| ¿Qué avances aporta la nueva publicación en cuanto a las funciones del cerebro en relación con la identidad de género? “Es el tercer paso que da nuestro grupo y encontramos siempre lo mismo, aun utilizando diferentes niveles de análisis de neuroimagen cerebral. Con resonancia magnética estructural y cuantitativa, que mide la morfología del cerebro, hace unos pocos años descubrimos que variaciones en la estructura de la corteza cerebral y los grandes fascículos cerebrales se asocia a las cuatro identidades binarias (hombres cisgénero, hombre transgénero, mujeres cisgénero, mujeres transgénero). Entonces decidimos abordar cómo la fluye la información en el cerebro a partir de la activación cerebral durante el reposo. Esto es, realizando una aproximación matemática por medio de algoritmos que nos muestran como se relacionan las distintas regiones cerebrales, lo que se conoce como conectividad estática cerebral. Promediando las señales también encontramos cuatro endofenotipos asociados a las cuatro identidades de género binarias. En este último trabajo, lo que es fascinante es que cuando estudiamos cómo fluye la información a lo largo de unos segundos de tiempo también encontramos que ésta discurre de forma específica para cada identidad de género. El cerebro funciona de forma diferente para hombres cisgénero , mujeres cisgénero y hombres transgénero. Es la primera vez que se demuestra un hecho de este tipo en relación con la identidad de género y apoya nuestra teoría de la existencia de cuatro endofenotipos cerebrales en relación con la identidad. ¿Qué hay más íntimo con respecto a la identidad sino como fluye la información cerebral? Por eso , hemos empezado a hablar en nuestras publicaciones científicas que el yo no es algo neutro, sino que tiene género, en la publicación en inglés lo denominamos gendered self. Pensamos que es un paso importante en el conocimiento de nuestra propia naturaleza”, explica el professor Guillamón.
| |