|
|
Geografía e Historia 2019: añoranza, ilusiones y magisterio sobre uno de los oficios de mujer más antiguos del mundo | ||
La Facultad de Geografía e Historia celebraba su día en una ceremonia durante la que se homenajeaba y se entregaba la medalla de la facultad a los jubilados durante el curso, dos de sus profesores más admirados y queridos, Pilar Fernández Uriel y Carlos Martínez Shaw, y dos de sus PAS más considerados por la comunidad universitaria, Carmen Rosa Redondo Menéndez y Teresa Fernández Palacios. Presidida por el vicerrector de Estudiantes y Emprendimiento, Alberto Mingo Álvarez, y por la decana y todos los directores de departamento, durante el acto se asistió a la conferencia “Una mirada al oficio de la nodriza (nutix) en el mundo romano”, de la profesora de Historia Antigua Irene Mañas Romero. Se entregó el título a los egresados de Geografía e Historia e Historia del Arte y el XIV Premio de la Fundación Alvargonzález a los mejores expedientes del curso. | ||
En la mesa presidencial, todos los directores de departamento acompañaron al vicerrector de Estudiantes y Emprendimiento: Mar Zarzalejos Prieto, de Prehistoria y Arqueología; Javier Cabrero Piquero de Historia Antigua; Enrique Cantera Montenegro, de Medieval y CC y TT Historiográficas; Yayo Aznar Almazán, decana de la facultad; Alberto Mingo Álvarez, vicerrector de Estudiantes y Emprendimiento; José Mª Iñurritegui Rodríguez, de Moderna; Ángel Herrerín López, de Contemporánea; Antonio Fernández Fernández, de Geografía y Consuelo Gómez López, de Historia del Arte. | ||
|
|
Añoranza que se combinaba con altas dosis de emoción de los recién egresados, que culminaban una tarea siempre exigente en cuanto a tesón, ánimo y disciplina, una meta que, según el vicerrector Mingo, “no habéis de considerar un punto final, sino el punto de partida hacia otras oportunidades, como los másteres, doctorados o propuestas de especialización que la UNED, vuestra universidad, os ofrece desde ahora mismo, tan diversas que seguro alguno os interesará y se adaptará perfectamente a lo que necesitáis, aunque aún no lo sepáis”. | ||
Ese antiguo oficio de mujer | ||
|
|
|
Y todo ello, durante los años que se acordaran entre las partes, normalmente desde el primer mes hasta los 3 ó 4 años. Poco se sabe de qué pasaba después de concluir el contrato. Quizá unas se quedaban criando al niño o la niña hasta su edad adulta; quizás otras, al alcanzar el climaterio, perdidas sus facultades “nutritivas”, fuesen devueltas a formas de vida más o menos precarias. El caso es que contratos similares a aquellos de la antigua Roma pueden encontrarse, con pocas variaciones, en los de las amas de cría de hasta las primeras décadas del siglo XX. Y que la memoria de las mujeres que ejercieron el antiguo oficio de criar bebés ajenos, está profusamente documentado en el mundo clásico y ha quedado grabado en pinturas, cerámicas y en la piedra tallada de estelas funerarias que les dedicaron sus hijos de leche. | ||
COMUNICACIÓN UNED: Galería de imágenes | ||
|
|