¿Cómo suena el sexismo en las redes sociales? No siempre igual, no siempre tan obvio y, a veces, puede parecer hasta amable o “gracioso”. Veamos: “Las mujeres deben ser amadas y respetadas, trátalas siempre como un vidrio frágil” ó “Hay que amar a las mujeres… solo eso… nunca las entenderás”. Ambos ejemplos los aporta el profesor Jorge Carrillo de Albornoz, profesor de la ETSI de la UNED. El doctorando Francisco Rodríguez Sánchez es el autor principal del trabajo y la profesora Laura Plaza también ha participado en este proyecto.
“En el primer caso se esconde la idea de que las mujeres son más débiles que los hombres; en el segundo, puede parecer una broma y es un chiste típico de humor sexista. En los casos más extremos, el sexismo puede sonar ofensivo e incluso incitar al odio. Por eso es complicado detectar automáticamente el sexismo online, porque se expresa de maneras muy diferentes.
“Hemos encontrado una gran cantidad de conversaciones en español, en este caso concreto procedentes de Twitter, de contenido misógino. Dado que Twitter es una red social con mecanismos de censura y políticas de uso bastante restrictivas, esperábamos encontrar pocos tweets para la categoría de misoginia. Del mismo modo, hemos encontrado un alto porcentaje de tweets en inglés para la categoría “violencia sexual”, cuenta Carrillo de Albornoz, y añade que, “el porcentaje de contenido sexista que podríamos considerar implícito o sutil en el dataset es considerablemente más alto que el explícitamente violento, lo que corrobora que es imprescindible avanzar en la detección automática de este tipo de sexismo”.
“La campaña EXIST pretende impulsar el desarrollo de algoritmos automáticos capaces de detectar el sexismo en un sentido amplio, desde la misoginia explícita hasta otras expresiones sutiles que involucran comportamientos sexistas implícitos. Se trata de una tarea muy compleja debido al uso de vocabulario neutro y la dependencia con el contexto en que se produce la conversación”, explica el profesor.
La campaña de evaluación EXIST se organiza como parte del proyecto MISMIS (Misinformation and Miscommunication in Social Networks) en el que participan investigadores de la UNED, la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Barcelona, como un instrumento para potenciar la investigación en detección automática de sexismo en la red, fundamentalmente en conversaciones en redes sociales. “Investigaciones anteriores han estudiado la presencia de contenidos misóginos y violentos hacia la mujer en Internet, pero nunca antes se han tratado el sexismo en su globalidad, que incluye formas sutiles, amables e incluso encubiertas”, señala Carrillo de Albornoz.