El objetivo más general de esta asignatura consiste en completar la formación disciplinar recibida por el alumno en los distintos momentos de la historia de la filosofía y del pensamiento, hasta lograr una profundización en ciertos núcleos de los mismos y comprobar su incidencia en la filosofía actual.

De este modo, se pretende que el propio alumno piense la historia de la filosofía como un continuum que, lejos de ser serial, replantea dinámicamente problemas transdisciplinares plenamente vigentes. Así, el alumno no sólo adquirirá competencias para encontrar aplicaciones de los conocimientos filosóficos a su época, sino también para comprender el sentido que vertebra todos y cada uno de los diversos momentos de la historia de la filosofía. Sólo así será capaz de transmitir la historia de la filosofía con el rigor y la profundidad que exige, así como con la vigencia que revela en nuestros días y que éstos exigen para la formación de la opinión y la crítica. El enfoque histórico-sistemático le proporcionará mayores opciones para su futura especialización, en orden a formular y demarcar sus intereses filosóficos en el conjunto de las diversas corrientes filosóficas y de los temas candentes, y realizar su practicum, su trabajo de fin de master y, en general, cualquier otra investigación didáctico-filosófica.

La asignatura pretende ayudar al estudiante a interpretar los textos filosóficos, no como letra muerta, ni como pretextos, sino como interrogantes vivos que permitirán a su intérprete desarrollar el pensamiento complejo y relacional y exponerlo de manera razonada, estableciendo comparaciones y valoraciones argumentadas.

La formación previa más adecuada para la realización de esta asignatura es la de Licenciado o Graduado en Filosofía o, en su caso, en alguna de sus disciplinas. También es una formación previa adecuada cualquiera de las ramas de Humanidades que haya iniciado a desarrollar competencias en historia de la filosofía, historia del pensamiento o de las ideas.