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Entrevistas Día de la Mujer

Presentación
Araceli Maciá Antón
Elisa Pérez Vera
Celia Amorós
Carmen Arasa
Carmen Carreras Béjar

Entrevista a Carmen Carreras Béjar

"Más de la mitad de los que me apoyaron eran compañeros varones"

Se acaba de celebrar un ciclo de conferencias titulado: “Las mujeres también investigan".  ¿Es necesario, todavía, mostrar a la sociedad la labor investigadora de las mujeres?

El título del ciclo de conferencias habla por sí solo. Todavía hay muchas mujeres que piensan que las profesoras de universidad o investigadoras de centros de investigación que vamos reclamando la promoción de políticas de igualdad de trato y no discriminación, y que pretendemos la organización de las mujeres profesionales de la ciencia en beneficio de la investigación, dedicamos parte de nuestro tiempo a esta actividad porque no somos lo suficientemente buenas, desde el punto de vista profesional, para lograr el éxito sin la ayuda de dichas políticas. Por ello, demostrar la existencia de la subordinación de las mujeres, también en el ámbito científico, es una forma de sentar las bases para superar esta injusticia histórica. En esto no estamos haciendo más que seguir con las directrices y recomendaciones de organizaciones internacionales como la Unidad “Women in Science” de la Comisión Europea o, en el ámbito de la Física, de la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP),

Respecto a si es necesario demostrar que las mujeres también investigan, yo creo que a los colegas no tanto, pero sí de puertas para fuera, es decir, a la sociedad que sustenta con los impuestos la investigación.

En el año de la Ciencia el Secretario de Estado de Investigación afirma que la gente piensa: “La ciencia es importante, pero no es cosa mía”. ¿Cree que hay estereotipos sociales arraigados que considera la ciencia algo más propio de hombres?

El hecho de que haya disminuido notablemente el número de estudiantes que eligen carreras científicas para su futuro profesional da la razón a lo que ha expresado el Secretario de Estado de Investigación, y esto no ocurre solamente en España sino que es un problema acuciante en todas las sociedades desarrolladas (Europa y EE.UU.). Cada día los ciudadanos de estos países utilizan ciencia y tecnología en todas sus acciones. Sin embargo, no demuestran interés por conocer cuáles son los fundamentos de los dispositivos que utilizan, teléfono móvil, correo electrónico, Internet, microondas, resonancias,… Más de una vez se ha dicho a los gobiernos que tienen que poner los medios desde la educación general básica para evitar este analfabetismo científico que reina hoy en la sociedad.

También existen estereotipos que hacen que algunas profesiones se vean como más típicas de los hombres, que las profesiones derivadas de los estudios científicos clásicos, que requieren una dedicación mayor, más intensa, parecen más indicadas para los chicos. En este sentido, la ciencia y la técnica, son socialmente reconocidas como carreras masculinas y por ello hay una menor concienciación entre las mujeres para dedicarse a este tipo de profesiones. Es necesario romper ese “rol model” asociado a investigador/hombre.

 Las carreras de ciencias suelen tener un menor número de alumnas. ¿Cree que este hecho irá cambiando con las nuevas generaciones?

Desgraciadamente, el número de estudiantes de Ciencias, en general, y de Física, en particular, ha descendido en los últimos años. En el caso concreto de esta disciplina, el número de mujeres matriculadas desde hace varias décadas se mantiene en torno al 30%. En los últimos 10 años el incremento ha sido de un 1%, incremento similar al de las carreras técnicas, asimiladas como típicamente masculinas. Sin embargo, las estudiantes mujeres en las áreas de ciencias experimentales representan globalmente más del 50% del total de estudiantes, llegando en el curso actual a alcanzar casi el 60%, o en el caso de la medicina, donde superan el 70%, por ser una profesión de carácter eminentemente solidario y, por lo tanto, apropiada para las mujeres. Por el contrario, las cifras parecen poner de manifiesto que la Física no es una ciencia atractiva para ellas. Lo realmente curioso es que, independientemente del número de alumnos que cursen esta carrera, más o menos el 30% son estudiantes mujeres. Con lo cual, me atrevo a decir que parece que las nuevas generaciones no están cambiando de actitud en este sentido.

