Asiste al homenaje a Carmen Laforet en Canal UNED
Miguel Minaya condujo el homenaje, acompañado por María Teresa Lavado, subdirectora de Servicios, Colecciones y Actividades Culturales de la Biblioteca Central. Desde las pantallas, videoconectados, los profesores Brígida Pastor y José Teruel y la historiadora y periodista Inmaculada de la Fuente, todos ellos conocedores de la obra de Laforet. Minaya recorrió la biografía de Carmen Laforet, escritora considerada no excesivamente prolífica pero que se convirtió en autora insigne de calidad en la posguerra. Desde la publicación de “Nada”, con la que ganó el Premio Nadal, a los 23 años, a la obra “Al volver la equina” publicada póstumamente.
Agustín Cerezales, uno de los 5 hijos de Carmen Laforet, también escritor, recordó cómo su madre se mantuvo creativa hasta el final de su vida, aquejada por una enfermedad “que entonces no tenía diagnóstico, pero ahora si” y que le impedía utilizar sus manos para escribir, “su cuerpo ya no cumplía su voluntad, pero no había pérdida cognitiva”, recuerda. “Trabajaba mucho y era muy perfeccionaista, era capaz de escribir una novela, tirarla a la chimenea y volver a empezar. Jamás dobló el espinazo. A un autor lo conoces y lo amas leuéndolo. Y Su obra es de una coherencia asombrosa entre su juventud y su madurez”
En el ámbito más personal, Cerezales no revive a una señora seria. Cultiva una imagen de una mujer valiente y divertidas. “La recuerdo con muchas risas, rodeada de amigos inteligentes y joviales” y revive cómo hace unos días, en otro acto literario con ella como centro, “uno de sus artículos dedicado a las señoras adivinas arrancó las carcajadas de los asistentes”. Y le agradece también que como madre se empeñara en que sus cinco hijos pasaran su mes de verano en espacios naturales, llenos de aire, luz y libertad.