En un alegato reivindicativo, el nuevo doctor honoris causa de la UNED señalaba que “cuando regresé a España justo a finales del siglo pasado, mi laboratorio se financiaba casi en su totalidad con recursos obtenidos de convocatorias públicas. Desgraciadamente ahora los procedentes del Gobierno y de las Comunidades Autónomas no representan ni el 20 %. Podemos seguir investigando gracias a los European Research Council, que ahora son el sustento principal de los grupos que quieren estar en la elite científica, e instituciones y ONG´s privadas como la Fundación de la Asociación Española contra el Cáncer o la Fundación CRIS. Insto a nuestra clase política a que dejen el ruido a que nos tienen acostumbrados y pongan en marcha un verdadero y eficaz pacto de Estado por la Ciencia aprovechando la llegada de los Fondos Europeos, una oportunidad única de sacar al sector de la preocupante situación en que se encuentra. Si se desperdicia, quien sabe cuándo será posible volver a intentarlo. A mí ya no me va a afectar, pero a buen seguro afectará a las generaciones venideras. Recordemos que no son los países más ricos los que más invierten en Ciencia, sino que son los países que más han invertido en Ciencia y Tecnología los que hoy en día son los más ricos”.
La UNED es el proyecto integrador, sugestivo, articulado y más democrático de España
El rector de la UNED, Ricardo Mairal Usón, ha iniciado su discurso celebrando el 50 aniversario de esta universidad, una institución que en sus palabras “es el proyecto más integrador, sugestivo y articulado, más democrático y racional-social de España como país”. “En momentos como estos, de enclave en el Término Medio entre dos Tiempos, la mirada se amplía y se vislumbra el horizonte, que queremos abrazar con el ímpetu de la innovación, pero también con la lealtad a las señas de identidad que caracterizan nuestra naturaleza: la de Universidad pública, sostenida en el rigor intelectual y académico y una irrenunciable vocación de función social que nos permite llegar a aquellos que por discapacidad, lejanía o conciliación no disponen de otras posibilidades de formación universitaria”, ha destacado Mairal en su discurso.
Los retos del futuro son impredecibles, pero algunos pueden ya vislumbrarse desde nuestro presente, ha dicho el rector, que ha subrayado la posición privilegiada de la UNED en estos momentos que vivimos de “enclave entre dos tiempos”. “Algunos desafíos del futuro ya se perciben, como la necesidad de reforzar las sinergias colaborativas interdisciplinares. Por ejemplo, entre las Humanidades, las Ciencias, las Técnicas, los saberes históricos y los jurídicos, las ciencias de la naturaleza y la salud y las de las culturas; o la importancia de contribuir al equilibrio entre dos Españas que tienden a escindirse peligrosamente: la urbana cosmopolita y la rural, que se vacía impulsada por la brecha tecnológica. Y en este desafío deben cumplir un papel estratégico nuestros centros asociados, que han de seguir siendo garantía de la vertebración territorial académica del país”, ha señalado.
El rector ha anunciado un Tiempo de Ilustración hacia el que debemos avanzar. Un camino de progreso y retroceso. “Sí, una segunda, una Nueva Ilustración, de la mano de la Universidad y de nuestra UNED, que despunta ya en muchas de las investigaciones científicas impulsadas desde nuestros institutos, centros y grupos de investigación, a los que hoy quiero públicamente expresar mi reconocimiento y gratitud por la extraordinaria labor que están haciendo”.
Muestra brillante de esta Nueva Ilustración son, en opinión del Rector de la UNED, los “prometedores trabajos” del doctor Mariano Barbacid, un hombre fundamental “para que la esperanza racional en la Ciencia, esa Docta Spes, se encienda cálida en nuestros corazones”. Gracias a la investigación del doctor Barbacid, hoy podemos celebrar otro aniversario, el cuadragésimo del aislamiento del primer oncogén humano, así como de la identificación de la primera mutación directamente asociada al cáncer y con ello, el nacimiento de la disciplina que hoy conocemos como Oncología Molecular, y que ha cambiado el pronóstico del tratamiento del cáncer. “Sin duda, este descubrimiento ha sido decisivo para establecer las bases moleculares del cáncer y contribuir a la lucha contra esta terrible enfermedad. ¡Cuánto le debemos al doctor Barbacid, a su admirable tesón y talento científico, a su generosidad y entrega a la ciencia! Gracias a él y sus hallazgos, hay tantas vidas que se han salvado, tantas que se salvarán, venciendo a la enfermedad. Es un ejemplo singular de filantropía, de entrega y amor a los demás”, ha expresado el rector de la UNED.
La figura del doctor Mariano Barbacid es un “modelo de recto proceder, de trabajo fecundo que lleva a descubrimientos que ayudan a vivir mejor, e incluso a salvar vidas. Los trabajos del doctor Barbacid son un exponente indiscutible de que la Ciencia es una rama del saber humano que inspira nuestra existencia y aumenta nuestra calidad de vida, propiciando un mayor conocimiento de nosotros mismos y del mundo que nos rodea”, ha destacado el rector antes de afirmar que estos hombres de ciencia son imprescindibles en la Nueva Ilustración que necesitamos para “equilibrar el avance imparable de la Ciencia con la claridad y el sentido crítico que emanan de las Humanidades”.
“Esta nueva era que vivimos -ha dicho el rector- será definida con precisión por los científicos del futuro, pero a mí me gusta denominarla Nueva Ilustración, segunda ilustración, o bien otra ilustración, como ya he escuchado que la llamen algunas voces acreditadas”. El rector ha recordado que la Ilustración del S.XVIII, conocido como el Siglo de las Luces, fue en esencia “un instante histórico de destacable importancia para comprender la modernidad, impulsando los avances científicos. Ya en 1784 Kant, al responder a la pregunta de qué era la Ilustración, nos decía para explicar los retos de ese periodo que ninguna época podía hurtar a la siguiente la posibilidad del progreso”.
Es por ello que Mairal ve una “ineludible obligación” en la comunidad universitaria de “sostener y desarrollar el concepto integral de la cultura. Sea desde el campo de las ciencias puras, de las ciencias aplicadas, de las sociales o de las humanas, somos custodios de la obra de las generaciones que nos precedieron y debemos continuarla en beneficio de las generaciones que nos sucederán”.