Desde las últimas décadas, las políticas sociales en España se encuentran sometidas a transformaciones desencadenadas por el proceso de descentralización, cambios en la estructura de la sociedad y el propio ciclo económico. Al mismo tiempo, se enfrentan a nuevos desafíos, p.e el impacto de los avances tecnológicos en el mundo laboral o la dualización de este; además, deben responder a nuevas demandas de los colectivos desfavorecidos, todo ello en el contexto de la integración europea.