Éxito y orgullo
Con la del reómetro interfacial de cizalla, Miguel Ángel Rubio Álvarez tiene ya 4 patentes registradas, las tres últimas en este campo y con el grupo de investigación actual. Esta nueva investigación llega coronada por distintas razones para éxito: la innovación aplicada, que ha conseguido instalar firmemente el proyecto en el mercado; la económica, con esos 200.000 €, que se irán incrementando a lo largo de los 15 años de contrato firmados; y la internacionalización del proyecto, que coincide con la estrategia de la UNED y visibiliza la investigación española.
Pero para el IP eso no es lo más importante: “Decía mi madre que en la humildad está la verdad. Así lo creo. Me alegro de todo lo que nos está aportando la patente. Pero de lo que realmente me siento orgulloso es de que el trabajo realizado ha sido realmente un trabajo en equipo. Entiendo que las preguntas se dirijan a mí por ser, quizá, el de mayor visibilidad académica pero, tanto en el trabajo que condujo a la patente como en los posteriores, todos los miembros del grupo han aportado, en su momento, lo mejor de cada uno. Son tres investigadores, dos de ellos profesores brillantes de la UNED y la UPM, y un doctorando, junto con una excelente técnico de laboratorio. Los dos profesores han sido mis doctorandos
y, al menos de momento, siguen queriendo trabajar conmigo. Ese es mi máximo orgullo académico”.
Los miembros del Grupo de Investigación en Materia Blanda y Fluidos, además del catedrático Miguel Ángel Rubio Álvarez, son: Javier Tajuelo Rodríguez, profesor del departamento de Física Interdisciplinar de la Facultad de Ciencias de la UNED; Juan Manuel Pastor Ruíz, profesor de la ETSIIAB, de la UPM. Y forman parte del laboratorio Pablo Sánchez Puga, investigador predoctoral, y María José Retuerce Fernández, técnico del laboratorio de Física Fundamental.