En el Laboratorio de Voz, Música y Lenguaje se investiga de modo interdisciplinar sobre temáticas en el ámbito de los estudios de género y educación para la salud vocal de los profesionales para los que la calidad vocal es una herramienta imprescindible de trabajo, como cantantes y profesores. “El foco es la voz, porque a través de ella el ser humano se expresa verbal y artísticamente. La voz es la herramienta de comunicación verbal oral más utilizada en el día a día de las personas. Por lo tanto, se entiende que tantos estudios en voz hayan comprobado que las limitaciones vocales pueden cambiar negativamente la calidad de vida de los individuos. A nivel psicosocial, se sabe que determinados rasgos vocales contribuyen en la exclusión o la inclusión sociales. Véase, por ejemplo, cómo las mujeres transgénero antes de la última fase del proceso de cambio de género, que es la feminización de la voz, son víctimas de prejuicios y muchas veces de exclusión social porque su transexualidad se revela a través de la voz. En el extremo contrario, los rasgos de la voz pueden empoderar a una persona al punto de transformarla en un ídolo social, como es el caso de muchos cantantes, como Madona o Freddie Mercury”, señala la investigadora de la UNED.
La voz es el instrumento musical más utilizado en musicoterapia, materia en la que aporta beneficios mas que comprobados en las personas mayores, con estados depresivos y enfermedades neurodegenerativas. “A través del canto se establecen vínculos sociales, se origina bienestar psicológico y fisiológico, y se promueve la inclusión social de grupos vulnerables, como pueden ser las personas mayores en zonas despobladas. Por todos estos motivos, estamos convencidos de que, a través de la voz, se puede integrar, educar e innovar para mejorar el bienestar psicosocial y la calidad de vida de las personas y de los colectivos más vulnerables”, explica Filipa Martins.
Como fruto de sus investigaciones en el Laboratorio ha corroborado, como un gran número de estudios científicos en musicoterapia y educación musical, que el canto grupal participativo constituye una de las herramientas terapéuticas más eficientes para la promoción de salud y bienestar físico y mental de las personas, especialmente de las que mayores, que sufren enfermedades neurodegenerativas y depresión, por eso el Laboratorio de Música, Voz y Lenguaje de la Facultad de Educación de la UNED, y su equipo interdisciplinar constituido por especialistas en canto, música, psicología clínica, logopedia, lingüística y otorrinolaringología, organizan actividades dirigidas a estas personas, que involucran, siempre que sea posible, a sus familias, cuidadores e instituciones de salud.
“Las patologías vocales contribuyen a la disminución significativa de la calidad de vida. Esto es notorio en el caso de los que sufren cáncer de laringe y han sufrido una extirpación parcial o total de ese órgano, pero también en los que tienen otras patologías vocales cambian la calidad de la voz, y hacen más difícil la comprensión de su discurso. En este grupo se incluyen las personas con patologías de abuso vocal, como nódulos, pólipos y otras formaciones que requieren de intervención logopédica y/o quirúrgica. En estos casos, encontrados frecuentemente en profesoras, las patologías vocales también afectan al autoconcepto y pueden llevar al aislamiento social”.
Estas enfermedades interfieren, además, en la capacidad para trabajar de los profesores de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Universidad, y son responsables de un aumento del absentismo laboral, siendo las mujeres un grupo particularmente afectado. “En el laboratorio, desarrollamos investigaciones orientadas a mejorar el bienestar de las personas con limitaciones vocales, sobre todo de las mujeres, y de las personas que no tienen posibilidad de acceder a un acompañamiento especializado de salud y (re)educación vocal”, explica.