¿Cómo valora que la primera mujer Rectora de Harvard acceda al puesto tras la polémica generada por su antecesor, el economista Lawrence Summers, quien afirmó que las mujeres no tienen aptitudes para estar en primera división tanto en ciencias como en matemáticas?

Cuando decía anteriormente que a los colegas no hacía falta demostrarles lo que somos y lo que hacemos, si valemos o no para la investigación, lo digo sinceramente convencida de ello, aunque, por supuesto, en esto como en todo hay deshonrosas excepciones.

No creo que haya un desprecio consciente hacia nosotras como profesionales por el mero hecho de ser mujeres. Sin embargo, sí creo que existe un “machismo inconsciente” que, sin darnos cuenta, ejercemos todos, hombres y mujeres, cada día. Contra él hay que actuar con políticas de igualdad. Sin embargo, actitudes como la del Rector de Harvard son conscientemente machistas y, afortunadamente, son rechazadas públicamente por la mayoría de los profesionales, los gestores y los políticos.

A este famoso economista, de reconocido prestigio en su profesión, sus opiniones le han costado su puesto de Rector. Me alegro mucho de que sea ahora una mujer quien lo ocupe, pero me hubiera gustado mucho más que la profesión de esta mujer fuera precisamente una de esas para las que, según dicho afamado y prestigioso economista, las mujeres no tienen aptitudes. Desgraciadamente, el número de científicas es muy reducido y en la División de Ciencias y Matemáticas de Harvard, todavía más. Espero que esta historiadora sea capaz de demostrar que una mujer puede dirigir una de las universidades más prestigiosas de EE.UU., que cuenta con una plantilla global de unas 25.000 personas.

Este año recoge usted el Premio de la Sociedad Española de la Física como impulsora de la enseñanza de esta materia. ¿En este reconocimiento, han tenido algún papel sus colegas profesores?

Tengo que decir que realmente me siento privilegiada por este reconocimiento, pues aunque, tal y como dice la comunicación que me envió la Real Sociedad Española de Física, se me otorga “ por mi labor docente durante mi dilatada carrera como profesora y como impulsora de la enseñanza de la Física, así como por mi relevante presencia en la RSEF ”, soy consciente de que muchos otros profesores de Física son merecedores de este galardón. El hecho de que mi candidatura haya sido apoyada por físicos, tanto de mi Departamento como de la Sección de Física de la Facultad de Ciencias de la UNED, así como por profesores de otras universidades e investigadores del CSIC, con los que he trabajado en proyectos como las Olimpiadas de Física, los concursos “Física + Matemáticas en Acción” y “Ciencia en Acción”, la organización de actividades en el Año Mundial de la Física,…, hace que la labor que he realizado, tanto en la UNED como fuera de ella para acercar la Física a la sociedad, se vea gratamente recompensada. He de decir, además, que más de la mitad de los que me apoyaron eran compañeros varones y que la Junta de Gobierno de la RSEF, que aprobó por unanimidad mi candidatura, también tiene mayoría de físicos hombres, por lo que me siento bien valorada por mis colegas.

Esto no quiere decir que no tengamos que seguir trabajando desde los grupos organizados de mujeres en las sociedades científicas para conseguir incrementar el número de profesionales mujeres de la Física que alcancen el éxito en su carrera, es decir, que logren las categorías más altas (catedráticas o profesoras de investigación) y los máximos puestos de responsabilidad (Directoras de Departamento, de Centro, Decanas, Rectoras,…).

Los datos siguen siendo escalofriantes. En la actualidad, en nuestro país y en el área de Física, menos del 6% de los catedráticos son mujeres, menos del 10% de los profesores de investigación del CSIC son mujeres, y cuando hablamos de mujeres Académicas, mujeres Doctores honoris causa ,…, el número decae hasta valores vergonzosos.

Hay quien piensa que las mujeres todavía no estamos preparadas para asumir tales funciones de responsabilidad o que si no llegamos a dichos puestos es porque no tenemos interés en conseguirlo. Hay todavía muchas cargas familiares que la mujer sustenta y que le impiden asumir estas tareas y, cuando lo hacen, es a costa de un precio personal muy elevado.

Las cosas van cambiando poco a poco, pero todavía queda mucho camino por andar para lograr este cambio de actitud y de mentalidad.

Leonor García

 


Carmen Carreras Béjar