Se trata es un módulo de nivelación y adaptación. Por tanto, el equipo docente lo plantea como un puente entre el bagaje que aporte e estudiante y la formación del propio máster. Por un lado el estudiante aporta:

• Una experiencia humana personal, en la que ha tenido un importante peso su experiencia como sujeto de la formación recibida en la formación previa a la Universidad.
• Una experiencia formativa especializada, que ha adquirido con la titulación que le da acceso a este máster. Al estar realizando este módulo de nivelación y adaptación, ha cursado una diplomatura (magisterio o Educación Social).
• Una experiencia profesional, salvo que sea un recién titulado. Si ha ejercido en la titulación que le da acceso, tendrá experiencia de docente escolar o de educador social.
• Una(s) razón(es) para realizar este máster, que, como sabe, puede darle acceso a un grado de especialización en el campo de la Educación, lo capacita para la investigación y lo pone en puertas de iniciar su tesis doctoral.

Ello no hace pensar que existe una gran diversidad de estudiantes y que, consecuentemente, el módulo debe poder dar respuesta a esta diversidad con el fin de enlazarla con la troncalidad del máster.

Esto nos permite plantear este módulo desde la siguiente perspectiva:

• Debemos partir de la experiencia de cada estudiante a través de una estrategia abierta que permita a cada uno/a revisar y analizar su experiencia acumulada para extraer de ella lo mucho que ha aprendido de Didáctica.
• Evitar propuestas cerradas en los contenidos del módulo.
• Permitir la convivencia de una gran diversidad de expectativas y objetivos en la realización del máster.