Nuestra asignatura Derecho del Consumo, abarca como su nombre indica, un conjunto de materias relativas a la noción de Consumidor y Usuario, así como su régimen normativo de protección y defensa, las asociaciones de consumidores, el arbitraje de consumo, entre otras tantas. Su estudio lo abordamos desde la perspectiva de los consumidores de bienes y los usuarios de servicios, en el entendido de que se trata de sujetos físicos individuales o personas jurídicas, que actúan fuera del ámbito de cualquier actividad comercial, empresarial, oficio o profesión. En esta noción, también hemos de detenernos en los denominados "consumidores vulnerables" fruto del Real Decreto-ley 1/2021, de 19 de enero.
Por tanto, el Consumo y su Derecho, es una realidad tan pujante, que nos envuelve por completo. Vamos a visualizarlo, si nos imaginamos la tarea de redacción de la guía: incluye el teclado que uso para escribir, el toner de mi impresora, el café con leche que tengo a mi lado y su bonita taza recién salida del lavavajillas (uso abrillantador, pastillas y un ambientador dentro del electrodoméstico), la medicación prescrita por el médico y dispensada por los profesionales farmacéuticos y que he ido a recoger hace una hora y media; es más, aprovechando internet, mientras trabajo en día no lectivo... he abierto tres pestañas más en el navegador, una para hacer la compra de comestibles, otra para planificar un viaje que voy a realizar en cuanto pueda y alquilar una furgoneta porque voy a llevar unos muebles a una hermana, o en la tercera pestaña del navegador estoy comprobando cómo fluctúan los precios de los créditos hipotecarios. Pero volvamos a la mesa de trabajo, que aquí están mis gafas, la silla ergonómica que con tanto cuidado elegí, etc.
Es nuestra total y completa realidad. De ahí que no podamos calificar es Derecho civil o solo procesal o solo mercantil o solo administrativo sancionador o solo contractual o....; tenemos la suerte de estar ante una materia transversal. De modo que nos conviene aprender cuáles son nuestros derechos como sujetos que ostentamos dicha condición de consumidores y/o usuarios... y cómo defenderlos si fuesen conculcados. Por tanto, práctica y textos legales, textos legales y libros, tienen que formar nuestra inescindible realidad formativa y académica, con una finalidad básica: saber manejar las normas aplicables, para solventar los supuestos de hecho y tutelar nuestros derechos básicos.
Es cierto que lograr una protección completa e integral de los consumidores y usuarios no es tarea sencilla, ya que, como hemos constatado, el ámbito del consumo es de una extraordinaria amplitud y complejidad. Semejante pluralidad recogida, en principio, en una norma de de carácter general como es el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (en constante actualización, desde su aprobación hasta el momento de redactar estas líneas, más de quince modificaciones muy profundas al ritmo de casi dos por año). Además, vamos a manejar otros textos legislativos complementarios, toda vez que, aunque el mencionado Real Decreto Legislativo 1/2007, sea fundamental, lo cierto, es que no es el único que nos permitirá salvaguardar nuestros derechos. De hecho, el elemento primordial ya lo contempló la Constitución en su artículo 51. Por cierto, no hay duda, la protección de los consumidores y usuarios es un principio general de derecho. Por tanto, el Texto refundido es esencial, si bien no es todo el Derecho del consumo, sí es buena parte de él, pero no es al estilo de otros países de nuestro entorno el Código de Derecho del consumo.
Por tanto, si afecta a las relaciones entre consumidores y usuarios y empresarios, tendremos en cuenta que a los efectos de lo dispuesto del Texto de 2007 actualizado "se considera empresario a toda persona física o jurídica, ya sea privada o pública, que actúe directamente o a través de otra persona en su nombre o siguiendo sus instrucciones, con un propósito relacionado con su actividad comercial, empresarial, oficio o profesión".
Una observación importante: esta guía es idéntica para el alumnado que curse la asignatura en el Grado de Derecho y para los estudiantes del Grado en Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas. En ambos casos los créditos ECTS (European Credit Transfer and Accumulation System o Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos) ascienden a 6, teniendo en cuenta que, como advierte el RD 1125/2003 “Los créditos ECTS representan el volumen de trabajo del estudiante para conseguir los objetivos del programa de estudios, objetivos que deben ser especificados preferiblemente en términos de resultados del aprendizaje y de competencias que han de ser adquiridas”. La particularidad es que la evaluación continua puede representar hasta el 30 por ciento (ponderado) de la calificación. Más adelante profundizaremos las cuestiones relativas a la metodología y evaluación.
Hay que añadir que en el GRADO EN DERECHO esta materia está en cuarto curso, Segundo Semestre y tiene carácter de Optativa. En el caso del GRADO EN CIENCIAS JURÍDICAS DE LA ADMINISTRACIÓN, también está en cuarto curso y en su Segundo Semestre, si bien con el carácter de Obligatoria.