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Madrid, 17 de mayo de 2019




Bienvenidas, despedidas, logros, retos y una tuna feminista, para festejar a San Isidoro de Sevilla, patrón de Educación

La Facultad de Educación celebraba el día del patrón, San Isidoro de Sevilla, su día. Para el decano, José Luis García Llamas, era su última ceremonia, tras ocho años en el cargo. Para los recién jubilados, el paso de página en sus vidas, que endulzaban los compañeros en sus cariñosas despedidas; para los egresados, la satisfacción de alcanzar el reconocimiento público y oficial de sus conocimientos; para los profesores recién contratados, la aventura de iniciar su carrera profesional en la mayor universidad del país en número de estudiantes; para el rector, Ricardo Mairal Usón, la constatación de que un acto que reúne a los que se van y los que llegan, a profesores, estudiantes y PAS, garantiza el sentimiento de pertenencia a la UNED. Y para todos fue una gran alegría la sorpresa que nos deparaba el decano: recibir a la tuna femenina -“y feminista”, puntualizaban- de la UCM, que, con sus tres invitados varones de cuerda y la voz cantante de una alumna de la UNED, entusiasmó y despertó la ternura en los asistentes con sus bromas, su saber estar y saber provocar chulapo y, por supuesto, con las canciones que muchos corearon y todos, alguna vez, mejor o peor, hemos entonado.


El decano García Llamas presumió de patria chica y de patrono, ya que en León está enterrado, San Isidoro de Sevilla, que da nombre a la basílica de la ciudad, uno de los sitios emblemáticos del Camino de Santiago. Este obispo, teólogo y erudito en historia, derecho, astronomía, geografía y otros saberes, fue autor de numerosas obras, incluido un diccionario de sinónimos. Su trabajo más conocido es la enciclopedia Etimologías (hacia el 634), también llamada Orígenes, compilada en 20 tomos, que consigna la evolución del conocimiento desde la antigüedad hasta el siglo VII, y que tuvo una gran influencia en las instituciones educativas de la Edad Media. También reivindicó el decano su ciudad, León, como cuna del parlamentarismo moderno ya que el Rey Alfonso IX convocó a cortes no sólo a la nobleza y al clero sino a los representantes elegidos en cada ciudad del reino, que tendrían voz y voto. Era el año 1188 y faltaba mucho para que una asamblea semejante tuviera lugar en ningún otro lugar de Europa.

Tuna


Varias imágenes


“Nosotros fuimos, como san Isidoro y como las cortes de León, pioneros, porque inventamos una ceremonia de graduación. Otras facultades la adoptaron y adaptaron, pero me queda la satisfacción de ver cómo ha ganado en número de asistentes”, señalaba el decano. Para él era la última mesa presidencial de esta ceremonia, ya que no es posible que los decanos se presenten a un tercer mandato. La compartía con el rector Mairal y con la secretaria de la facultad, Teresa Martín Aragoneses. En su discurso señaló el trabajo realizado, grandes logros para un presupuesto siempre escaso, administrado en tiempos de crisis, y la satisfacción de haberse sentido respaldado en todo momento por las personas que trabajan en la facultad.


Una facultad que, tras desgajarse de Filosofía y Letras, cumple ya 25 años como entidad independiente. Y que acostumbra a amenizar sus encuentros con música. “Para combinar Academia y Fiesta, hoy nos acompaña la pianista y cantante Julia Sánchez. La han precedido muchos artistas, por aquí han pasado grupos de jazz, de godspell, pianistas, más o menos conocidos y hasta el dúo de gaiteros gallegos que nos acompañaron el año pasado”, recordaba el decano, que no mencionó la sorpresa que reservaba para el fin de fiesta: la actuación de la tuna de mujeres de la UCM, encabezada por una estudiante de la UNED, que haría las delicias de los asistentes.



