El nuevo espécimen descrito procede de la localidad belga de Erquelinnes, se ha denominado Axestemys erquelinnensis y ha sido reconocida como una tortuga gigante algo más antigua que su pariente más próxima y validada también en esta investigación, la Axestemys vittata. El nuevo hallazgo pertenece a la familia de los trioníquidos, que proceden del Eoceno inferior, hace unos 55 millones de años. “Son un peculiar grupo de tortugas, conocidas de manera informal como de caparazón blando debido a que la periferia de su caparazón no es rígida como en el resto de tortugas, como consecuencia de su peculiar evolución que les ha llevado a la pérdida de la estructura ósea en esa región. Estas tortugas, que aparecieron al final del Mesozoico o era de los grandes reptiles, han sobrevivido hasta nuestro días. Sin embargo, aunque en algunos momentos del pasado su área de distribución incluía parte de Europa, en la actualidad están restringidas a otros continentes”, explica el profesor Pérez García.
Además de su peculiar caparazón, se caracterizan por el desarrollo de una prolongación de su rostro en forma de trompa y la modificación de sus extremidades a modo de aletas que permiten gran agilidad y velocidad en el medio acuático. Las gigantes prehistóricas cuentan con un caparazón de más de un metro y una longitud total de su cuerpo de más de metro y medio. La actual investigación desvela que es errónea la atribución de estas gigantes europeas al género Trionyx, que forma parte de la biodiversidad actual y que a día de hoy consideramos como restringida a especies de relativo pequeño tamaño. ”Teniendo en cuenta la información disponible, todo el material europeo fue recientemente considerado como perteneciente al género Axestemys, de origen norteamericano”
Parte del éxito de la investigación se debe a la calidad y cantidad de los fósiles sobre los que se ha trabajado en el Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, según reconoce el científico de la UNED, “varios de los individuos corresponden a esqueletos parciales o muy completos, reconociéndose elementos craneales, pero también caparazones completos, así como vértebras de distintas regiones de la columna y huesos apendiculares. La nueva especie debe su catalogación al caparazón dorsal y algunas vértebras dorsales”.