El vicerrector de Estudiantes, Alberto Mingo Álvarez, en su turno de palabra ha querido empezar condenando la invasión rusa a Ucrania, y mostrando su solidaridad con el pueblo ucraniano. Luego felicitó a los egresados y a todos los profesores y trabajadores de la UNED que de un modo u otro han contribuido a que sea posible este acto de graduación. “El acto de graduación es muy importante en la vida de una persona, de su familia y de sus seres queridos. Es el día en que se recogen los frutos del esfuerzo y el trabajo. Confío en que hayáis disfrutado el camino”.
El vicerrector reconoció la dificultad de compaginar la formación con el trabajo, y les volvió a repetir que la graduación no es el fin del camino, “sino el comienzo de un viaje tan largo y lejano como queráis”. “Habéis llegado a Ítaca o, si preferís, a La Luna, pero queda mucho camino por explorar”.
Para finalizar ha querido celebrar el 50 aniversario de la UNED, “la universidad con mayor vocación social, la que más se adapta a sus estudiantes, que suma a su matrícula un 40% de estudiantes con discapacidad y da formación a 1200 estudiantes en centros penitenciarios, y a otros tantos en la llamada España vacía. La UNED rompe barreras, y cada día demostramos que las barreras pueden ser derribadas. Enhorabuena y os animo a mejorar el mundo”.
Para finalizar todos se han puesto en pie para entonar las notas del himno universitario Gaudemus igitur.