Grado en Magisterio, el gran reto

José Luis García Llamas



García Llamas trasladó a los egresados su orgullo por haber contribuido como decano y cabeza de su equipo, a su graduación, especialmente a los que habían conseguido los Premios a la Excelencia Académica, a los TFG y TFM, “que por cierto, salvo un varón, todas son chicas”, constataba. “Estoy seguro que algunos de vosotros vais a seguir en la UNED, porque normalmente, cuando alguien se incorpora a esta casa siempre encuentra una u otra vía, uno u otro posgrado para seguir vinculado y estudiando en su querida universidad. Aquí, donde siempre os estamos esperando”. Y para subrayar la buena disposición de ambos grupos, profesores y alumna y alumnos, el decano recordaba “cómo siempre hemos escuchado a los representes de estudiantes, y sus sugerencias nos han permitido mejorar”.


El decano hizo balance de las luces y sombras de sus siete años de mandato, como la creación del boletín FeducaUNED, que recibe todo el personal de la Facultad; la selección de podcast´s temáticos editados en colaboración con Canal Uned y agrupados en la sección Educación al Día; el acto de graduación para los egresados y las familias, que se celebra hace ya seis años con gran éxito; la cantidad de profesores que desempeñan labores de gestión y gobierno en el equipo directivo de la universidad; el dictamen favorable de la ANECA al programa de Doctorado en Educación, inserto en la Escuela Internacional de Doctorado de la UNED; o el trabajo para conseguir el equilibrio laboral en los distintos estamentos, un esfuerzo tendente a la estabilización de las plantillas y la promoción de los trabajadores.

El decano afrontó con valentía y sentimiento el reto que se le queda en el tintero tras siete años de mandato y por el que ha decidido seguir trabajando hasta agotar su tiempo al frente de la Facultad. “Desde el año 12, y desde antes el anterior decano, Lorenzo García Aretio, venimos peleando por conseguir los dos grados de Magisterio, en Infantil y Primaria. Qué cantidad de personas, cantidad de tiempo, cuánto esfuerzo, cuántas reuniones maratonianas dedicadas a lograrlo. Y ni aun así: el año pasado, en abril, recibimos un informe no favorable de ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación). Se les remite un informe provisional que en julio, justo cuando nos íbamos de vacaciones, también es rechazado. A partir de ahí se cambia el nombre, ya no será el título de Maestro o Maestra, sino Magisterio; se reelabora el plan de estudios según las directrices de la Agencia, pero respetando las bases de la titulación. Se reenvía a la ANECA y el pasado 4 de febrero recibimos otro informe no favorable. Pedían cosas que antes no se habían contemplado. Elaboramos un nuevo documento con la colaboración del vicerrectorado y matices de los distintos departamentos y la Junta Permanente de la Facultad. La sorpresa llega el 8 de abril, también a punto de irnos e vacaciones, es un nuevo informe no favorable. Incluso en la Conferencia de Decanos algunos se extrañó de lo que nos pedían. Desde el decanato, hasta el último momento, como hizo Lorenzo en su día, vamos a seguir peleando por estos títulos. Porque una universidad pública tiene derecho a tener un grado de Magisterio. Me comentan los otros decanos que las universidades públicas tienen numerus clausus y los estudiantes han de recurrir a las universidades privadas de su comunidad. Sólo la UNED, con su implantación en todo el territorio puede garantizar el acceso a ese título de los interesados en todo el territorio estatal. Yo empecé aquí en el año 79 como alumno, cuando estaba trabajando como maestro. Espero que en el 2020 la persona que esté aquí pueda decir que ya tenemos implantado este grado de Magisterio”.


Saberes legados, saberes adquiridos


A diferencia del decano, que presidía por última vez la fiesta de San Isidoro, para Ricardo Mairal Usón, era la primera. “Celebremos la Educación como motor fundamental para el bienestar y la prosperidad de una sociedad”, comenzaba su intervención. “Reconozcamos la labor de las personas que nos han dejado su mejor legado, el ejemplo. En un tiempo que adolece de discursos mal estructurados, este reconocimiento llega precedido de hermosas narraciones, bien formadas, nacidas del sentimiento, que además conjugaban el rigor y la seriedad de los referentes a los que aluden. Es un acto de cortesía académica, porque gracias a su trabajo podemos hoy mirar hacia el quincuagésimo aniversario de este gran proyecto que es la UNED”.


