“Confieso, como Pablo Neruda, que he vivido. Y que he vivido bien. He trabajado mucho, pero también puedo decir que he vivido como un sibarita”, cuenta el profesor, erudito y culto, con un toque de humor granaíno, en honor a esa ciudad en la que nació y de la universidad en la que se formó y doctoró. “A quien no da hijos la naturaleza, le da UNED. No tengo hijos, pero sí más de 30 sobrinos, y como quiero evitar cualquier desavenencia entre ellos cuando falte, he decidido legar, mis bienes inmuebles a organizaciones de caridad y mi patrimonio económico a la UNED. Servirá para ayudar a estudiantes sin recursos, a jóvenes profesores investigadores y a la generación de conocimiento y su difusión”. Es la continuidad de lo que ha hecho siempre, la continuación de su obra después de él, y una nueva fórmula de apoyo a los estudiantes que se incorpora a la UNED.
El Legado del Profesor José Romera Castillo, que incluye la cesión de algunas obras de arte y algunos libros, primeras ediciones o ediciones singulares ya depositadas en la
Biblioteca Central, establece el destino que la UNED ha de dar al fondo de 30.000 euros anuales. La relación comienza con las actividades prioritarias relacionadas con su grupo de investigación, el
Centro de Investigación de Semiótica Literaria Teatral y Nuevas Tecnologías (SELITEN@T), al que se adscribirá la organización de un seminario internacional anual, continuación de los anteriores ya realizados, y la edición impresa de sus Actas; la edición impresa y digital con carácter anual de la revista
SIGNA, continuación también de los números anteriores; y la publicación de la obra ganadora del Premio de investigación filológica profesor José Romera Castillo, instituido por la Facultad de Filología de la UNED.