José Celma Prieto
Fundador de la UNED en Tortosa
Presidente del Consejo Social de la UNED

Uno, que ha sido autodidacta, no hay nada mejor que pueda favorecer que la universidad.

La historia de la UNED es la historia de una buena parte de mi vida.
Hace 30 años tenía ya mi propia compañía y creía que luchar, trabajar era casi una obligación social. Quería también hacer algo por mi tierra.
Un gran amigo mío me explicó, durante un viaje a Madrid, la revolución que la UNED representaba. Era tan entusiasta que el hombre me convencía para que yo estudiase en la UNED. Iba bien para el esquema mío. Llego a Madrid decidido a matricularme en la UNED, pero mire usted por donde, a las 48 horas el alcalde de Tortosa pide verme para proponerme que me meta en la aventura de hacer un centro de la UNED en Tortosa.
Me invitó a la ciudad y me llevó a ver el bachillerato nocturno en la España de hace 30 años, la España de las 11 universidades. Me dice: éste es ebanista, éste otro obrero de la construcción... Hacen un esfuerzo tremendo en el bachillerato nocturno para estudiar. No había becas y si mucha necesidad. Era muy difícil estudiar. Ellos lo hacían en plan casi heroico. El alcalde me dijo: Cuando acaben, han de ser fracasados, no se pueden ir a Barcelona, a Valencia, a Zaragoza...

Intercesión real
El Rey de España, entonces príncipe, al igual que yo tuve con mi amigo las primeras conversaciones sobre la UNED, el Rey las tuvo conmigo. Su intervención fue tan decisiva que sus gestiones allanaron toda burocracia y en unos meses se inaugura el centro de Tortosa. Significa el primer contacto de la Casa Real con la UNED, a través de este centro.

La obra de su vida
La vida parece que es muy larga, que has hecho muchas cosas. Si uno mira desde la tribuna de mis años, lo que has hecho es esto, más esto, más esto y nada más. Entre las cosas que quedan de lo que uno ha hecho son estas cosas que llegan a los 30 años.
La UNED es de las que más satisfacciones me han dado. Ha permitido que haya ido a declarar a un juzgado y me haya encontrado con que el juez quería conocerme. Cuando he entrado el juez me ha abrazado y me ha dicho: - Estoy aquí gracias a usted. He llegado aquí porque en Tortosa hay un centro asociado de la UNED que usted creó.

El afortunado en la UNED
Al hablar de la UNED en Tortosa me tengo que emocionar: ha habido diferentes regímenes, ayuntamientos de todos los partidos, y sin embargo la cosa sigue... el alumnado, con sus vaivenes y el decaimiento de las matrículas, a pesar de todo, se mantiene. Y aún cuando ha crecido el número de las universidades. La UNED de Tortosa no es obra de una persona o de un hombre. Hubiese sido imposible sin una serie de personas muy capacitadas, de una gran preparación académica... que han sido los tutores. Imposible también sin una sociedad local que la acoge.
Yo he sido, de todos los que contribuyeron a hacer la UNED, el que se ha visto. Me convertí casi en un mito, cuando realmente sin todo lo demás no hubiese sido posible.

También Presidente del Consejo Social de la UNED
El Rectorado y el Consejo de Gobierno son los que gobiernan la UNED. En los últimos tiempos contamos con la ayuda de la Rectora, Araceli Maciá, con la que se ha dado un paso adelante muy importante. Me admira su tenacidad, su elocuencia y en definitiva, que es psicóloga y para algo tiene que servir la Psicología. La he visto en tres o cuatro casos de esos en los que yo no habría sabido reaccionar y ella ha sabido. Sabe estar en muchos sitios y enfrentarse a las situaciones.

Como Presidente del Consejo Social he de hacer la siguiente reflexión: la universidad es una cosa de la sociedad, como puedan serlo las carreteras. Durante siglos la universidad y la sociedad han vivido de espaldas, en una sociedad estamentada, donde el médico era hijo de un médico, era una cosa cerrada. Era muy difícil que el hijo de un obrero fuese a la universidad. Uno donde nacía, allí moría.
Se pretendía que el Consejo Social fuese lo que juntase a la sociedad.
Luego le da una serie de atribuciones como la del presupuesto en el que el Consejo Social es soberano.
A mí me interesa más lo otro: llevar a las empresas la idea de que tienen que unirse a la universidad. Un poco la idea de universidad americana: ¿por qué ha sido grande? No por la ayuda estatal, sino por la ayuda que ha tenido de las empresas. La aportación de los grandes hombres americanos ha sido hacia la universidad: el que ha querido hacer algo por la sociedad, lo ha hecho en la universidad.

La base de la Universidad es la investigación
En la investigación nunca un Estado puede llegar a todo. Siempre se puede ir más allá. Además de otras funciones de la universidad, es fundamental que investigue en el pasado para proyectarlo al futuro, y para conseguir que el futuro de cada generación sea siempre mejor.

La importancia de la Universidad no tenía la fuerza de presión que pueda tener hoy.
Hoy no hay nada que podamos hacer, en el sentido más social, que no se pierda ni una sola inteligencia por falta de medios.

Imagen de la UNED
Su prestigio está consolidado aunque hay que señalar su escasez de medios. Por una razón muy sencilla: todos los ministros están siempre enfadados con el Ministerio de Hacienda, que su obligación es reducir los gastos, como es natural. Ha habido titulares de ministerios que han estado convencidos que la UNED necesitaba un presupuesto ínfimo porque no había una enseñanza presencial. Esto no es así, hay que atender a los estudiantes, pero además de ser la única universidad del Estado, es que tiene cuestiones de estado como pueden ser las cárceles, los centros asociados en el extranjero, por todo el mundo con un coste tremendo, pero que es lo más social que se puede hacer: que el hijo de un señor que ha tenido que emigrar a no sé donde, que sus hijos puedan cursar allí unos estudios universitarios españoles. Esto es lo más grande.