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TFM - MECANISMOS DE REFORZAMIENTO DE LA CONDUCTA ADJUNTIVA

Cod.22202703
CONTEXTUALIZACIÓN

En 1961, John L. Falk realizó un estudio cuyos resultados fueron en extremo sorprendentes. Sometió a unas ratas a un entrenamiento de presión de palanca conforme a un programa convencional de intervalo variable de reforzamiento con comida. Adosó un biberón lleno de agua a uno de los laterales de las cajas de condicionamiento, registrando tanto las presiones a la palanca como la ingesta de agua. Los animales ejecutaron la conducta operante de forma normal, pero bebieron excesivas cantidades de agua, a pesar de que no tuvieron sed y de que no se programó ninguna contingencia entre el beber y la obtención del reforzador. La bebida se localizó en los momentos inmediatamente posteriores a la consecución de la comida y las presiones de palanca en anticipación al reforzador. Falk denominó este fenómeno conductual “polidipsia inducida por programa” y teorizó que constituía un ejemplo de una categoría más amplia de conducta para la que se acuñó el término de conducta adjuntiva (véase Falk, 1971). La polidipsia inducida por programa es un fenómeno conductual robusto; se ha observado en diversos programas intermitentes de reforzamiento con comida y en diferentes especies de animales, incluyendo el hombre. Además, se ha informado de patrones de comportamiento adjuntivo como el ataque, la carrera, la defecación, el consumo de sustancias no nutritivas o la autoadministración de drogas de abuso.

Staddon (1977) propuso una explicación motivacional de la conducta adjuntiva. Postuló la ocurrencia de dos estados motivacionales diferentes vinculados a los distintos momentos temporales de una situación de reforzamiento intermitente; uno fuertemente asociado a la pronta aparición del reforzador y el otro a su ausencia. El estado de intermedio se produciría cuando la probabilidad de reforzamiento sea baja e incitaría la ocurrencia de conductas no relacionadas con el reforzador en curso, como puede ser la bebida en los experimentos de polidipsia inducida por programa. El estado terminal, por el contrario, incitaría la ocurrencia de actividades relacionadas con la obtención del reforzador y se localizaría en los periodos donde su probabilidad de obtención sea alta, de manera que los animales entrenados ejecutarían aquí la respuesta operante requerida.

Una línea argumental alternativa es considerar que la conducta adjuntiva puede estar controlada por sus consecuencias ambientales, de forma parecida a la conducta operante más convencional (véase Pellón, Flores y Blackman, 1998; Pellón, 2004). Para que la conducta adjuntiva pueda caracterizarse como una operante debe cumplir tres requisitos. Debe, en primer lugar, ser modificable por sus consecuencias. En segundo lugar, debe ser modulada por las mismas variables que afectan a la conducta operante. Debe, finalmente, ser mantenida por reforzamiento. En nuestro laboratorio hemos venido trabajando en estos tres aspectos de la conducta adjuntiva desde hace mucho tiempo, proporcionando el marco empírico y teórico a la presente línea de investigación.

La conducta se reorganiza y localiza temporalmente a través de reforzamiento, pudiéndose formar cadenas conductuales heterogéneas que terminen con la presentación del reforzador. La bebida podría, a través de un proceso de encadenamiento, ser mantenida por la liberación posterior de la comida, de forma parecida a como lo es la presión operante de la palanca. Esta interpretación asumiría, por tanto, que los animales aprenderían a emitir una secuencia de comportamientos cuyo resultado final sería la obtención del reforzador. Cada elemento dentro de una cadena conductual cumpliría dos funciones. Sería un reforzador condicionado de la respuesta previa y un estímulo discriminativo para la siguiente. El trabajo de investigación a realizar (25 ECTS) serviría para poner a prueba diferentes predicciones de esta proposición teórica de la conducta adjuntiva.

La interpretación de que el reforzamiento actúa formando cadenas conductuales que involucran patrones de comportamiento adjuntivo y operante explica adecuadamente la organización temporal de la conducta, con un comportamiento no explícitamente entrenado ocurriendo en primer lugar y otro explícitamente entrenado ocurriendo después. No se asume ninguna diferencia fundamental en los mecanismos de reforzamiento implicados en estos diferentes patrones de comportamiento, exceptuando la distancia temporal entre la emisión de la conducta y la obtención del reforzador, mayor en el caso de la conducta adjuntiva que en el de la operante.

El trabajo de investigación “Mecanismos de reforzamiento de la conducta adjuntiva” se ubica en el Máster en Investigación como oferta de la línea de investigación sobre mecanismos neuroconductuales de la polidipsia inducida por programa que dirige el profesor Ricardo Pellón Suárez de Puga en los Laboratorios de Conducta Animal del Departamento de Psicología Básica I de la UNED. La investigación en los laboratorios cuenta con financiación estable de los Ministerios de Educación y de Ciencia e Innovación, así como de la propia UNED, ofreciendo el marco adecuado para nuevos trabajos de investigación encaminados a dilucidar entre los posibles mecanismos responsables de la adquisición y mantenimiento de la conducta adjuntiva. El trabajo de investigación tiene relación con asignaturas del itinerario en psicología del aprendizaje y la memoria (principalmente las siguientes: análisis conductual de la formación de clases de estímulos; aprendizaje y condicionamiento en humanos; reforzamiento, estructura y temporalidad de la conducta) y del itinerario de psicobiología (principalmente las siguientes: psicobiología de la adicciones; psicofarmacología aplicada; psicobiología del estrés y la memoria; ecología del comportamiento humano).

Referencias:

Falk, J.L. (1971). The nature and determinants of adjunctive behavior. Physiology & Behavior, 6, 577-588.

Pellón, R. (2004). La ley del efecto y la conducta innata. En R. Pellón y A. Huidobro (Eds.), Inteligencia y Aprendizaje (pp. 89-114). Barcelona: Ariel.

Pellón, R., Flores, P., y Blackman, D.E. (1998). Influencias ambientales sobre la conducta inducida por programa. En R. Ardila, W. López, A.M. Pérez, R. Quiñones y F.Reyes (Eds.), Manual de Análisis Experimental del Comportamiento (pp. 309-331). Madrid: Biblioteca Nueva.

Staddon, J.E.R. (1977). Schedule-induced behavior. En W.K. Honig y J.E.R. Staddon (Eds.), Handbook of Operant Behavior (pp. 125-152). Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.