Cuando el alumno finalice esta asignatura deberá haber conseguido una serie de logros (conocimientos, habilidades y destrezas) que se resumen a continuación:
Conocer y valorar los diferentes modelos de clasificación en psicopatología infantil, así como las técnicas y procedimientos para su evaluación y diagnóstico. Para ello, el alumno se habrá formado en la distinción entre lo normal y lo patológico, lo clínico y lo subclínico, y los distintos criterios de anormalidad. Asimismo, deberá conocer y manejar el sistema de diagnóstico vigente.
Identificar las características clínicas de los trastornos infantiles, de los factores de riesgo y etiológicos, y de las estrategias para su prevención y tratamiento. Para ello, el alumno deberá conocer la sintomatología de los distintos trastornos en la infancia y adolescencia y delimitar los factores precipitantes, predisponentes y mantenedores de cada trastorno. Asimismo, conocer los distintos factores que puedan estar implicados en la prevención primaria, secundaria y terciaria, así como la aplicación de programas preventivos en estos tres niveles.
Tener capacidad para aplicar las diversas estrategias terapéuticas que se han mostrado eficaces en el tratamiento de cada uno de los trastornos en el ámbito infanto-juvenil. Para ello, el alumno deberá saber seleccionar aquellas técnicas que sean más adecuadas para el tratamiento de cada caso concreto y saber aplicarlas siguiendo la secuencia apropiada.
Ser capaz de analizar un caso clínico, resaltando las características más relevantes y significativas, identificando los síntomas más relevantes del caso clínico, así como las principales causas que elicitan o mantienen el trastorno, y seleccionando las estrategias terapéuticas más eficaces para el tratamiento de dicho caso.
Finalmente, el alumno será capaz de redactar un informe clínico a partir del estudio de un caso.