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Declaración de la UNED ante la crisis climática
Madrid, 16 de diciembre de 2019
El IPCC nos advierte de que el cambio climático afectará a la salud pública, a los ecosistemas, a los medios de subsistencia, a la seguridad alimentaria, a la disponibilidad de agua, a la biodiversidad y al entorno de nuestras sociedades 1. Según este mismo informe, para limitar el calentamiento de la tierra a menos de 1.5ºC en los próximos 100 años, se requieren cambios de una escala sin precedentes en la manera en que gestionamos y nos relacionamos con el territorio, la energía, la industria, el entorno construido, el transporte y las ciudades.
Las evidencias científicas, en línea con los informes del IPCC y los ODS, junto con la ausencia de acuerdos satisfactorios a nivel internacional en la COP25 de Madrid-Chile y las crecientes exigencias de la sociedad civil, nos llevan a reconocer el camino que nos falta por recorrer, y por tanto a tomar impulso y redoblar nuestros esfuerzos como universidad para contribuir a los procesos de mitigación y adaptación al cambio climático.
Como institución reconocemos nuestra triple responsabilidad en los ámbitos en los que el funcionamiento de la UNED registra su impacto. La UNED tiene, por un lado, una responsabilidad debida a su propio funcionamiento, como la energía y materiales utilizados en sus edificios; por otro, el asociado a la comunidad que hace uso de sus servicios, como en sus desplazamientos; pero, sobre todo, el vinculado a su actividad formativa e investigadora, que se traduce en dotar de competencias para su acción como profesionales y ciudadanos a las personas que estudian y se titulan en su seno. El que estas competencias tengan en cuenta el cambio climático y la sostenibilidad en múltiples ámbitos es la principal tarea de la UNED en el contexto de la crisis climática.
Compromisos de la UNED para la acción contra el cambio climático
1.-En línea con la Declaración de CRUE y con la Global Climate Letter a la que se encuentra adherida, la UNED se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de emisiones en 2025. Para ello, iniciará todos los mecanismos necesarios para cumplir con esta meta teniendo en cuenta una transición justa.
2.-Tomando la meta 13.3, de los ODS, Mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana, la UNED establecerá unas competencias básicas en sostenibilidad y cambio climático e instará a todas las facultades a revisar sus planes de estudio vigentes para incluirlas y trabajarlas de manera efectiva, de la misma manera que los nuevos planes de estudio han de incluirlas necesariamente en nuestro mapa de competencias genéricas. Asimismo, incluirá en sus planes de formación cursos orientados a todo su personal para integrar los retos de la emergencia climática en su actividad.
3.- Como parte de sus ejes principales de actividad, la UNED favorecerá la investigación, la innovación y la transferencia en línea con los objetivos de lucha contra el cambio climático y a favor de la sostenibilidad, destinando para ello los recursos necesarios.
4.- Para cumplir todos estos objetivos, la UNED adecuará nuestras políticas institucionales, estableciendo estructuras permanentes, como el recientemente creado Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como centros de estudios e iniciativas formativas, con el fin de hacer efectiva la preocupación climática en políticas, estrategias y planes, en línea con la meta 13.2 de los ODS.
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La ministra española para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, y su homóloga chilena, Carolina Schmidt, hacían abatidas declaraciones que nos remitían a la Cumbre de 2020 y sus hipotéticas soluciones. Ni los adolescentes de la Generación Greta
, ni los científicos del Antropoceno
, la era en la que la actividad del hombre genera la crisis climática, consiguen imponer sus tesis. La voz y las razones de los encargados de gestionar nuestro presente y mantener nuestro futuro ambiental sonaba como aquella otra voz quejumbrosa que cumplía 80 años por esas mismas fechas, la de Scarlett O´Hara al final de Lo que el viento se llevó: “Ahora no puedo pensar en ello, me volvería loca si lo hiciera. ¡Ya lo pensaré mañana!... Realmente ¡mañana será otro día!”. Pero NO, en la COP25UNED el mañana ya ha empezado.
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| En la mesa del salón de actos de CC Políticas y Sociología, los artífices de la iniciativa: Rubén Díaz profesor de la Facultad de Ciencias, Emilio Luque, de CC Políticas y Sociología, el rector Ricardo Mairal, Ignacio Zúñiga, también de Ciencias y María José Bautista, de Educación. Una muestra de la diversidad de áreas implicadas en esta COP25UNED a las que hay que sumar otras aportaciones desde Derecho, como la de Esther Souto, vicerrectora de Política Institucional y Realciones Internacionales, o desde CC Económicas, como la de Amelia Pérez, vicerrectora de Economía y directora de la Cátedra UNED-Aquae.
Al otro lado de las pantallas, desde algunos de los Centros asociados que han participado en la iniciativa – A Coruña, Alcázar de San Juan, Baleares, Cádiz, Denia, Lanzarote, Las Palmas de Gran Canaria, Lugo, Madrid (Escuelas Pías), Pontevedra y Sevilla - fluyen ríos de propuestas, soluciones, análisis particulares y mucho, mucho entusiasmo. Por las cosas que se pueden hacer, por las que ya se están haciendo, por las que hay que mejorar y por las que aún no se les han ocurrido a profesores, estudiantes, personal de administración y servicios y a toda la comunidad de la UNED.
Pero, además, a todo su entorno, sus colaboradores, a las sociedades en que se integran y a las que han sabido implicar y comprometer.
Díaz, Luque, Zúñiga y Bautista, después de tantos días de moderar foros y recibir propuestas se han encontrado con las primeras recompensas. La encuesta que pasaron a la comunidad UNED ha tenido una amplia acogida. Más de 4400 respuestas y siguen llegando. Una gran satisfacción por la buena acogida del estudio, pero una cascada de trabajo para organizar tanta información de las preguntas abiertas con rigor y precisión. Presentan al foro los primeros resultados, como esa posibilidad de implementar estudios medioambientales en todos los grados y posgrados de todas las disciplinas, que supondría la reforma de tantos planes de estudios, por ejemplo; pero saben que les queda un arduo proceso de análisis para conseguir devolver el conocimiento adquirido a la sociedad que, al borde de la emergencia climática, tanto lo necesita.
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