“Sabíamos que, en todo el mundo, el confinamiento por la COVID-19 había tenido repercusiones negativas emocionales. A su vez, hemos sido testigos de cómo, en distintos países, surgieron iniciativas para hacer y compartir música a pesar de la distancia social impuesta. Todo ello llevó a plantear la importancia de evaluar, en estos tiempos de crisis sanitaria, cómo se ha utilizado la música para la promoción del bienestar, en distintos países y, desde la UNED, en el caso de España en particular”, explica Pastora Martínez que ha publicado un artículo sobre la investigación.
En el estudio internacional participaron 11 países: Argentina, Brasil, China, Colombia, EEUU, España, Italia, México, Noruega, Países Bajos y Reino Unido. Se comparó la eficacia percibida de distintos tipos de actividades (escuchar o hacer música, comer, hacer ejercicio, ver la tele, trabajar, hacer meditación…) para el logro de metas relacionadas con el bienestar durante el confinamiento. “En todos los países participantes, la música ha sido considerada la actividad más eficaz para conseguir metas tales como divertirse y mantener el buen humor, desahogarse y liberar emociones negativas, o conectar con uno mismo y aislarse del exterior”.
“Tanto en el estudio internacional como en el español se pone de manifiesto cómo, en tiempos de enorme dificultad, las personas consideramos que la música constituye una herramienta importante para aumentar nuestro bienestar emocional. En España, la investigación supone un reconocimiento al valor positivo que puede llegar a tener la música en momentos de crisis, especialmente entre los más jóvenes, uno de los colectivos que, durante el confinamiento, ha presentado una mayor vulnerabilidad emocional”, concluye la profesora titular de la UNED.