Ángel Gómez estudia las principales causas de la radicalización violenta y el camino para prevenirlas
Conclusiones obtenidas comparado las respuestas de internos encarcelados por terrorismo yihadista y otros pertenecientes a bandas latinas, crimen organizado y delincuencia común
El objetivo de la investigación era determinar cuáles son los principales factores que llevan a la radicalización violenta y que podrían llevar al desenganche en el caso del terrorismo yihadista. Entre las conclusiones: la discriminación personal sufrida a lo largo de su vida, así como la percepción de injusticia les hace más propensos a sacrificarse por los valores que para ellos son sagrados (su interpretación de la religión), mientras que otras variables como la relación con su familia podrían protegerles de la radicalización.El estudio se ha realizado con internos encarcelados por terrorismo yihadista y con otros colectivos como las bandas latinas, el crimen organizado y la delincuencia común.
El artículo profundiza en las causas de la radicalización violenta. Según explica el profesor de Psicología Social de la UNED Ángel Gómez Jiménez, autor principal del trabajo, la mayoría de sugerencias y de programas de tratamiento e intervención para prevenir la radicalización violenta o favorecer el desenganche se basan en los estudios con bandas. “Sin embargo, en este caso pretendíamos demostrar que existen importantes diferencias entre los miembros encarcelados por terrorismo yihadista y los pertenecientes a grupos que han perpetrado acciones violentas en grupo como pueden ser los miembros de bandas latinas o de crimen organizado”.
En su opinión, cobra particular relevancia para la investigación la inclusión de un grupo de musulmanes en prisión, encarcelados por delitos no relacionados con el yihadismo, esto ha permitido mostrar que la religión no era el motivo de la radicalización, sino la interpretación que algunos individuos hacen de ella y la imposición que pretenden hacer de esa versión al resto de la sociedad.
Para el autor lo más relevante del trabajo ha sido demostrar que, efectivamente, lo característico de los internos encarcelados por terrorismo yihadista es la asociación que hacen de la religión con ciertas cuestiones, y no el hecho de ser más religiosos, y que la discriminación personal sufrida a lo largo de su vida, así como la percepción de injusticia les hace más propensos a sacrificarse por los valores que para ellos son sagrados (su interpretación de la religión), mientras que otras variables como la relación con su familia podrían protegerles de la radicalización.
El artículo destaca que un trabajo adecuado y una buena relación con los agentes del sistema de justicia, funcionarios, educadores, etc., es fundamental para el desenganche, el abandono de la violencia y la reinserción.
Acerca de las razones que explican las diferencias entre la voluntad de sacrificio de los grupos islamistas y otros, como las bandas latinas, el profesor señala que mientras que, en el caso del terrorismo islamista, esos individuos luchan por una ideología o valores por ejemplo, la interpretación extremista de la religión, en el caso de los miembros de las bandas latinas, luchan por el colectivo en sí, por el grupo y el resto de los miembros de la banda. “Estos resultados replican los encontrados en otra investigación sobre el conflicto contra el Estado Islámico en Irak donde vimos que la preferencia por los valores en comparación con la defensa del grupo es un indicador de una altísima disposición al sacrificio”, añade el autor.
Conclusiones para prevenir el terrorismo y la violencia
Las conclusiones más novedosas que ofrece este artículo en el ámbito de la prevención del terrorismo y la violencia están relacionadas con los datos empíricos que obtiene y que demuestran que las recomendaciones sugeridas por la Unión Europea sobre prevención y desenganche, y que aún no habían sido testadas hasta este trabajo, son adecuadas. “Esto no implica que los factores que aquí hemos encontrado para prevenir y desenganchar sean universales, porque depende de las diferencias culturales y de los contextos particulares de las prisiones de cada país”, advierte.
Ángel Gómez señala que este es el primer trabajo en la historia que combina metodología cualitativa y cuantitativa para comparar las respuestas de internos encarcelados por terrorismo yihadista con otros colectivos como las bandas latinas, el crimen organizado y la delincuencia común. Además, incluye una muestra de internos en prisión de considerable tamaño, teniendo en cuenta que menos del 3% de la investigación sobre terrorismo incluye datos empíricos.
La investigación parte de teorías novedosas, consolidadas que han sido desarrolladas en su mayor parte por el equipo de investigación de la UNED. Además, supone una colaboración pionera entre la academia y el Estado (Instituciones Penitenciarias y Secretaría de Estado).
Por último, ofrece un modelo que indica cuáles son los factores de riesgo de radicalización violenta, y los de prevención, lo que supone una importante herramienta para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado, así como una ayuda para la elaboración de programas de tratamiento en prisiones.¿
El profesor destaca que esta investigación no hubiera posible sin el compromiso “extremo” y la gran colaboración de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. “Dedicaron tiempo y esfuerzo a facilitar las condiciones de nuestra investigación y nos permitieron entrevistar a los internos, incluso en aislamiento, en condiciones idóneas, donde el entrevistador se encontraba solo con el entrevistado en una sala, sin cámaras, posibilidad de grabación, ni funcionarios presentes o en las puertas de las zonas de entrevista”.
