50 años en contacto con la enseñanza y querría vivir mimando los frutos y florecimiento que ese trabajo pueda producir”, declaraba Emilio Lledó Íñigo, tras descubrir la placa que identifica ya el salón de actos del Edificio de Humanidades de la UNED como “Sala Emilio Lledó”. Se celebraba el Acto de Apertura de Curso 2021- 22 y entre los discursos oficiales, el ministro Castells presentó el blanded-learnig, la enseñanza híbrida “lo que ustedes llaman desde hace décadas semipresencial” como la fórmula “imprescindible, no en el futuro, sino ya en el presente, y no sólo para la UNED, sino para el conjunto de universidades del país”. Rector y ministro manifestaron su sentimiento ante la tragedia del volcán de Cumbre Vieja y mostraron su solidaridad frente al acto violento sufrido la noche anterior en la comunidad universitaria de la UPV.

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Castells presentó la UNED como un componente esencial del sistema universitario español y un ejemplo por su modelo pedagógico y metodológico. “Eso que ustedes llaman desde hace décadas sistema semipresencial, traducido blended-learning, aprendizaje híbrido, se basa en las nuevas formas tecnológicas, combinadas con la atención presencial, que seguirá y tiene seguir, porque no hay nada como la comunicación verbal directa, superior a cualquier gran ancho de banda. Ese modelo híbrido no es el futuro, es el presente”.

Y no solo para la UNED, la pionera, sino para todas las universidades, “porque hoy en día la mayor parte del tiempo la interacción entre profesores y estudiantes, entre profesores e investigadores o entre estudiantes y universidad no se realiza en un aula. Se sustenta en circuitos electrónicos, WhatsApp, Instagram, correo electrónico, videoconferencias, toda una panoplia de formas de realizar consultas, presentar trabajos, o dar instrucciones. Nuestra tradición presencial desde hace cientos de años se está acabando y el modelo de la UNED es el presente y cada vez más, el futuro”.

Ricardo Mairal comenzó su discurso con dos expresiones de solidaridad, una hacia los estragos del volcán Cumbre Vieja, que “ha castigado la bella geografía de La Palma con inusitada virulencia causando destrucción, tristeza y desolación. En particular, solidaridad, afecto y cariño a nuestros estudiantes, profesorado, tutores, personal de administración y de servicios y al equipo directivo de nuestro Centro UNED La Palma que, a pesar de las circunstancias adversas, allí continúan con su actividad académica”. La otra, sumándose a la solidaridad con la Universidad del País Vasco, escenario de un acto violento.

Señaló el inminente 50 aniversario de la UNED y los objetivos conseguidos a corto plazo, como la implantación de microtítulos, destindados al aprendizaje a lo largo de la vida, o la oferta de Educación Infantil y un Grado para Oficiales de las FFAA, previstas para el próximo curso. “Vamos hacia la universidad 5.0” recordando algunos pasos cumplidos, como el proyecto de sostenibilidad frente a la España vaciada, la universidad del blockchain y otros en pleno desarrollo: los entornos de enseñanza apoyados en ecosistemas tecnológicos interconectados e interoperables, la robotización, el internet de las cosas o el empeño de generalizar la administración digital. También agradeció la dotación de Fondos Europeos desde el ministerio, “que nos permitirá retener y atraer el talento y consolidar el plan de tranformación tecnológica hacia la Universidad del siglo XXI”. Deseaba a la comunidad universitaria un magnífico Curso Académico 2021-2022, “pues también en la acción y la obra bien hecha encuentra la razón alguna complacencia”.

Cinco siglos, cinco décadas

  1. la exposición de la memoria de actividades del pasado curso, el previo al 50 aniversario de la UNED, a cargo de la Secretaria General de la UNED, Rebeca de Juan Díaz, llegó la lección magistral del el catedrático de Historia Moderna, Luis Antonio Ribot García, que celebraba los 500 años de la revuelta de Los Comuneros. Todo había empezado con la llegada a España de Carlos I, “un rey extranjero, demasiado joven e inexperto, poco respetuoso con los usos y tradiciones políticas castellanas y necesitado de grandes cantidades de dinero para financiar su elección imperial”.

¿Qué habría ocurrido de triunfar la revolución de los comuneros? Planteaba el profesor Ribot? “Desde un punto de vista económico, es evidente que la crisis provocada por la revuelta, la breve guerra y los castigos e indemnizaciones a que hubieron de hacer frente las ciudades comprometidas, tuvieron un efecto negativo sobre el crecimiento económico que vivía Castilla. Pero no lo interrumpieron. Más aún, los mejores años de la economía castellana serían posteriores al levantamiento comunero. Las ciudades castellanas alcanzaron su máxima expansión demográfica y económica a mediados del siglo XVI, incluida la manufactura lanera, que en lugares como Segovia vivió una auténtica edad de oro”. ¿Y qué nos queda de aquellos tiempos convulsos?, “la pervivencia del mito explica, por ejemplo, que la bandera de la Segunda República adoptara una banda inferior de color morado, que pretendía recuperar, aunque no acertara del todo con el color, el pendón de Castilla levantado por los comuneros en 1521”.

Además del rector y el ministro, participaron en el acto de apertura, Rosa M.ª Martín Aranda, vicerrectora Primera; Antonio Catalán Díaz, vicepresidente del Consejo Social de la UNED y Rebeca de Juan Díaz, Secretaria General