El rector recordó que el magisterio no sólo supone la trasmisión del conocimiento y la gestión del saber, “además implica la capacidad para entusiasmar hacia el buen hacer científico, nutrido de cualidades como la perspicacia informativa, frente a la información indiscriminada; la honradez, la generosidad la capacidad y la solidaridad con el otro. Cualidades que producen admiración y convierten a quien las posee en referente de la universidad”.


Tras felicitar a los estudiantes que han conseguido las mejores calificaciones académicas, el rector Mairal citó a Leonardo Da Vinci para recordarles que el poco conocimiento hace a las personas orgullosas y el mucho conocimiento las hace humildes. Y como todos los presentes habían probado sobradamente sus saberes, les incitó a seguir su formación en alguno de los programas de posgrado.

Ricardo Mairal Usón

El rector y la tuna




Ricardo Mairal también dio la bienvenida a los nuevos profesores que se incorporan a la Facultad de Educación, Lidia Losada Vicente, Diego Ardura Martínez, Ernesto López Gómez y Raúl González Fernández. “Ellos son”, afirmaría el rector, “testimonio de que afortunadamente estamos revirtiendo una política cicatera que nos impusieron en el 2012. Vamos rejuveneciendo nuestras plantillas y ustedes ya pueden sentir que tienen por delante una carrera profesional exitosa”.


El acto culminó con la entrada de la tuna de mujeres de la UCM y sus ocurrentes juegos y cantos con los asistentes. Una agradable sorpresa de la que sólo el decano y la secretaria de la facultad tenían noticia y que encantó a los presentes.


Abrazos intelectuales, abrazos sentidos


La tuna de mujeres de la UCM interpretó en honor de los profesores jubilados el “Triste y sola se queda Fonseca, triste y sola queda la universidad”, coreada por los presentes· Se iban los profesores Eustaquio Martín Rodríguez, “Tito”; Mª Luisa Dueñas Buey y Sagrario Rubido Crespo; además de las miembros del personal de administración y servicios Juana Molina Rodríguez, Mª de los Ángeles Santandreu Iglesias y Arselina Lagartos Chico.


Los encargados de sus semblanzas fueron, respectivamente, Ana Sacristán Lucas, Carmen Jiménez Fernández, Roberto Aparici, y Mª Concepción García García que habló de sus tres compañeras del PAS. En sus respectivos discursos supieron conjugar la alusión a lo público, la alabanza al trabajo desarrollado durante años en la UNED, y a lo más íntimo, revelando a voz quebrada detalles de ternura o valentía que contagiaron de emociones a la sala.

Abrazo


A quienes se jubilaban se les entregaba la Medalla de la Facultad de Educación, con el escudo de la UNED en reverso y una Palas Atenea, Minerva para los romanos, con su caso, su lechuza, símbolo de la sabiduría y sus libros. Y se les entregaban los discursos de sus compañeros que ellos agradecerían posteriormente. Como el de Ana Sacristán, en su semblanza de “Tito”, que pasaba con gracia de la erudición al cariño, “su nombre es Eustaquio, uno de los poquísimos que contienen las cinco vocales de la lengua castellana,… No hemos visto arder naves más allá de Orión, como Roy, el replicante de Blade Runner, pero sí hemos visto y formado parte de los cambios de régimen histórico ocurridos en este país, algo también fascinante. Estoy segura de que Tito no va a ponerme ninguna objeción si afirmo en su nombre que, realizado el trabajo de toda una vida, la labor ahora es desear fortuna a quienes continúan y dejar paso a lo nuevo en la esperanza de que el terreno vaya extendiéndose muy lejos”.



Canal.UNED: Acto académico de San Isidoro de Sevilla Patrón de la Facultad




COMUNICACIÓN UNED: Galería de imágenes


Patrón Educación (17/05/2019)


Aida Fernández Vázquez

Fotografías: José Rodríguez Rodríguez

Edición web: Elena Lobato Toledano

Comunicación UNED